Saint-Malo

En Saint-Malo, pasea por las imponentes murallas de piedra que rodean el casco antiguo y asegúrate de hacer una parada en el emblemático castillo y entrar en el museo de historia local que alberga en su interior. Después, puedes pasar el resto del día disfrutando de la impresionante marea de la playa de Sillon.

Los amantes de la buena comida encontrarán muchas especialidades que saborear durante su visita. En la región, la masa de las pastas se hace de una forma excepcional y destacan sus sabrosas galettes y ricos dulces como los creps y la tarta llamada kouign-amann, que parece un cruasán; también podrás degustar frescos mejillones y ostras recién cogidos, junto con vinos de renombre mundial.