Las 10 mejores cosas que hacer en Essex

A pesar de que hayan pasado tantos siglos, el valle de Dedham todavía se puede reconocer en las pinturas de John Constable. Aunque sus atracciones más populares, como la casa de campo Willy Lott's Cottage y el molino Flatford Mill, se encuentran en el lado del río que pertenece a Suffolk, el área de destacada belleza natural se extiende pasada la frontera de Essex. La zona se puede explorar fácilmente a pie o en barco.

La localidad de Dedham se encuentra bastante cerca del río y cuenta con una iglesia del siglo XV. La bonita calle principal alberga varios pubs y cafeterías interesantes en sus edificios históricos, incluida una sucursal de la popular cadena Tiptree en la Essex Rose Tea House, que se construyó hace 500 años y pertenece a Wilkin & Son, los famosos fabricantes locales de mermelada.

Southend Pier es famoso por ser el muelle de ocio más largo del mundo: solo recorrerlo y volver hasta la carretera ya suponen casi 5 kilómetros. Por suerte, desde hace años hay un tren que lo recorre para que solo tengas que hacer a pie el último tramo. Sin embargo, muchos prefieren recorrer esta amplia estructura andando de principio a fin pasando entre los pescadores.

Durante sus 190 años de historia, este muelle a prueba de desastres ha sufrido varios incendios. También quedó en muy malas condiciones cuando el MV Kingsabbey, un barco de eliminación de residuos, chocó contra la estructura en 1986, convirtiéndose en la novena embarcación en hacerlo. Sin embargo, este apreciado punto de referencia renace una y otra vez como el mitológico fénix. En la actualidad, a veces echan el ancla algunos veleros históricos, mientras que los cruceros de ocio salen con regularidad del Pier Head.

En Mersea Island hay una larga tradición de cría de ostras. Según cuenta la leyenda, los romanos solían bromear diciendo que los bivalvos eran lo único bueno de Gran Bretaña. Muchos todavía desafían a la marea en la Strood, la carretera elevada que ofrece el único acceso por tierra a la isla, para intentar probarlas en The Company Shed, un local tan popular como imprescindible.

Aunque hay ostras frescas a la venta durante todo el año, el mejor momento para venir hasta aquí es a principios de septiembre, cuando empieza la temporada de las otras nativas de Colchester. Su sabor más salado e intenso se debe a los humedales en los que se encuentran. Por desgracia, estos sedimentos también implican que hay menos posibilidades de encontrar perlas.

Thaxted alberga una gran cantidad de edificios históricos, aunque el más famoso es el ayuntamiento de madera del siglo XIV, que se alza en la calle principal. El edificio, construido por el gremio de San Lucas, sobrevivió a un terrible incendio. Si sigues andando por Watling Street, te encontrarás con la gran iglesia parroquial de Juan el Bautista, Nuestra Señora y San Lorenzo, que se empezó a construir en 1340.

Al descender por la colina, busca la casa azul con una placa: en ella se indica que allí vivió el compositor Gustav Holst. Muy cerca, en Stoney Lane, se conmemora al infame bandolero Dick Turpin, aunque su presencia aquí es más una leyenda que un hecho contrastado. A muy poca distancia a pie, te toparás con el molino de viento restaurado John Webb, rodeado de las tierras de cultivo que caracterizan esta zona tan fértil del Reino Unido.

Bradwell-on-Sea se encuentra en el extremo oriental de la península de Dengie, a una distancia considerable de las ciudades más grandes del condado. Sin embargo, este rincón costero recibe un constante flujo de peregrinos. ¿Su objetivo? Atravesar el camino agrícola que lleva hasta la capilla de Saint Peter-on-the-Wall. San Ceda construyó esta diminuta capilla de piedra en el año 653 d. C. cuando llegó aquí en barco procedente de Lindisfarne.

En verano a veces se celebran bodas y misas, pero, durante la semana, Saint Peter-on-the-Wall se mantiene como un lugar de meditación y oración. Muy cerca se encuentra Othona, una antigua fortaleza romana que ahora se ha convertido en una comunidad cristiana que admite visitas. Pero estos no son los únicos edificios religiosos importantes que hay en Essex: a unos 64 kilómetros al otro lado de Essex, cerca de Epping, se encuentra la iglesia de Greensted, que constituye la iglesia de madera más antigua del mundo.

Abberton es uno de los tres embalses de Essex y, con unos 4,9 kilómetros cuadrados, supone la cuarta superficie más grande de Inglaterra y Gales. Es un lugar de avistamiento de aves muy popular por la gran cantidad de especies nativas y migratorias que se pueden ver, como cormoranes, avefrías, agujas colipintas y somormujos lavancos. A muy poca distancia se encuentra la marisma RSPB Old Hall.

Por su parte, el embalse de Abberton se usó durante la Segunda Guerra Mundial como lugar de prácticas del escuadrón número 617 de la Royal Air Force con los bombarderos Dambuster. El paso elevado Layer Causeway simulaba ser la presa durante la preparación de la Operación Chastise, que se llevó a cabo en plena oscuridad. El propio embalse era en sí un objetivo bélico, y el Ministerio de Defensa lo llenó de minas, que se retiraron posteriormente. Durante la década de los 80 se llevaron a cabo las últimas detonaciones controladas y ahora la zona está declarada oficialmente como libre de minas.

El castillo de Hadleigh es el palacio situado más al sur de todo Essex. Se encuentra en ruinas, pero ha quedado lo suficiente de él para imaginarnos cómo sería cuando se construyó. El castillo data del siglo XIII y tuvo una gran importancia estratégica durante la guerra de los Cien Años. Puedes hacer un pícnic en las praderas que rodean las ruinas y contemplar las vistas del Támesis.

Un poco más hacia el interior, encontrarás la pista de ciclismo campo a través de los Juegos Olímpicos del 2012. El circuito ahora está abierto al público, así que puedes alquilar una bici y ponerte a prueba en los mismos terrenos que los mejores ciclistas del mundo. La pista de 5 kilómetros es adecuada para todos los niveles, pero, si tienes mucha experiencia, puedes optar por pistas como Deanes Drop o The Leap of Faith.

La fama de Battlesbridge en cuestión de antigüedades traspasa los límites de Essex. El centro principal se encuentra en un antiguo granero junto al río. Abarca más de cuatro plantas, ofrece vistas al río Crouch y fue una incorporación victoriana al muelle del río donde antiguamente las barcazas descargaban carbón, y se llenaban de heno y harina.

En la actualidad, muchos de los edificios históricos de esta parte de la localidad los ocupan vendedores de antigüedades con todo tipo de artículos, desde objetos de cristal hasta muebles reciclados. ¿Quieres reponer energías? En la parte superior del centro de antigüedades hay dos pubs muy buenos, The Hawk y The Barge, así como una cafetería. Eso sí, aunque la ciudad se llame Battlesbridge, no esperes encontrar un campo de batalla, ya que su nombre se debe a la familia Bataille, propietaria de gran parte de las tierras.

Un capricho del destino fue el causante de la larga asociación de la ciudad portuaria de Harwich al mar. Una tormenta en el siglo XII creó un profundo puerto que impulsó el nacimiento de la tradición de la construcción de barcos. Uno de los barcos más famosos que se han construido aquí fue el Mayflower, que partió hacia Estados Unidos en 1620. En los registros portuarios de los años 1609-1611 el barco se designa como originario de Harwich.

Si te interesa el mundo marítimo, Harwich tiene mucho que ofrecer, como el Lifeboat Museum. El LV-18 Lightship atracado en el muelle cerca de Ha'penny Pier es un museo flotante dedicado a todos los aspectos de la radio pirata. Muy cerca, se encuentra la grúa de rueda de 1667, para cuyo funcionamiento se necesitan dos personas en el interior de sus dos grandes ruedas, para levantar y bajar los bienes y materiales. Se cree que es la única de este tipo en el Reino Unido.