El hotel está bien en términos generales, la relación costo beneficio me parece razonable, sin embargo está en esa delgada línea en que si no le dan mantenimiento se puede venir abajo; el mobiliario bien, sin embargo en mi habitación una de las lámparas de las mesas de noche tenía un foco inservible que se pegó a la estructura y así lo dejaron; el pabellón que cubre la cama y cojines decorativos estaban sucios. Aunque diario hicieron el servicio a la habitación, no barrieron, tampoco nos cambiaron las toallas y sólo nos dieron amenities al inicio, pese a habernos quedado 5 días. Las hamacas de las habitaciones huelen muy mal. El restaurante tiene mucho potencial, la comida es muy rica, mis felicitaciones para el chef, les recomiendo el atún sellado con salsa de pimiento dulce y papas, pero el servicio es un poco malo, dado que sólo había dos meseros y tardaban en tomar la orden en el desayuno. El hotel está bien ubicado, llegas al centro en 10 minutos caminando, el personal de recepción muy atento. Un punto importante es que el baño está compuesto por un mecanismo amigable con el ambiente, que no utiliza agua, por lo que al principio puede resultar un tanto extraño, sin embargo pensando en todos los desechos, contaminación y que es una isla, me parece muy bien que haya proyectos de este tipo, además de que no expide malos olores. Deberían extender esta visión ecológica a toda la operación del hotel.