Las 10 mejores playas de Córcega

La playa de Saleccia está tan lejos de la ciudad más cercana de Córcega que casi parece un paraíso perdido. Está a mucha distancia de todo, sí, pero el difícil recorrido merece muchísimo la pena. Si te mueves por carretera, puedes llegar hasta este oasis gracias a la vía que sale desde Casta, sin asfaltar y de unos diez kilómetros. El viaje puede ser ajetreado, por lo que te recomendamos que te desplaces en moto o en un vehículo cuatro por cuatro.

La mayoría de los visitantes prefieren montar en los taxis acuáticos, un trayecto en lancha que también resulta emocionante. Y, como ves, aunque el acceso a la playa de Saleccia no es fácil, aquí te espera una recompensa inolvidable en forma de aguas turquesa y arenas de color perla.

Las playas de Petit Sperone y Grand Sperone están separadas por una distancia de diez kilómetros, pero se puede acceder a ambas desde la playa de Piantarella. Desde aquí podrás disfrutar de una arena blanca extrafina y de vistas espectaculares de las islas de Cerdeña y Lavezzi.

Imagina pasar la mañana en Petit Sperone y, luego, a última hora de la tarde, dirigirte hasta Grand Sperone para ver el atardecer. Suena bien, ¿verdad? Eso sí, estas dos franjas son muy populares, sobre todo en temporada alta, así que seguramente compartirás su belleza con bastantes turistas.

Palombaggia es una de las playas más populares de Córcega y se caracteriza por aguas de color celeste, arena blanca y bellos pinares. Como ya te estarás imaginando, se trata de un lugar estupendo para practicar buceo de superficie, ya que su lecho marino oculta brillantes piedras rojas, entre muchos otros tesoros. Si te gusta la idea, puedes alquilar el equipo necesario y disfrutar de distintos deportes acuáticos en la zona.

Y cuando pique el hambre, cerca de Palombaggia podrás elegir entre numerosos restaurantes. Pero todavía hay más: tendrás a tu disposición una amplia variedad de coctelerías fantásticas, el plan perfecto para un atardecer inolvidable.

La playa de l'Ostriconi destaca por su franja de dunas, sus finas piedras y sus praderas submarinas. Todos estos atractivos están acompañados de un bello telón de fondo compuesto por espectaculares montañas y una reserva natural situada justo al lado. Las aguas son tranquilas y adecuadas para los niños, aunque sí que se forman pequeñas olas con la subida y la bajada de la marea. Además, en esta playa se permite la entrada de perros, así que podréis traer a vuestro fiel amigo de cuatro patas sin ningún problema.

Asimismo, no olvides que, aunque hay aparcamiento disponible, después de dejar el coche tendréis que caminar cerca de un kilómetro hasta la playa. Si viajas con niños, el trayecto podría ser una aventura o una caminata pesada, aunque seguro que disfrutarán cruzando el pequeño arroyo que hay antes de llegar al mar.

La playa principal de Calvi se extiende a lo largo de varias estaciones de trenes, por lo que seguro que encontrarás el lugar perfecto para ti, tanto si buscas aguas tranquilas como si deseas contemplar las algas bajo del mar. Incluso podrás dar un paseo en barco para ver ejemplares de delfín o de rorcual común.

Y por si todo esto fuera poco, la belleza de este rincón se ve acentuada por los coquetos restaurantes junto al puerto, con una excelente selección de tabernas en las que sirven gastronomía tradicional corsa. Ya con el estómago lleno, podrás descansar paseando la vista por los picos nevados de las montañas de los alrededores.

La playa de Lotu solo está a media hora en barco de la comuna corsa de Saint-Florent. Si tienes ganas de vivir una aventura, también puedes llegar a ella a pie. Eso sí, te recomendamos llevar todo lo necesario para una caminata de cuatro horas. Aunque el trayecto puede resultar pesado, la recompensa merece la pena: estarás en una bella playa escondida entre dos salientes rocosos y, a pesar de ser un destino turístico popular, comprobarás que el lugar está increíblemente limpio.

El león de granito que guarda la torre genovesa de Roccapina destaca entre las características más populares de este famoso destino de Córcega. La responsable de esta escultura animal es la propia naturaleza, que ha dado lugar a una maravilla de piedra rosada. Si a eso le añadimos una espectacular playa de arena, aguas turquesa, acantilados rojos y los colores mágicos del atardecer, el resultado es un paisaje único que parece salido de un cuadro. Para llegar a Roccapina y dejarte hipnotizar por su belleza, tendrás que caminar por un sendero estrecho, pero la recompensa merece mucho la pena.

La playa de Cupabia, una encantadora franja de costa intacta, es una opción excelente para familias con niños. Es famosa por sus aguas transparentes y poco profundas, sus dunas, su arena suave y unas olas fantásticas. A los niños les encantará practicar buceo de superficie y recoger conchas en la larga orilla. Verás que hay una zona de acampada con un pequeño restaurante en los alrededores, así que no tendrás que llevar la comida en la mochila.

La playa de Cupabia está a solo 20 minutos en coche de Porto Pollo. También hay aparcamiento disponible, por si quieres traer más accesorios para un día de playa sin necesidad de cargarlos durante un largo trayecto a pie. Eso sí, no encontrarás mucho sitio a la sombra, por lo que te recomendamos llevar tu propia sombrilla, que nunca viene mal.

La playa de Campomoro es una acogedora franja de arena ubicada en una pintoresca aldea pesquera. Se caracteriza por aguas poco profundas, una arena muy fina y vistas espectaculares para disfrutar, sobre todo, al atardecer. Su mar cristalino es tranquilo y cuenta con un banco de arena bastante amplio, lo que convierte este rincón en un sitio ideal para las familias con niños pequeños. Además, las áreas de nado están bien delimitadas para que los bañistas no se aproximen a las zonas de pesca.

Encontrarás distintos bares y restaurantes en los alrededores, pero sus precios a veces pueden ser algo elevados. Si tu presupuesto es limitado, quizá quieras traerte el almuerzo para disfrutarlo a tu aire en la playa. Para llegar hay que conducir un poco, pero la belleza de la bahía compensa con creces el trayecto. Eso sí, la zona de aparcamiento es limitada, así que te recomendamos llegar pronto para encontrar sitio sin problemas.

El espectacular paisaje de la playa de Bodri resulta perfecto para un día de relax en la costa de Córcega. Su oleaje es ideal para dejar que los niños jueguen seguros en la orilla y, cuando el agua está tranquila, es una delicia practicar buceo de superficie. A la hora de comer, puedes comprar bocadillos y demás refrigerios en las gastronetas que verás aparcadas en el sendero.

La playa suele llenarse un poco en temporada alta, pero, no te preocupes, nunca llega a ser agobiante. Eso sí, hay una zona de acampada cerca, por lo que sí que puede haber bastante gente cuando el tiempo es propicio para plantar la tienda. La playa está a diez minutos en coche de L'Île-Rousse. Además, si prefieres no conducir, siempre puedes llegar en tren.