Noruega es un territorio de auténtica belleza natural en todas las épocas del año. Durante el verano, las onduladas y frondosas colinas relucen como esmeraldas, mientras que, en invierno, los fiordos lucen un encanto crudo y escarpado. Los parajes naturales de este país escandinavo son increíblemente vastos y constituyen una de las únicas zonas de Europa en las que podrás ver osos polares en libertad, el sol de medianoche y la aurora boreal.
Aunque, también es cierto, no hace falta ser un amante de la naturaleza para disfrutar de Noruega. Ciudades como Oslo y Bergen tienen el aire cosmopolita de otras muchas ciudades europeas. Ambas están repletas de obras arquitectónicas, desde esculturas modernas hasta palacios de interés histórico. Aunque el país es bastante grande y las ciudades están muy separadas entre sí, se puede recorrer muy cómodamente gracias a su excelente red de transportes.
El legado marítimo de Oslo se remonta a 1048, año en que el rey Harald III fundó la ciudad. Esta metrópolis comercial situada al sureste de Noruega ha servido de puerto seguro para los viajeros a lo largo de los siglos. Desde las calmadas aguas del fiordo de Oslo, se puede observar en el horizonte la diversidad arquitectónica que le confiere...
Oslo, la capital de Noruega, ocupa una extensión meridional del fiordo homónimo y está rodeado de montañas ideales para esquiar y un pintoresco paisaje costero. Encontrarás una infinidad de vestigios centenarios de la historia vikinga a orillas del mar, en...
La carretera de Trollstigen, también conocida como la Ruta 63, atraviesa algunos de los paisajes más impresionantes de Noruega. Aunque en prácticamente todos los rincones de este país del norte de Europa se pueden contemplar unas vistas espectaculares, merece la pena...
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Trollstigen
