12 pueblos y ciudades imprescindibles de la Toscana

Florencia es la capital de la región de la Toscana, conocida por su contribución histórica a la cultura, la moda y la arquitectura italianas. Entre sus puntos de interés más destacados están la fuente de Neptuno y la Galleria dell'Accademia, que alberga la escultura del David de Miguel Ángel. Hileras de tiendas y puestos se extienden a lo largo del río Arno, donde encontrarás el centenario Ponte Vecchio.

El elemento principal del centro de la ciudad es la catedral de Santa María del Fiore (o Duomo), que cuenta con una cúpula de terracota del siglo XV diseñada por Filippo Brunelleschi. No te pierdas los frescos del Juicio Final de Giorgio Vasari en su interior. ¡La entrada es gratuita!

Pisa es una ciudad destacada en la región de la Toscana. Teniendo en cuenta sus interesantes museos, jardines botánicos y espectaculares paisajes, no es de extrañar que la visiten miles de turistas cada año. La torre inclinada forma parte de un complejo más grande llamado Piazza di Miracoli, donde también está la catedral de Pisa. Esta catedral románica cuenta con importantes reliquias, incluidos los restos momificados de San Raniero, el patrón de Pisa.

El casco antiguo de Pisa es una zona particularmente especial de la ciudad. Si te gusta ir de compras, no puedes perderte la zona peatonal de Borgo Stretto, con modernos bares, boutiques de moda y pastelerías.

La pequeña ciudad toscana de Lucca está rodeada por murallas renacentistas del siglo XVI muy bien conservadas. Los cuatro kilómetros de longitud de las murallas del casco antiguo se pueden explorar a pie o en bicicleta. Desde aquí, las vistas panorámicas abarcan toda la ciudad.

Conocida como "la ciudad de las cien torres", alberga catedrales tan populares como la de San Miguel en Foro, la de San Martín y la basílica de San Frediano. También ofrece otros puntos de interés, entre los que destacan la Torre delle Ore, la Torre Guinigi, el Museo de Villa Mansi y el anfiteatro de la Piazza dell'Anfiteatro.

Siena es una ciudad ubicada en la parte sur de la Toscana y declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Su centro histórico, conocido por sus tejados de terracota y sus estrechas calles adoquinadas, alberga la catedral de Siena, el Palazzo Pubblico, el Palazzo Salimbeni y la enorme basílica de Santo Domingo. También hay numerosos museos que te harán retroceder al Renacimiento a través de sus completas exposiciones, así como pintorescos espacios al aire libre para hacer pícnics.

Dos veces al año, normalmente en julio y agosto, su Piazza del Campo se convierte en un hipódromo durante la celebración del Palio di Siena, una carrera de caballos histórica que se remonta a época medieval. Como Siena es relativamente pequeña, podrás visitar fácilmente todos sus puntos de interés históricos en un día.

Montepulciano es una ciudad medieval situada sobre una colina y rodeada de viñedos. Es famosa por su exquisita cocina regional y por el vino Nobile, un vino tinto elaborado principalmente con la variedad de uva sangiovese. En la mayoría de los restaurantes se sirven platos toscanos tradicionales, entre cuyos ingredientes destacan el cerdo y el queso, así como un tipo de pasta gruesa llamada pici. Estas recetas se suelen acompañar de vinos locales.

Montepulciano tiene una calle principal que abarca desde Porta Al Prato hasta Piazza Grande. Para llegar a esta bonita ciudad, puedes coger un autobús en Florencia, Roma o Siena.

Volterra se encuentra a unos 80 kilómetros de Florencia en dirección suroeste. Si te alojas en Siena o San Gimignano, puedes visitar esta ciudad, situada en la cima de una montaña, durante una excursión de un día, ya que se encuentra a aproximadamente a una hora en coche de ambas. La ciudad es lo suficientemente pequeña para recorrerla a pie. Su plaza principal suele tener un ambiente muy animado y está repleta de callejuelas medievales, edificios de mármol, campanarios y antiguos teatros romanos.

En un día, puedes visitar Porta all'Arco (la antigua entrada a la ciudad), una acrópolis etrusca del siglo II a. C., el anfiteatro romano y los yacimientos arqueológicos de los alrededores. También encontrarás dos castillos del siglo XIII: el Palazzo dei Priori y el Palazzo Pretorio. Se encuentran en la plaza central y la entrada cuesta solo unos pocos euros.

Campanarios y contrafuertes se levantan sobre las casas medievales del antiguo pueblo toscano de San Gimignano, situado en la cumbre de una colina. Vive el ambiente de esta encantadora localidad desde su plaza triangular, la animada Piazza della Cisterna (llamada así por una cisterna o pozo que ha sido la atracción principal de la localidad durante siglos).

Desde aquí, podrás visitar algunos de los puntos de referencia más importantes que construyeron los Caballeros de Malta y vagar por los angostos callejones que los vendedores locales adornan con sus mejores porcelanas y cerámicas ornamentadas.

La localidad medieval de Pitigliano está asentada sobre la cumbre de un pedregoso acantilado en la región italiana de la Toscana y es un destino fascinante. La mayor parte de sus edificios y torres se construyeron utilizando la misma roca del acantilado. Pitigliano cuenta desde hace tiempo con una importante comunidad judía; de hecho, entre los lugares que destacan para visitar, hay una serie de antiguas cuevas talladas en el acantilado que se cree que sirvieron como sinagogas aisladas en los tiempos de la persecución romana. No dejes de visitar la antigua catedral de San Pedro y San Pablo y la fortaleza medieval de Orsini.

Castiglione della Pescaia es una localidad pesquera con impresionantes vistas al mar Tirreno. Esta pintoresca localidad, ubicada entre aguas azules y verdes colinas, destaca por albergar antiguas murallas, torres e incluso un castillo del siglo XV.

La reserva natural Diaccia Botrona es uno de los humedales más importantes de Italia. Es una zona muy popular por sus largos recorridos de senderismo, así como para montar en bicicleta o hacer excursiones a caballo con vistas al mar. Al no ser uno de los lugares más populares entre los turistas, Castiglione della Pescaia es el destino perfecto para una escapada de relax en la Toscana.

Monteriggioni es una ciudad medieval que cuenta con uno de los castillos amurallados mejor preservados de la Toscana. Esta localidad, que se encuentra a muy poca distancia en coche de Siena, se caracteriza por sus altísimas torres de vigilancia, las calles adoquinadas y su animada plaza principal. La ciudad se encuentra en lo alto de una colina y tiene dos entradas, Franca o Romea, que te llevarán a la Piazza di Roma, su plaza principal.

Cada mes de julio se celebra el Festival Medieval de Monteriggioni, uno de los más populares de la Toscana. Sus calles se llenan de gente vestida con trajes medievales realizando exhibiciones de cetrería y disfrutando de platos romanos típicos.

Pienza es conocida mundialmente como la "utopía renacentista" de la Toscana. Esta pequeña ciudad, rodeada por las ondulantes colinas del valle de Orcia, se caracteriza por su arquitectura elegante y sofisticada. A solo 15 kilómetros de Montepulciano, Pienza es conocida en toda Italia por su queso de leche de oveja. En muchos platos locales se incluye esta especialidad, que puede tener un sabor más delicado o más intenso según el nivel de maduración.

La Cattedrale dell'Assunta, en Pienza, alberga pinturas de algunos de los artistas más famosos del Renacimiento. Otros puntos de interés que no te puedes perder son la concatedral de Santa María de la Asunción, el Palazzo Piccolomini y el Palazzo Borgia.

Cortona es una pequeña ciudad sobre una colina con vistas espectaculares al valle circundante y al lago Trasimeno. Aquí se encuentra el Museo de la Academia Etrusca, donde se expone una amplia colección de objetos de bronce y de cerámica que refleja el pasado etrusco de la ciudad. El museo también cuenta con un parque arqueológico con tramos de antiguas carreteras romanas. El Museo Diocesano es uno de los mejores lugares de la Toscana para ver adornos y pinturas sagrados del famoso artista Fra Angélico.

Cortona es conocida en toda la región por su excelente gastronomía y su amplia variedad de vinos. De hecho, en las bodegas cercanas a la ciudad se producen algunos de los mejores vinos tintos del mundo. Además, en las principales calles de Cortona también encontrarás tiendas pequeñas donde se pueden comprar artículos artesanales locales, por lo que podrás llevarte magníficos recuerdos del viaje.