10 actividades para hacer en Bolonia en un día

Comienza tu visita a Bolonia en la plaza principal de la ciudad, la plaza Mayor. Se trata de un lugar muy animado en el que no faltan magníficos edificios renacentistas, como la majestuosa basílica de San Petronio y el Palacio de los Bancos. En verano, cuando la plaza se convierte en un gran cine al aire libre, la plataforma rectangular del centro de la plaza, denominada Crescentone, desaparece bajo los asientos que se disponen ante una enorme pantalla. Puedes acceder a la plaza desde Via Rizzoli después de hacer un alto en la fuente de Neptuno, del siglo XVI. 

Justo en el extremo sur de la plaza Mayor se encuentra uno de los principales puntos de referencia de Bolonia, la basílica de San Petronio. Al contemplar la fachada de mármol de esta iglesia del siglo XVII llama la atención que la mitad superior esté inacabada, pero luce este aspecto desde hace siglos. El vasto interior, de altos techos, destaca por su vistosa ornamentación y sus paredes cubiertas de frescos con vidrieras de colores. Está presidido por el altar principal, situado bajo un elaborado ciborio, y se divide en varias naves soportadas por grandes pilares. No olvides buscar la meridiana de Cassini, de 67 metros de largo, que está grabada en el suelo de mármol. El acceso a la basílica es gratuito, pero recuerda que debes llevar la vestimenta adecuada. 

El paisaje urbano de Bolonia se caracteriza por una serie de torres históricas de gran altura, la más alta de las cuales es la de Asinelli. Los lugareños suelen hablar de "las dos torres" (le due torri) cuando se refieren a esta y a la cercana torre de Garisenda. Se encuentran a unos cinco minutos a pie de la plaza Mayor, donde puedes reservar una visita en la oficina de turismo por unos cinco euros. Para llegar a la cima de la torre Asinelli debes subir una escalera de caracol con 500 escalones, un esfuerzo que requiere forma física pero que vale la pena para disfrutar de las vistas. 

Villa Spada es un parque y una villa de Bolonia cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII. Las estatuas y la arquitectura son un marco de lujo para el bonito paisaje natural, mientras que los setos geométricos delinean los espacios de manera simétrica. La villa neoclásica alberga el Museo de la Tapicería, donde podrás admirar varios trajes de diferentes culturas y períodos.

Villa Spada está abierta al público, por lo que vale la pena acercarse a sus campos bañados por el sol, en la colina de Casaglia, y tumbarse sobre la hierba para contemplar tranquilamente el paisaje urbano. Los jardines tienen una vegetación densa y variada, incluidos laureles y cipreses mediterráneos, así como plantas exóticas, entre las que destacan los cedros del Himalaya.

El Cuadrilátero es una pequeña zona del centro de Bolonia cuyas calles peatonales conectan algunos de los mejores lugares de la ciudad para ir de compras, como la Galleria Cavour, un centro comercial de lujo con establecimientos de grandes marcas como Prada, Louis Vuitton y Gucci. El mercado histórico de Bolonia, conocido como Mercato di Mezzo, se ha renovado y modernizado, y actualmente es un lugar muy popular para comer e ir de tiendas. En sus tres plantas encontrarás numerosos puestos de venta de carne, pescado, fruta y verduras, aunque también puedes tomar un Aperol Spritz en DeGusto o una pizza en Rossopomodoro (a partir de seis euros).

La basílica de Santo Domingo es una de las iglesias más grandes de Bolonia. Puedes llegar cómodamente a pie en cinco minutos desde la plaza Mayor, para lo que tendrás que pasar por el extremo oriental de la basílica de San Petronio y por la plaza Cavour, hasta desembocar en la bonita plaza en la que se encuentra, pavimentada con adoquines como en la época medieval. Esta iglesia del siglo XIII se distingue por sus elementos románicos y su gran rosetón, que resulta todavía más impresionante desde el interior. Encontrarás varias capillas y altares entre las hileras de esculturas, tres de las cuales son obras de juventud de Miguel Ángel. El acceso es gratuito. 

Si te apetece descubrir los mercados más auténticos de Bolonia, no te puedes perder el mercado delle Erbe (literalmente, "de las hierbas"). Además de productos frescos, aquí encontrarás lugares para comer y vistas dignas de admiración. Aunque se considera el mercado callejero más antiguo de la ciudad, se llevaron a cabo reformas para darle la forma semejante a un patio que presenta en la actualidad, con la fruta y las verduras en el centro y tiendecitas alrededor en las que se vende de todo, desde mortadela hasta pasta seca. En el entorno también encontrarás restaurantes pequeños en los que tomar un café o algo más consistente, como pizza, risotto, porchetta o simplemente un tiramisú. 

En Bolonia hay más de una docena de bibliotecas históricas. Algunas forman parte de universidades, mientras que otras se encuentran en palacios históricos o se usan como conservatorio. Vale la pena visitar en particular el grandioso Archiginnasio de Bolonia, cerca de San Petronio, para descubrir sus frescos del siglo XVI, así como la biblioteca central de Salaborsa, un magnífico espacio cultural situado en el Palacio de Accursio, en la plaza Mayor. En el Museo Internacional y Biblioteca de la Música de Strada Maggiore, a unos diez minutos a pie de la plaza, se exponen más de 80 instrumentos musicales históricos y documentos de algunos de los compositores más importantes del mundo. El acceso a algunas bibliotecas es gratuito, como a Salaborsa, aunque otras requieren el pago de una entrada de alrededor de tres euros.

La Osteria del Sole se encuentra justo detrás del Palacio de los Bancos, en la plaza Mayor. Está considerado el pub más antiguo de Bolonia, ya que se abrió en 1465. Es un lugar ideal para tomar algo en compañía de los lugareños, aunque suele estar abarrotado. La carta de vinos no es muy extensa, pero cuenta con una buena selección de Chianti a precios asequibles, como Fattoria del Cerro, originario de las colinas toscanas de Montepulciano, por unos 2,50 euros la copa. Lo mejor de todo es que no hay ningún problema si acompañas el vino con el fiambre que acabas de comprar en una de las charcuterías de los alrededores, como en el Mercato di Mezzo, que se encuentra justo al lado. 

Cuando viajes a Bolonia no puede faltar una visita al Teatro Comunale, uno de los principales teatros históricos de Italia. Se encuentra a unos diez minutos a pie al noreste de la plaza Mayor por la Via Rizzoli. El exterior no se diferencia mucho de los demás edificios históricos de la ciudad, con unos grandes soportales que ocupan toda la longitud de la fachada. Sin embargo, cuando accedas al interior, te sorprenderá la grandiosidad de su auditorio convexo con cuatro niveles de palcos. Fíjate en especial en la bella decoración del techo y en la lámpara de araña que preside el centro. Las entradas para conciertos sinfónicos y óperas cuestan a partir de 52 euros. Las terrazas de la plaza Giuseppe Verdi, justo frente al teatro, son un lugar inmejorable para disfrutar de la animación de la ciudad tras el espectáculo.