Al visitar Roma por primera vez, es normal caer en los errores o las meteduras de pata que todos cometemos cuando viajamos a un destino nuevo. Sin embargo, hay una serie de errores que los viajeros repiten concretamente en Roma, por lo que los hemos recopilado a continuación. Aunque no son graves, pueden empañar un poco la experiencia y conviene evitarlos.
Entre ellos se incluyen errores relacionados con la preparación del viaje, como no elegir la ropa adecuada para la época del año o no reservar con antelación las visitas a determinados puntos de referencia. Asimismo, hemos incorporado algunos consejos ilustrativos y advertencias culturales a partir de las experiencias que hemos vivido en Roma con el objetivo de ayudarte a aprovechar el tiempo al máximo y a no caer en las mismas trampas.
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No elegir la ropa adecuada para la época del año
La mayoría de los turistas visitan Roma en verano (de junio a septiembre), aunque algunos prefieren adelantar la visita a primavera (de marzo a junio). Sea cual sea la época del año en que decidas visitar la ciudad, debes asegurarte de que eliges la ropa adecuada. En verano, opta por prendas ligeras y frescas, ya que puede llegar a hacer mucho calor. Entre octubre y abril, cuando decae la afluencia de turistas en comparación con el verano, es necesario llevar ropa más abrigada, aunque las temperaturas rara vez descienden bajo cero. Recuerda que no debes vestir pantalones cortos ni camisetas sin mangas en la mayoría de las visitas al Vaticano. También es recomendable usar calzado cómodo para pasear por las calles de Roma, ya que suelen ser de adoquines.
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Reservar un hotel barato en las afueras
El centro de Roma cuenta con hoteles impresionantes, pero muchos de ellos son bastante caros. En las afueras es posible encontrar alojamientos más baratos, lo que puede resultar tentador, pero si calculas el tiempo que pierdes en los desplazamientos y el dinero que inviertes en taxis para regresar al hotel después de cenar, te darás cuenta de que lo barato sale caro. Incluso si viajas con un presupuesto ajustado, es mucho mejor buscar un hotel económico y acogedor en la ciudad.
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Calcular mal el tiempo de los desplazamientos
Si bien la mayoría de los puntos de interés del centro de Roma no están muy alejados entre sí, generalmente a una media hora a pie, es imprescindible que lleves un mapa, ya que te puedes desorientar en el laberinto de callejuelas. Aunque también es una experiencia agradable dejarse llevar y perderse por las calles, conviene que calcules bien el tiempo que se tarda en ir de un lugar a otro. Lo más difícil suele ser orientarse en las calles sinuosas y saber dónde se encuentra el destino al que te diriges.
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Bajar la guardia en el autobús 64, el favorito de los carteristas
Como en muchos otros destinos populares en Europa, debes tener cuidado con los carteristas. En Roma, suelen hacer su agosto en el autobús 64. Al tener parada en los principales puntos de interés de la ciudad, es una de las rutas más útiles para los turistas, lo que se traduce en un jugoso botín para los rateros. Evita llevar encima objetos de valor sueltos y guardar la cartera en el bolsillo trasero, donde corre más riesgo. Lo mejor es que uses una faltriquera.
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No comprar un Roma Pass
Para desplazarte dentro de la ciudad, lo más práctico es hacerse con un Roma Pass, dado que incluye descuentos en entradas y tarifas, incluido en museos y en el metro. Existen dos opciones: 72 horas y 48 horas. Algunos lugares de interés importantes no están incluidos, como los Museos Vaticanos, pero muchos otros sí. Puedes comprar un Roma Pass en los puntos de información turística que encontrarás por toda la ciudad y a través de Internet.
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No reservar con antelación la entrada a los Museos Vaticanos
Además de la cola que hay que hacer obligatoriamente en los controles de seguridad de los Museos Vaticanos, la espera para comprar las entradas puede ser muy larga en hora punta. Sin embargo, te la puedes ahorrar si reservas las entradas con antelación. También existe la opción de incluir la comida en la reserva para no perder tiempo buscando un restaurante fuera de los museos.
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Comprar bolsos "de marca" a vendedores callejeros
Cerca de la escalinata de la plaza de España encontrarás vendedores callejeros que ofrecen artículos supuestamente de diseñadores italianos, pero ten mucho cuidado, porque la mayoría son imitaciones.
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No comprar una tarjeta SIM local si usas Google Maps
Hay personas que prefieren los mapas impresos, pero hoy en día son muchos los viajeros que usan el smartphone para orientarse. Existen varios proveedores de telefonía en Italia, como Vodafone, Tre, WIND y TIM. Encontrarás mostradores en el aeropuerto y en las estaciones de tren, así como tiendas de telefonía por toda la ciudad, en los que podrás adquirir tarjetas SIM de diversos proveedores. Una tarjeta SIM de 30 € suele incluir aproximadamente 2 GB de datos de Internet y algunas ventajas más.
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Manosear los productos del mercado de Campo de' Fiori
Aunque la visión de los coloridos productos que se venden en mercados como el de Campo de' Fiori es muy tentadora, a los vendedores no les gusta que los clientes toquen el género. Limítate a mirar los artículos expuestos y pide a los vendedores que te ayuden a elegir la fruta, el queso o el producto fresco que te interese.