No es difícil entrever el motivo por el que Bath ha conseguido mantenerse a lo largo de los siglos como uno de los destinos turísticos más visitados de Gran Bretaña; un simple paseo por la ciudad te hará sentir como si hubieras viajado atrás en el tiempo. Esta sensación se hace especialmente evidente al contemplar el emblemático Royal Crescent, un conjunto de casas georgianas cuya fama ha traspasado fronteras tras aparecer en varias películas y programas televisivos.
En otra zona de la ciudad, se encuentran las termas romanas, donde podrás explorar las intrincadas esculturas y columnas que rodean la piscina del Great Bath. Si te apasiona la literatura, seguro que querrás visitar el Jane Austen Centre. Este museo, situado en una casa georgiana, evoca el mundo de la autora de Orgullo y prejuicio.