Las 10 mejores playas del Algarve

La Praia dos Pescadores es un sensacional tramo de arena que cuenta con legiones de admiradores y que resulta perfecto para disfrutar del mes de mayo en Albufeira. La playa no deja de atraer turistas en busca de sol, aficionados a construir castillos de arena y bañistas durante todo el verano.

De hecho, uno de sus principales atractivos es su cercanía a la ciudad. Tan solo tendrás que cruzar un par de calles antes de encontrar múltiples establecimientos y bares, como locales de sushi y tabernas decoradas con azulejos que rebosan encanto local. Pero si no quieres moverte de la playa, debes saber que te esperan todo tipo de prácticos servicios, como duchas o tumbonas que podrás alquilar.

Prepara tu cámara para el momento en el que pongas el pie en la Praia da Marinha. La estampa es digna de aparecer en la portada de cualquier folleto turístico, con sus impactantes formaciones rocosas y sus elevados acantilados de ámbar. Durante los meses de verano, es una auténtica atracción para las multitudes de turistas y bañistas que acuden a la exclusiva costa de Caramujeira, a medio camino entre Albufeira y Portimão.

El principal camino hasta la arena consiste en un estrecho desfiladero rodeado por pinos y arbustos que desemboca en un anfiteatro de arena. La playa está rodeada de llamativos arcos de piedra, y unas resplandecientes aguas esmeralda bañan la orilla. Una vista realmente impresionante.

La Praia da Falésia es un lugar ideal para extender la toalla y disfrutar del sol. ¿El motivo? Tiene una extensión de casi 6,5 km bajo la escarpada costa al sur de la elegante población de Vilamoura. Es tan amplia y larga que no suele haber problemas para encontrar un hueco. Además, los altos acantilados añaden una gran sensación de privacidad y aislamiento.

De hecho, los acantilados de la Praia da Falésia son famosos por su color rojo parecido al óxido. Al ponerse el sol es cuando se aprecia mejor, ya que la luz del atardecer realza los tonos ocre y canela en toda la bahía. Si vas en invierno, aprovecha para pasear por los senderos arbolados que encontrarás sobre la playa.

La Praia da Fuseta te permitirá contemplar una costa salvaje típica de la región del Algarve. Olvídate de las playas abarrotadas de bares que encontrarás en los complejos turísticos y pon rumbo al parque natural de Ría Formosa, donde está ubicada. Aquí te esperan unos bancos de arena vírgenes y aguas cristalinas de una increíble pureza.

La playa está conectada con el paseo marítimo mediante diversos caminos de tablas que son perfectos para contemplar aves raras y paisajes de dunas, y también para buscarte un rinconcito en la costa portuguesa. Por otra parte, el cercano pueblo de Fuseta es ideal para dar con coquetas cafeterías. En las antiguas salinas suelen concentrarse los flamencos. ¿Te lo vas a perder?

La Praia de Albandeira se encuentra resguardada dentro de una cala en la parte más escarpada del sur del Algarve. Al fondo presenta una enorme cueva que recuerda la imagen de una mandíbula gigante abriendo sus fauces sobre la arena. Sobre ella se alzan macizos de pinos y eucaliptos que bordean los acantilados, mientras que los arcos de piedra se sumergen en las aguas del Atlántico para rematar un paisaje impresionante.

Esta playa es un lugar excelente para sacar a relucir tus dotes de buceo. Su topografía rocosa contribuye a disfrutar de unas aguas cristalinas y multitud de grietas submarinas donde nadar. Por su parte, los excursionistas también se sentirán como en casa en los senderos que atraviesan el promontorio que hay sobre la playa. Estos caminos suelen estar vacíos en invierno y ofrecen unos miradores donde el viento sopla con fuerza, ideales para sentir el frescor del mar en la piel.

La Praia de Vale do Lobo cuenta con algunos de los más selectos y aclamados campos de golf del sur de Europa. Está situada a unos 25 minutos en coche desde Faro, así que si no estás practicando tus lanzamientos sobre la hierba, acércate hasta la costa para disfrutar de un merecido descanso.

Los principales complejos turísticos alquilan tumbonas y sombrillas de paja para los meses de verano, pero no creas que tendrás problemas para encontrar un hueco para tu toalla, ya que la línea de playa abarca varios kilómetros. Cuando caiga el sol, dirígete hacia los bares orientados al suroeste para contemplar algunas de las mejores vistas del ocaso en la región.

La Praia do Tonel se encuentra entre dos enormes promontorios en el extremo suroeste del Algarve. Este punto sufre el poderoso embate del océano Atlántico, que azota las formaciones rocosas y los bancos de arena, generando así algunas de las mejoras olas de Europa.

Este es el motivo de que el pueblo de Sagres, ubicado sobre esta playa, esté repleto de escuelas y campamentos dedicados al surf. Se trata de una población típica portuguesa, con sus tranquilas cafeterías y cervecerías, y sus calles de adoquines. Si las olas de esta playa son demasiado grandes para ti o simplemente buscas darte un baño tranquilo, lo mejor será que te acerques a la pequeña Praia da Mareta, que está un poco más resguardada y es ideal para las familias.

Praia do Camilo se encuentra a los pies de un elevado desnivel rocoso sobre un océano que aquí adquiere los matices de las esmeraldas. Para llegar deberás bajar unas escaleras sinuosas que salvan pilas y salientes rocosos antes de alcanzar una cala de fina arena dorada a menos dos kilómetros al sur del centro de Lagos.

Junto con el resto de calas que se entretejen a lo largo de la espectacular Ponta da Piedade, esta playa cuenta con todos los imponentes acantilados y promontorios que aparecen en los folletos del Algarve. Esta accidentada geografía garantiza la ausencia de vientos en Praia do Camilo, lo que la convierte en un rincón ideal para perderse con un buen libro, tomar el sol y practicar buceo de superficie.

Amado es una hermosa y amplia playa aislada en la costa occidental, a unos 24 km de Sagres. Este tramo de costa se enfrenta a la fuerza del oleaje oceánico y resulta muy atractivo para los amantes del surf, pero también es un lugar verdaderamente especial para aquellos que disfrutan de playas algo más vírgenes.

Los altos muros de roca rojiza flanquean la parte posterior de la playa, y su arena presenta la característica tonalidad dorada y tostada del Algarve. Los promontorios de la zona cuentan con caminos que serpentean entre matas de uniolas y praderas costeras. No cabe duda, este es el lugar perfecto para contemplar una parte de Portugal menos urbanizada.

La topografía esculpida de la Praia da Rocha es lo que verdaderamente hace que este lugar sea tan interesante. Tampoco se puede pasar por alto el ambiente animado que se respira, ya que se encuentra muy cerca del pueblo turístico del mismo nombre, a menos de 2,5 km de Portimão.

La mayoría de los impresionantes acantilados se encuentran en la cercana Praia dos Tres Castelos, donde los macizos rocosos de color amarillo emergen de la tierra como aletas de tiburón. Sin embargo, lo que la Praia da Rocha ofrece a sus legiones de bañistas, jugadores de voleibol y surfistas es una arena fina, un sol agradable y un suave oleaje.