Los 10 mejores viajes por carretera del Reino Unido

La ruta circular de Coniston abarca unos 67 kilómetros en coche, en los que atravesarás tramos desconocidos del Distrito de los Lagos. Constituye una excelente forma de ver varias partes de la zona en un solo día. Durante este recorrido con paradas frecuentes visitarás el valle de Duddon, una zona tan famosa por su poesía que inspiró la obra de William Wordsworth El río Duddon, una serie de sonetos en 1820.

Entre otros puntos de interés de esta ruta destacan la cascada Stanley Force, la estación Dalegarth del tren Ravenglass & Eskdale Railway en miniatura, y el fuerte romano de Hardknott. En todos los pueblos y aldeas por los que pases encontrarás cafeterías y pubs, así que ve parando donde más te apetezca.

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Esta pintoresca ruta de 41 kilómetros por el paisaje galés te llevará desde el punto más alto de la región, Snowdonia, hasta el más occidental, Anglesey. A lo largo del recorrido encontrarás muchas cosas que ver y hacer, incluidas las visitas al Parque Nacional de Snowdonia y al castillo y los jardines Penrhyn. Tras pisar el puente Britannia hacia Anglesey, puedes hacer una parada en la localidad con el nombre más largo del mundo: Llanfairpwllgwyngyllgogerychwyrndrobwllllantysiliogogogoch. Aquí no hay mucho que hacer, pero puedes parar a hacerte una foto y mandársela a tus amigos.

El itinerario termina en el faro de South Stack, en Holy Island. Si lo visitas en verano, puedes subir hasta el faro y contemplar las magníficas vistas al mar en dirección a Irlanda.

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En North York Moors te encontrarás la mayor colección de páramos de brezo del mundo, un tipo de paisaje agreste y azotado por el viento con una belleza atemporal. En verano, verás el amplio espacio lleno de flores salvajes. Puedes hacer un montón de excursiones por los páramos, aunque esta ruta de 80 kilómetros atraviesa algunos paisajes especialmente escarpados con interesantes vistas.

Empieza por la localidad de Helmsley, toma la carretera B1257 en dirección norte y atraviesa los amplios campos abiertos y las fincas de piedra. Si te apetece, puedes parar en la abadía de Rievaulx, unas ruinas del siglo XI. A los 32 kilómetros, te encontrarás con la localidad de Stokesley, famosa por su mercado. Desde aquí, dirígete al este hacia la costa. También puedes parar en el monumento al capitán Cooks, en el sendero Cleveland Way. Tendrás que conducir unos 50 kilómetros por un páramo hasta llegar a Whitby. Allí, podrás sentarte en el muelle con los pies sobre el agua y dar buena cuenta de uno de los mejores fish and chips de todo Reino Unido.

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La ruta circular de la costa norte de Escocia, que empieza y acaba en el histórico castillo de Inverness, es una de las más impresionantes que puedes hacer en el país. Se extiende durante más de 800 kilómetros y te permitirá conocer la costa septentrional del Reino Unido. Seguro que querrás hacer una parada en el pueblo de John o' Groats, famoso por ser uno de los puntos continentales más alejados de Land's End, justo en el otro extremo del país.

Además, un viaje por la costa norte de Escocia te permitirá vivir seis experiencias de lo más característico: empezando por Easter Ross, aprovecha para catar unos whiskies de primera o para dar un paseo por la costa y avistar focas. Luego, en Black Isle, también es probable que veas delfines. Además, la comida típica y la cerveza artesana de la zona son otra buena excusa para hacer un alto en el camino. Por último, nada como bordear los misteriosos lagos de Wester Ross o pasear por la orilla de sus playas de arena blanca.

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La ruta por la garganta de Cheddar, nombrada maravilla natural de Gran Bretaña, se abre camino a lo largo de unos 20 kilómetros de acantilados. Es fácil llegar desde algunos de los puntos más turísticos del sudoeste, como Bath, Bristol y Weston-super-Mare.

Esta ruta tiene bastante fama, así que es posible que encuentres bastante tráfico si tienes planeado recorrerla durante el fin de semana o la temporada alta veraniega. Te recomendamos que te pongas en camino a primera hora de la mañana, cuando tendrás la carretera prácticamente para ti.

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Black Mountain Pass es una fantástica ruta que te conducirá por un paisaje solitario del sur de Gales. Se abre camino por el parque nacional de Brecon Beacons durante unos 30 kilómetros y no nos cabe duda de que te sorprenderá. En la ruta encontrarás varias curvas cerradas que pondrán a prueba tu habilidad al volante hasta llegar a una cantera abandonada a casi 500 metros de altitud.

Este tramo de carretera conecta las localidades de Llangadog y Brynamman, y empieza en una zona de prados que, poco a poco, se va transformando en un páramo solitario. Las vistas desde el punto más alto del desfiladero son impresionantes. Eso sí, durante la subida, ve con cuidado con las ovejas salvajes, ¡que algunas no tienen reparo en plantarse en medio de la carretera!

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Snake Pass es una famosa ruta de Derbyshire que atraviesa los Peninos, pasa por varios pueblecitos y te permite visitar la presa de Ladybower Reservoir a medio camino. Te recomendamos hacer una parada para admirar las vistas desde el saliente de piedra de Bamford Edge. Disfruta del paisaje a medida que conduces hacia el norte en dirección a Mánchester y pasas por la localidad de Glossop.

Es una zona preciosa en verano, aunque si la visitas en invierno debes tener en cuenta que no es raro que se cierre debido a las fuertes nevadas. A lo largo de Snake Pass también encontrarás curvas cerradas y descensos repentinos, así que precaución, amigo conductor. Ojo también con los ciclistas que hacen excursiones por el desfiladero.

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La ruta de Causeway Coastal, de más de 200 kilómetros de longitud, comunica las dos ciudades más grandes de Irlanda del Norte: Belfast y Derry. Salpicada de puntos de referencia cada pocos kilómetros, es sin duda una de las rutas costeras más populares del Reino Unido.

El pueblo de Ballycastle constituye el ecuador de la ruta. Lo encontrarás a escasos kilómetros de la atracción turística más famosa de Irlanda del Norte: la calzada del Gigante. Te recomendamos que reserves algo de tiempo para parar y admirar esta maravilla geológica. Eso sí, ¡ve con ropa de abrigo! Por el camino encontrarás otras joyitas como el castillo de Dunluce o el puente colgante de Carrick-a-Rede.

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Un viaje por carretera del Ben Nevis a la isla de Skye es una auténtica aventura. A lo largo de la ruta desde el pico más alto de Escocia hasta la isla de mayor extensión del archipiélago de las islas Hébridas Interiores, te encontrarás con lagos de película, monolitos y paisajes impresionantes. Con buenas condiciones meteorológicas, podrás hacer los 160 kilómetros en unas dos horas, aunque te recomendamos que no tengas prisa y vayas parando frecuentemente para no perderte detalle de este espectáculo de la naturaleza.

Una vez en la isla de Skye, no te puedes perder la zona del faro de Neist Point, en la costa oeste, para disfrutar de la puesta de sol. Después de presenciar cómo se tiñe la costa de tonos dorados a medida que el sol se pone en el horizonte, aprovecha para visitar el cercano pueblo de Glendale.

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La Atlantic Highway es un tramo de unos 100 kilómetros de la A39 que baja desde Barnstaple, en North Devon, hasta el pueblo costero de Newquay, en Cornualles. Es un recorrido que podrás hacer en una hora y media, y te permitirá disfrutar de vistas de la costa por un lado y de paisajes montañosos por el otro.

Entre lo más destacado de la Atlantic Highway encontramos sus muchas playas, como la del pueblo de Westward Ho! en Devon o la de Summerleaze en Bude, en la costa norte de Cornualles. Si tienes tiempo, salte de la autopista para visitar el faro de Trevose Head, cerca de Padstow.

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