Las 10 mejores cosas que hacer en Windsor

El castillo de Windsor se construyó en el siglo XI al estilo medieval, pero ahora está decorado en estilo georgiano tardío y cuenta con apartamentos de Estados amplios y lujosos que la mismísima reina de Inglaterra sigue usando. La entrada al castillo se realiza por la Cámara de Waterloo, construida para celebrar la derrota de Napoleón Bonaparte en 1815. Sin embargo, quizás la habitación más impresionante de todas las que visitarás sea la Gran Sala de Recepción, que ocupa la antigua sala de baile principal del castillo, con lámparas de araña y techos y paredes doradas.

Otras habitaciones de los apartamentos de Estado y las salas semiestatales están decoradas con obras de arte de la colección real, muchas de las cuales nunca han abandonado las instalaciones. Fíjate en el asta de la bandera para ver si el estandarte del monarca británico está izado, ya que eso significaría que la reina está en el castillo.

La capilla de San Jorge se construyó en el siglo XV en estilo gótico, aunque el interior lo han ido renovando algunos de los monarcas británicos más conocidos. Enrique VII fue uno de ellos, que modificó el techo de piedra para incluir detalles increíbles.

La capilla también alberga las tumbas de Enrique VIII, Jane Seymour (una de sus seis esposas) y Carlos I. En un pasado no muy lejano, aquí se celebró la boda del príncipe Enrique y Meghan Markle.

St Mary's Dolls' House, construida entre 1921 y 1924, fue un regalo que recibió la reina María tras la Primera Guerra Mundial: una casa en miniatura totalmente funcional, con electricidad, agua caliente, ascensores y hasta una completa bodega.

Todos los libros dentro de esta casita son miniaturas de 170 grandes obras literarias, y las obras de arte de las paredes han sido donadas por más de 750 artistas. Al visitar la colección, también podrás hacerte una idea de todo el trabajo entre bastidores de un hogar de la realeza en activo.

En el parque Windsor Great Park, puedes recorrer la larga avenida arbolada Long Walk, que empieza en la entrada George VI Gate del castillo de Windsor y llega hasta la estatua Copper Horse. Desde allí, las vistas del castillo de Windsor son maravillosas. No sería nada raro que te encontraras con ciervos rojos deambulando libremente por el parque y, como están acostumbrados a la gente, seguro que puedes acercarte a sacarles alguna foto. Además, si ves que se agolpan muchas personas en la Long Walk, quizás sea porque la reina o cualquier otro miembro de la familia real esté entrando o saliendo del castillo de Windsor.

El propio parque dispone de numerosos senderos de distintas longitudes y niveles de dificultad. Uno de los principales puntos de interés para los amantes de la horticultura es el Savill Garden, un jardín donde verás diferentes plantas de todo el mundo según la estación del año. ¿Te va la aventura? Quizás te apetezca dar un paseo a caballo por zonas verdes como los enormes Valley Gardens, de unas 100 hectáreas (aunque asegúrate de pedir un permiso primero).

El Legoland Resort Windsor dispone de más de 55 atracciones infantiles donde los más pequeños podrán luchar contra dragones, montar en un barco vikingo o sacarse su propio permiso de conducir de Legoland. Los niños también lo pasarán en grande en los espectáculos familiares en directo e incluso podrán conocer a los personajes de Lego.

Echa un vistazo a los eventos de temporada, como el espectáculo de fuegos artificiales, el especial de vampiros de Halloween o la semana de los bloques de construcción de Legoland. Además, te puedes alojar en las propias instalaciones, que tienen distintas temáticas como castillos, magos, caballeros o piratas, entre otros. Si hace calor, no te olvides de coger los bañadores, ya que hay muchas fuentes en las que jugar y refrescarse.

El edificio The Crooked House, donde antes había una carnicería, se encuentra en el Windsor Meat Market (también conocido como The Shambles). Sus propietarios han ido cambiando con el paso de los años y ha llegado a albergar floristerías, joyerías, copisterías, fruterías y un largo etcétera.

La propia estructura inclinada del edificio da lugar a debate entre los lugareños, ya que algunos opinan que se debe a la mala calidad de la madera y otros sugieren que empezó a ladearse por la demolición de los edificios circundantes. En la actualidad, el edificio está abierto al público y en su interior se venden perlas, un negocio que suma a la larga lista de empresas que han pasado por él.

El Eton College, fundado por Enrique VI, se creó originalmente para educar a los alumnos pobres. Hoy, está considerado como el colegio público más famoso del mundo. Entre la lista de alumnos que han pasado por aquí hay varios miembros de la familia real británica y primeros ministros del país, como Winston Churchill y Boris Johnson.

Seguro que te toparás con algunos alumnos paseando por la ciudad, y los reconocerás al instante por sus uniformes tradicionales, compuestos por un chaqué y una corbata blanca. Durante las visitas públicas que se organizan en el colegio, podrás conocer sus lugares históricos, como la capilla y el Museo de la Vida en Eton.

El Theatre Royal Windsor combina obras de teatro clásicas, nuevos espectáculos nacionales e internacionales que a veces terminan en el West End y pantomimas con 80 años de tradición. Cualquier noche, puedes ver pantomimas clásicas como La Cenicienta, musicales más recientes como Heathers y clásicos como Jane Eyre.

Si no tienes tiempo para ver ninguna obra, también puedes pasarte para conocer mejor el pasado del teatro y tomarte una taza de té mientras escuchas las historias de los antiguos mecenas famosos e incluso leyendas de fantasmas.

Hacer un crucero por el río Támesis es una manera única de descubrir los principales puntos de interés de Windsor y recorrer las aguas surcadas por monarcas como Enrique VIII, que, según se dice, solía atravesar este río para viajar a Londres. Durante la excursión, seguro que también ves numerosos cisnes. Hasta la fecha, la presencia de cisnes solo está permitida por real decreto, lo que significa que la mayoría de los cisnes son propiedad de la mismísima familia real.

Respecto a los puntos de interés que se suelen incluir en la ruta, no suelen faltar el castillo de Windsor, el Eton College, la Mill House ni el hipódromo. Eso sí, los verás desde otra perspectiva; concretamente desde el agua.

En la decoración de Frogmore House queda muy patente la pasión de su propietaria original, la reina Carlota, por la botánica. Esta casa de campo, que también perteneció a la madre de la reina Victoria, todavía cuenta con la colección privada de acuarelas de la monarca y de sus hijas repartidas por varias estancias.

La Britannia Room cuenta con objetos del yate real Britannia, que el duque de Edimburgo ordenó enviar a Frogmore cuando quedó retirado del servicio. Los jardines están llenos de rincones pintorescos, entre los que destaca la casa de verano de estilo gótico del siglo XVIII, que en verano queda cubierta por bonitas glicinias. Como solo abre al público tres veces al año, tendrás que planear tu visita con antelación si vas por tu cuenta o en un grupo pequeño. Si se trata de un grupo de 15 personas o más, tienes más opciones para visitarla (consulta los detalles a continuación).