Las 9 mejores cosas que hacer en pareja en Nueva York

No importa cuántas veces lo visites: el mercado de Chelsea nunca dejará de sorprenderte con sus tesoros. También vale la pena contemplarlo por fuera, ya que su ubicación en una antigua fábrica de galletas cerca del río Hudson lo ha convertido en una imagen típica de Nueva York. Si buscas un regalo original, las curiosidades vintage que se venden aquí son mucho más interesantes que las baratijas que se pueden comprar en Times Square.

Te recomendamos que no cometas el error de hacer una escala para comer de camino al mercado, ya que aquí encontrarás una excelente zona de restauración donde degustar deliciosos tentempiés de todo tipo de gastronomías regionales. No existe mejor lugar para ir de compras, cenar y hacer turismo al mismo tiempo. Además, los fines de semana hay música en directo.

El High Line es un paseo elevado que atraviesa algunos de los barrios más visitados de Manhattan. Antiguamente era la línea de ferrocarril de la West Side Line, pero se reacondicionó en 2009. Este ingenioso ejemplo de gentrificación ofrece un entorno ideal para pasear entre la vegetación rodeado de unas bonitas vistas de Nueva York. Se extiende a lo largo de unos dos kilómetros, desde Washington Street al sur hasta 34th Street y 12th Avenue al norte.

El mercado de Chelsea se halla aproximadamente a medio camino y es un fantástico lugar para hacer una pausa. Encontrarás a lo largo del camino 11 puntos de acceso, cinco de ellos adaptados para sillas de ruedas.

Únete a la multitud de turistas que acuden a uno de los puntos de referencia más famosos y visitados de Nueva York: el Rockefeller Center. Esta obra maestra del art déco alberga unos grandes almacenes, varios restaurantes elegantes y los estudios de la NBC, donde se hallan el Radio City Music Hall y el plató del famoso programa Saturday Night Live. La atracción estrella probablemente sea Top of the Rock, una plataforma de observación a 260 metros de altura con unas vistas impresionantes de la zona de Midtown de Manhattan. Aunque no es tan alto, muchas personas prefieren este mirador al edificio Empire State.

El Rockefeller Center es especialmente popular en invierno durante las fiestas, debido a la pista de patinaje sobre hielo, el enorme árbol de Navidad y la decoración festiva.

El SoHo es un barrio de moda de Manhattan situado al sur de Houston Street. De ahí proviene su nombre, ya que es la contracción de "South of Houston Street". Si te gusta ir de compras, aquí encontrarás marcas de moda de todo el mundo a precios medios y altos. En caso de que busques algo más asequible, dirígete a Broadway, al sur de la estación de metro de Prince Street. Las tiendas más caras, como Chanel, Paul Smith y Louis Vuitton, se hallan a una manzana al oeste, en Greene Street.

Además de establecimientos de marcas famosas, abundan las tiendas independientes de libros de segunda mano, artículos de papelería originales y joyería moderna. Dado que el SoHo está adyacente a Little Italy, aprovecha para recargar las pilas en alguna de las pizzerías de la cercana Broome Street.

Si las calles de la ciudad de Nueva York te parecen un poco claustrofóbicas, acércate a este pintoresco refugio costero en Brooklyn. En Coney Island no solo encontrarás una playa de cinco kilómetros, sino un parque de atracciones ideal para nostálgicos, con juegos de destreza típicos de feria y un montón de puestos de dulces. Las parejas tal vez prefieran asistir a espectáculos circenses y de burlesque más atrevidos.

Uno de los lugares que sin duda no te puedes perder en Coney Island es el Luna Park, un parque temático con más de 50 atracciones y montones de puestos con juegos de feria. Destacan en especial grandes clásicos como el tiovivo, el barco pirata Coney Clipper y la montaña rusa Coney Island Cyclone. No pierdas la ocasión de probar los perritos calientes de Feltman's, ya que según muchas personas son de los mejores de Nueva York.

Pocas cosas hay más románticas que un paseo por el río Hudson durante la puesta de sol. Durante el trayecto, pueden verse puntos de referencia por todas partes, como Battery Park, la isla de Ellis y la imponente figura de la Estatua de la Libertad.

La mayoría de los recorridos parten de los muelles de Chelsea, donde podrás elegir varios tipos de embarcación. Si buscas un poco de romanticismo, te recomendamos que optes por una pequeña goleta para disfrutar tranquilamente de las vistas de Nueva York.

Broadway es el paraíso de los aficionados al arte dramático. En esta avenida que recorre todo Manhattan se hallan más de 40 teatros y, en las calles que desembocan en ella, muchas otras salas independientes. No importa lo que busques, ya sean obras clásicas o grandes espectáculos modernos; aquí encontrarás de todo.

Puedes comprar entradas económicas en la taquilla con descuento de TKTS situada en Duffy Square. Se aplica una rebaja de hasta un 50 % sobre el precio estándar, pero solo salen a la venta entradas para el mismo día, por lo que debes ser flexible a la hora de elegir lo que vas a ver.

El paisaje urbano de Nueva York es uno de los más famosos del mundo. Aunque existen numerosos miradores abiertos al público, no hay nada como dirigirse a un bar en una azotea y disfrutar de los sonidos y las vistas de Nueva York con un par de cócteles.

Hay un sinfín de magníficos bares en azoteas de toda la ciudad, pero nuestro preferido es 230 Fifth por su originalidad y sus vistas inigualables. Desde su ubicación privilegiada en la Quinta Avenida, se puede ver como nunca el edificio Empire State. Además, durante los fríos meses de invierno, se instalan en la azotea una especie de iglús transparentes para seguir disfrutando del panorama sin pasar frío.

Los bares del Lower East Side, en Manhattan, son modernos y extravagantes a partes iguales. Probablemente te cruzarás con más licenciados que famosos, pero aun así el ambiente es elegante y muchos de los bares se caracterizan por los interesantes conceptos que proponen. Para descubrirlos, lo ideal es salir de marcha en pareja por el Lower East Side, ya que muchos locales se llenan hasta los topes y es difícil acceder en grupos grandes.

The Flower Shop es un restaurante que dispone de un bar en el sótano con temática inspirada en la década de 1970, chimenea incluida. De hecho, la decoración no desentonaría en el salón de una entrañable abuelita. Otros bares a los que vale la pena echarles un vistazo son Attaboy, una coctelería chic, y el popular Rockwood Music Hall, con música en directo.