En general muy tranquila y agradable, por lo del covid no había mucha gente y nunca hemos tenido problemas de sitio ni en la piscina ni en el comedor; cuando esté a pleno rendimiento creo que sí que los habría. El primer día empezaron a hacer las habitaciones a las 8.30 de la mañana, por una parte nos despertaron con el ruido de la limpieza de las habitaciones contiguas y por otro nos despertaron al entrar en nuestra habitación, y no es que no hubiéramos puesto el cartelito de no molestar, es que no había, pero es que no había en ninguna habitación, algo que nos sorprendió, lo tuvimos que pedir de propio en recepción; por otra parte también pedimos que si podían Empezar a hacer las habitaciones de nuestra parte del resort algo más tarde y sin problema, aunque al día siguiente a las 2 de la tarde no estaba hecha... Por otra parte los horarios estaban hechos para extranjeros, a las 22.30 el hotel estaba ya en silencio, y a las 23h cerraba todo y no podías ni tomarte algo después de cenar. Hacer una mención especial a las camareras de piso, que iban muy rápidas, haciéndolo lo mejor que podían, pero se las veía agobiadas, pocas para muchas habitaciones y para acabar antes de las 4 de la tarde.