10 cosas que hacer en familia en Bolonia

Muchos visitantes deciden hacer su primera parada en la Piazza Maggiore. Empápate del ambiente histórico de la ciudad en esta plaza, situada en pleno corazón de Bolonia y rodeada de algunos puntos de referencia importantes renacentistas, como la basílica de San Petronio, que domina la plaza, y el palacio de los Bancos que luce una fachada con una columnata. A los más pequeños les encantará correr libremente por los espacios abiertos de la plaza y la plataforma peatonal Crescentone. También podéis contemplar juntos la fuente de Neptuno del siglo XVI, y admirar su decoración.

Mientras los adultos y los más románticos pueden disfrutar de un paseo colina arriba contemplando el paraje natural hasta el santuario de Nuestra Señora de San Luca, las familias con niños tal vez prefieran otra opción mucho más divertida. El trenecito rojo San Luca Express dispone de auriculares en cada asiento que hacen las veces de guía durante el recorrido de media hora, desde el centro de la ciudad hasta la basílica. El viaje puede resultar muy emocionante porque algunas partes del trayecto son algo irregulares y en otras el terreno está muy empinado.

Los jardines botánicos de la Universidad de Bolonia son un auténtico vergel en el corazón de la ciudad, donde las familias pueden pasear relajadamente mientras contemplan una gran belleza natural. La entrada es gratuita y puede ser un refugio estupendo contra el calor de los meses de verano. Los niños podrán recorrer las secciones de selva tropical con plantas verdaderamente insólitas, de cactus y de plantas carnívoras. Algunos especímenes de plantas se remontan al el siglo XVI, cuando el Senado de la ciudad inauguró los jardines.

Bolonia es un conocido destino gastronómico y este parque temático da buena fe de ello. FICO Eataly World es el mayor espacio de exposición relacionado con la comida de toda Italia. Ocupa 10 hectáreas y a menudo se alquilan bicis en el recinto que permiten recorrerlo cómodamente. Aquí encontrarás exposiciones agrícolas sobre la producción de alimentos y bebidas, y los niños tienen a su disposición seis atracciones educativas más una serie de exposiciones multimedia relacionadas con la sostenibilidad alimentaria y la preparación de platos famosos. Mientras los adultos degustan los excelentes vinos, los más pequeños no podrán resistirse a las secciones de postres y las demostraciones de preparación de pizzas.

Este autobús no solo es cómodo y divertido, sino que también es una fantástica opción para disfrutar de las vistas de Bolonia. La compañía encargada del City Red Bus es la misma que gestiona el tren San Luca Express, y también encontrarás auriculares en los asientos con los que obtendrás información sobre los lugares y las zonas históricas del recorrido. Como es descubierto, podrás hacer todas las fotos que quieras de las atracciones y los jardines de Bolonia sin obstáculos. Eso sí, prepara protección solar y suficiente agua durante los meses de verano. Los billetes cuestan unos 14 EUR para adultos y 7 EUR para los niños.

El Museo del Helado de Carpigiani está íntegramente dedicado al famoso gelato y ofrece un interesante recorrido a través del pasado y el presente del postre italiano más famoso del mundo. En su sala de exposiciones te esperan diversas muestras con aparatos históricos empleados en la fabricación del helado y máquinas modernas dotadas de la última tecnología, presentaciones multimedia y fotos antiguas. También puedes realizar una visita guiada y, previa reserva, participar en los talleres del "laboratorio del helado". Las entradas cuestan unos 5 EUR y los niños menores de tres años pueden entrar gratis. La visita incluye una pequeña tarrina de helado de varios sabores.

Esta biblioteca pública, que anteriormente fue un mercado bursátil, está situada en una esquina de la plaza principal de Bolonia y supone una alternativa muy interesante a las típicas atracciones turísticas. La entrada a este recinto tan acogedor y tranquilo es gratuita, y además puede resultar una idea excelente para combatir el calor gracias a sus elegantes asientos y a su variada oferta de lectura. Cuando entres a su inmenso vestíbulo, no dudes en alzar la vista para contemplar los impresionantes techos que, de por sí, harán que la visita merezca la pena. Escaleras abajo descubrirás un yacimiento arqueológico repleto de ruinas romanas.

En la zona centro encontrarás una gran variedad de estupendas heladerías y cremerias. Especialmente en algunos de los establecimientos más populares, descubrirás todo un abanico de sorprendentes sabores. Por citar algunos, puedes visitar Cremeria Cavour, en la plaza Camillo Benso Conte di Cavour, Cremeria Funivia, en la Via Porrettana, y Cremeria Santo Stefano, junto al complejo de las siete iglesias de Bolonia. Además de saborear un cremoso helado por unos 2 EUR, también podrás saborear refrescantes sorbetes de fruta tropical.

Este parque público al sur de la Piazza di Porta Santo Stefano ofrece a las familias un refrescante refugio frente al tráfico y el ajetreo de la ciudad. En sus 26 hectáreas encontrarás un bonito lago rodeado de amplias zonas de césped, veredas enmarcadas entre árboles y arboledas de cipreses y robles. Los niños tendrán muchísimo espacio para correr y jugar, y lo pasarán en grande contemplando las tortugas del lago y los pájaros posados en las ramas. Tanto residentes como turistas suelen disfrutar de pícnics a la sombra de los árboles.

El Museo Histórico de los Soldaditos está instalado en una villa histórica reconvertida en un centro médico público. Realiza tu particular viaje en el tiempo a través de las exposiciones de modelos a escala y juguetes antiguos y singulares, especialmente, los soldaditos. El museo se encuentra a media hora en coche del centro de Bolonia en dirección sur y la entrada es gratuita. Cuenta con decenas de miles de pequeñas piezas fabricadas a partir de diversos materiales, como papel, madera, metal y plástico. Algunos conjuntos de juguetes provienen de sitios tan lejanos como Francia y Rusia.