17 planes perfectos con niños en Bolonia

Mientras los adultos y los más románticos pueden disfrutar de un paseo colina arriba contemplando el paraje natural hasta el santuario de Nuestra Señora de San Luca, las familias con niños tal vez prefieran otra opción mucho más divertida. El trenecito rojo San Luca Express dispone de auriculares en cada asiento que hacen las veces de guía durante el recorrido de media hora, desde el centro de la ciudad hasta la basílica. El viaje puede resultar muy emocionante porque algunas partes del trayecto son algo irregulares y en otras el terreno está muy empinado.

El Museo del Helado de Carpigiani está íntegramente dedicado al famoso gelato y ofrece un interesante recorrido a través del pasado y el presente del postre italiano más famoso del mundo. En su sala de exposiciones te esperan diversas muestras con aparatos históricos empleados en la fabricación del helado y máquinas modernas dotadas de la última tecnología, presentaciones multimedia y fotos antiguas. También puedes realizar una visita guiada y, previa reserva, participar en los talleres del "laboratorio del helado". Las entradas cuestan unos 5 EUR y los niños menores de tres años pueden entrar gratis. La visita incluye una pequeña tarrina de helado de varios sabores.

El Museo Geológico Giovanni Capellini es un auténtico paraíso para los aficionados a los animales prehistóricos. En las vitrinas del siglo XIX del museo se expone casi un millón de objetos descubiertos a lo largo de 500 años, incluidas rocas y fósiles.

La primera planta contiene una exposición que encantará a los más pequeños, en la que se puede admirar el esqueleto de un mastodonte y un mamut gigante, así como una reproducción de 26 metros de largo y cuatro metros de alto de un diplodocus. En la planta baja se puede contemplar una interesante colección de ballenas del Plioceno, peces del Eoceno y plantas del Jurásico.

La colección zoológica de la Universidad de Bolonia está integrada por más de 18 000 animales perfectamente conservados que reunió el naturalista italiano Ulisse Aldrovandi a lo largo de su vida. En este interesante museo de zoología, considerado uno de los más grandes de Italia, se pueden admirar exposiciones centradas principalmente en animales salvajes de África y en hallazgos de los siglos XIX y XX.

Incluye dos grandes instalaciones dedicadas al parque nacional de los Abruzos y al parque nacional del Gran Paraíso. En el gran atrio también podrás contemplar un pez luna conservado que se encontró en una playa de la Romaña durante los años cuarenta.

Este autobús no solo es cómodo y divertido, sino que también es una fantástica opción para disfrutar de las vistas de Bolonia. La compañía encargada del City Red Bus es la misma que gestiona el tren San Luca Express, y también encontrarás auriculares en los asientos con los que obtendrás información sobre los lugares y las zonas históricas del recorrido. Como es descubierto, podrás hacer todas las fotos que quieras de las atracciones y los jardines de Bolonia sin obstáculos. Eso sí, prepara protección solar y suficiente agua durante los meses de verano. Los billetes cuestan unos 14 EUR para adultos y 7 EUR para los niños.

Este parque público al sur de la Piazza di Porta Santo Stefano ofrece a las familias un refrescante refugio frente al tráfico y el ajetreo de la ciudad. En sus 26 hectáreas encontrarás un bonito lago rodeado de amplias zonas de césped, veredas enmarcadas entre árboles y arboledas de cipreses y robles. Los niños tendrán muchísimo espacio para correr y jugar, y lo pasarán en grande contemplando las tortugas del lago y los pájaros posados en las ramas. Tanto residentes como turistas suelen disfrutar de pícnics a la sombra de los árboles.

El Museo Histórico de los Soldaditos está instalado en una villa histórica reconvertida en un centro médico público. Realiza tu particular viaje en el tiempo a través de las exposiciones de modelos a escala y juguetes antiguos y singulares, especialmente, los soldaditos. El museo se encuentra a media hora en coche del centro de Bolonia en dirección sur y la entrada es gratuita. Cuenta con decenas de miles de pequeñas piezas fabricadas a partir de diversos materiales, como papel, madera, metal y plástico. Algunos conjuntos de juguetes provienen de sitios tan lejanos como Francia y Rusia.

Los jardines botánicos de la Universidad de Bolonia son un auténtico vergel en el corazón de la ciudad, donde las familias pueden pasear relajadamente mientras contemplan una gran belleza natural. La entrada es gratuita y puede ser un refugio estupendo contra el calor de los meses de verano. Los niños podrán recorrer las secciones de selva tropical con plantas verdaderamente insólitas, de cactus y de plantas carnívoras. Algunos especímenes de plantas se remontan al el siglo XVI, cuando el Senado de la ciudad inauguró los jardines.

Bolonia es un conocido destino gastronómico y este parque temático da buena fe de ello. FICO Eataly World es el mayor espacio de exposición relacionado con la comida de toda Italia. Ocupa 10 hectáreas y a menudo se alquilan bicis en el recinto que permiten recorrerlo cómodamente. Aquí encontrarás exposiciones agrícolas sobre la producción de alimentos y bebidas, y los niños tienen a su disposición seis atracciones educativas más una serie de exposiciones multimedia relacionadas con la sostenibilidad alimentaria y la preparación de platos famosos. Mientras los adultos degustan los excelentes vinos, los más pequeños no podrán resistirse a las secciones de postres y las demostraciones de preparación de pizzas.

Capriolandia es un centro de ocio al aire libre situado justo a las afueras del centro de Bolonia. En sus 70 000 metros cuadrados de superficie alberga un castillo de madera, toboganes y estructuras para trepar. Los niños más atrevidos pueden realizar un recorrido de parkour o salvar en tirolina los 300 metros que separan dos colinas.

Para la tranquilidad de los padres, todas estas actividades son seguras y están supervisadas por personal experimentado. También puedes explorar una ruta botánica por una serie de huertos, realizar un recorrido por los bosques y disfrutar de una aventura por la biodiversidad a orillas del agua. Capriolandia también tiene mesas y glorietas ideales para un pícnic, así como una gastroneta donde comprar algo si no has traído comida.

Esta biblioteca pública, que anteriormente fue un mercado bursátil, está situada en una esquina de la plaza principal de Bolonia y supone una alternativa muy interesante a las típicas atracciones turísticas. La entrada a este recinto tan acogedor y tranquilo es gratuita, y además puede resultar una idea excelente para combatir el calor gracias a sus elegantes asientos y a su variada oferta de lectura. Cuando entres a su inmenso vestíbulo, no dudes en alzar la vista para contemplar los impresionantes techos que, de por sí, harán que la visita merezca la pena. Escaleras abajo descubrirás un yacimiento arqueológico repleto de ruinas romanas.

El Museo de Historia de Bolonia alberga una exposición moderna sobre el pasado, la cultura y las transformaciones en la ciudad a través de efectos cinemáticos y contenidos interactivos. Esta fascinante manera de abordar la historia interesará también a los más pequeños, gracias a la animación en 3D de Lucio Dalla narrando acontecimientos destacados y anécdotas de Bolonia. Incluso se pueden contemplar actuaciones de grandes actores italianos, como Giorgio Albertazzi y Alessandro Bergonzoni.

El museo está ubicado en el Palazzo Pepoli, un edificio del siglo XIV que era la antigua residencia de una de las familias más influyentes de la Edad Media. En el antiguo patio se alza la torre del Tiempo, una construcción de cristal y acero.

El Museo de Arte Moderno de Bolonia, también conocido como MAMbo, es una institución que emprende iniciativas orientadas a motivar a los niños a descubrir su lado más artístico. La extensa colección de arte que alberga está repartida en ocho áreas temáticas, con obras maestras que datan desde finales del siglo XIX hasta la época moderna. Además de la exposición permanente, organiza diversas muestras temporales y dispone de una amplia variedad de libros de arte.

Si te apetece realizar una visita guiada en familia por el MAMbo, el experto personal del museo está a tu plena disposición. El objetivo de esta institución consiste en proporcionar las herramientas y los conocimientos necesarios para interpretar el lenguaje y el mensaje del arte. Los niños más pequeños pueden participar en talleres que les ayudarán a estimular la creatividad y desarrollar su sensibilidad artística.

El Opificio Golinelli es un centro de conocimientos, innovación y cultura de Bolonia. Esta institución cultural organiza periódicamente talleres, clases, exposiciones y eventos en un espacio industrial modernizado. Las muestras, las conferencias y los seminarios se centran en concreto en fusionar el arte, la ciencia y la tecnología.

La institución también concede mucha importancia a las próximas generaciones, ya que cuenta con espacios y talleres dedicados a promover la educación científica y la creatividad de los jóvenes. Te recomendamos que visites el Opificio Golinelli con los niños un jueves para descubrir diferentes disciplinas científicas, como la botánica y la física. El centro está muy bien comunicado en transporte público con la Piazza Maggiore y la estación de tren de Bologna Centrale.

El pórtico del Pavaglione es una serie de soportales de 139 metros de largo donde los niños se lo pasarán en grande buscando conchas antiguas. Vale la pena pasar unas horas paseando entre las tiendas de lujo que alberga este punto de referencia histórico de Bolonia, con una treintena de elegantes arcos bajo los que te podrás resguardar los días lluviosos.

El suelo de piedra rojiza del pórtico está lleno de fósiles, en su gran mayoría amonites con forma de espiral que llevaron los artistas locales durante su pavimentación. El pórtico del Pavaglione se halla en el extremo sur del complejo del Archiginnasio, tras la basílica de San Petronio.

La finestrella de Via Piella es un lugar que pasaría desapercibido si no fuera porque permite descubrir los canales históricos de Bolonia desde una perspectiva diferente. Este ventanuco revela un mundo casi mágico, en el que las casas y los edificios parecen flotar sobre el agua, una imagen que suele asociarse a Venecia.

Este lugar semioculto de Bolonia es lo que queda de la época en la que los canales eran un rasgo característico del paisaje urbano. A medida que la ciudad crecía y se desarrollaba, la mayoría de los canales y los cursos de agua se fueron soterrando y desaparecieron casi por completo a finales de la Segunda Guerra Mundial. Las grandes tapas de alcantarilla de hierro fundido y piedra que en el pasado filtraban la nieve derretida se han convertido en la actualidad en reliquias de la red de aguas subterráneas.

El Teatro Testoni Ragazzi de Bolonia es la sede de la compañía dramática La Baracca, que organiza espectáculos en directo adecuados para niños y adolescentes. Además, realizan talleres para familias, así como conferencias, encuentros y exposiciones durante todo el año. La compañía opera el teatro desde 1976 y se encarga de la gestión de la mayoría de las actividades que se proponen.

Con más de 200 producciones infantiles al año, el teatro es uno de los mejores escenarios de Bolonia. Además, se halla en pleno centro de la ciudad, a tan solo 500 metros al norte de la estación de tren de Bologna Centrale.