Las 10 mejores cosas que hacer en Córcega

La ciudadela de Bonifacio es la localidad fortificada más antigua de Córcega. Data del siglo IX y ocupa un promontorio de dos kilómetros cuadrados al suroeste del puerto deportivo. La ciudad amurallada se caracteriza por las callejuelas angostas, los escalones de piedra, las iglesias y una gran variedad de tiendas y restaurantes. Y las vistas que ofrece del mar Mediterráneo y la costa sur de Córcega son únicas. Ten en cuenta que la subida de las escaleras hasta la ciudadela es dura y que tienes un mini tren a tu disposición. Recomendamos reservar tu hotel con antelación, ya que suelen estar muy demandados.

Petit Sperone está situada en la costa sureste de Córcega, a cinco kilómetros del centro de Bonifacio, y se considera una de las playas más pintorescas de Córcega. No se puede acceder a ella directamente porque el aparcamiento está a un paseo de 15 minutos, pero Petit Sperone bien merece el esfuerzo. La playa tiene unos 90 metros de longitud y está enclavada en una bahía cuadrada. Exceptuando el bar del aparcamiento, en la playa no hay servicios de ningún tipo. Si estuviera muy abarrotada, especialmente en verano, puedes seguir caminando hacia el sur durante otros 15 minutos hasta llegar a la playa de Grand Sperone. 

La GR20 es una ruta de senderismo que cruza diagonalmente Córcega, desde Calenzana, en el noroeste, hasta Conca, en el sureste. Abarca una distancia total de 180 kilómetros y se considera una de las rutas más duras de Europa. A lo largo del sendero, encontrarás refugios ubicados a un día de camino entre sí. Se tarda unos 15 días en recorrer toda la ruta, que puedes iniciar o concluir en Vizzavona, un pueblo situado en la mitad del trayecto. La parte norte de la ruta es la más dura.

Situadas al sur de Córcega, a pocos kilómetros al noreste del pueblo de Zonza, las Agujas de Bavella son unos picos rocosos de granito rojo que ascienden sobre las colinas de Bavella. La forma más sencilla de ver estas agujas es siguiendo una de las muchas rutas de senderismo que salen desde el Col de Bavella, por la carretera D268. La famosa ruta GR20 pasa a los pies de las Agujas de Bavella en dirección a su extremo sur, en Conca. 

El archipiélago de Lavezzi es un conjunto de pequeñas islas de granito que se encuentra a 4 kilómetros de la costa sureste de Córcega. Está situado en el estrecho de Bonifacio y alberga hermosos arrecifes que lo convierten en un destino excelente para practicar esnórquel y submarinismo. Puedes llegar a la isla Lavezzi fácilmente gracias a los barcos que conectan con ella desde Bonifacio y Porto Vecchio. Una vez en la isla, puedes realizar una ruta de senderismo de tres horas que te regalará unas espléndidas vistas para fotografiar.

Bastia está situada en el extremo noreste de Córcega y es la principal localidad comercial de la isla. También constituye el puerto principal y su terminal de ferris conecta con Francia e Italia. El puerto viejo de Bastia se sitúa al sur del embarcadero de ferris. Es un lugar estupendo para pasear en una atmósfera pintoresca y atemporal. Siéntate en una de las terrazas frente al mar y relájate viendo a la gente pasear mientras saboreas una copa de pastis o vino corso. La vida tranquila es un clásico mediterráneo y qué mejor lugar para disfrutarla que en el puerto viejo de Bastia. Si viajas con tu familia, los hoteles familiares de Bastia tienen muy buena valoración por parte de sus huéspedes.

La reserva natural de Scandola se encuentra a 15 kilómetros al norte de Porto, en la costa oeste de Córcega, y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Cubre un área de casi 20 kilómetros cuadrados, mitad tierra y mitad mar, y su abrupta costa está formada por pórfido rojo, riolita y basalto. Todos los días salen barcos hacia esta hermosa zona desde Calvi y Ajaccio. Explora las enormes grietas de sus acantilados, detente en las pequeñas calas escondidas y nada junto a los peces que habitan esta área protegida.

Aunque pueda resultar obvio, Córcega es uno de los mejores lugares de Francia para practicar deportes acuáticos. De mayo a octubre podrás nadar en las aguas que rodean la isla, cuyas temperaturas oscilan entre los 19 °C y los 24 °C. Sus numerosas reservas naturales ofrecen lugares de primera clase para bucear y hacer esnórquel; por ejemplo, La Revellata, limítrofe con la reserva natural de Scandola, o la playa de Palombaggia y el archipiélago de Lavezzi, en el sureste de la isla. Si lo prefieres, también puedes explorar todos los rincones y recovecos de la rocosa y dentada costa de la isla en kayak.

La comida es un asunto tan serio en Córcega como en el resto de regiones francesas. Al tratarse de una isla, sus habitantes confían en la medida de lo posible en la producción local y su cocina tiene un marcado carácter mediterráneo. Aprovecha para degustar exquisitos y curiosos platos, como el guiso de jabalí salvaje o la tarta de castañas. La gastronomía corsa destaca por algunos de sus manjares, como el prisutu (jamón ahumado local) o el figatellu (salchichón de hígado), acompañados de una copa de vino tinto Patrimonio. Pura felicidad.