10 planes para disfrutar de Milán por muy poco

El Naviglio della Martesana, en Gorla, da buena muestra del carácter acuático de Milán, que fue un núcleo medieval rodeado de canales en el pasado. Puedes seguir este histórico cauce por medio de la principal carretera de circunvalación que rodea el centro. Hace muchos años, era posible acceder a Ticino y el lago Maggiore desde esta circunvalación a través del canal Naviglio Grande, mientras que el de la Martesana conectaba Milán con Adda y el lago Como.

La mercancía milanesa se transportaba sobre estas aguas y se construían residencias de vacaciones en las orillas. El distrito septentrional de Gorla se volvió tan bonito que acabó recibiendo el apodo de "Pequeña París". En esta zona podrás contemplar Milán desde una perspectiva diferente y a tu ritmo a lomos de una bici: imagina recorrer tranquilamente las riberas de la Martesana paseando por los parques, los antiguos puentes, los coquetos rincones y el convento de Santa Clara.

Una visita a la basílica de San Lorenzo Maggiore te permitirá descubrir uno de los lugares más fascinantes de Milán. Para ello, no te limites a contemplar la fachada del templo desde Corso di Porta Ticinese: ve hasta el parque que se extiende detrás y podrás ver el edificio en toda su grandeza. Los orígenes de la iglesia se remontan a un pasado muy lejano.

Su construcción se llevó a cabo en el siglo IV, pero se realizaron diversas obras de restauración en las que se añadieron elementos a la estructura inicial. Su interior es muy peculiar y consiste en un espacio central del cual salen tres grandes ábsides. De nuevo fuera, verás una columnata que, en su momento, formó parte del pórtico de cuatro lados del edificio y que presentan columnas con capiteles corintios de la era romana, cuando Milán era conocida como Mediolanum. Junto a ellas se extendía una carretera que llevaba a otra colonia, antecesora de la actual Pavía.

El MUDEC: Museo de las Culturas, es un centro de Milán en el que se dan cita distintas civilizaciones de todo el mundo. En él podrás ver una exposición etnológica que acoge más de 7000 piezas, incluidas obras de arte, instrumentos musicales y objetos de la vida cotidiana de muchos rincones del planeta. Junto con esta muestra permanente, también se organizan otras temporales con el objetivo de dar a conocer la expresión artística de cada continente.

Este enfoque interdisciplinar se hace aún más evidente por el hecho de que el museo no se limita a las artes visuales, sino que también incluye el diseño, la vestimenta y la música. Si te gusta la arqueología industrial y la arquitectura moderna, también apreciarás los elementos que componen el edificio del museo, una antigua nave a la que se le ha añadido una estructura de cristal de líneas curvas constantemente iluminada. ¿Quieres sacar fotos espectaculares de la construcción? Entonces acude al MUDEC cuando se ponga el sol.

La iglesia de Santa Maria presso San Satiro en Milán es célebre por su falso ábside, un elemento que debía haber tenido 10 metros y que parece haberse encajado en un espacio de solo 97 centímetros. Es obra del genio Donato Bramante, quien convirtió la restricción en una obra maestra. La iglesia es un espectacular edificio renacentista ubicado cerca de via Torino, el cual presenta una fachada elegante y armoniosa, y un interior de tres naves que se caracterizan por hileras de columnas y arcos con sofisticados ornamentos.

Durante su construcción, la diócesis no pudo obtener permiso para el espacio que requería el ábside. El ingenioso Bramante acudió al rescate creando una ilusión óptica de columnas, capiteles, bóvedas y elementos decorativos. Y consiguió su objetivo porque, desde el momento en el que pisas el umbral, este rincón del templo atrae la mirada de inmediato y, una vez que te acercas, te sorprende comprobar que, en realidad, lo que estás viendo es una pared.

Si le preguntas a alguien cómo se llega a Ca' Granda, seguramente no sepan a qué te refieres. Este antiguo hospital, construido en la segunda mitad del siglo XV, es ahora conocido por alojar las dependencias de la Universidad de Milán. En el año 1450, Francisco I Sforza, quien había restaurado el ducado tras el breve gobierno de la república Ambrosiana, intentó aumentar su popularidad reuniendo las distintas instalaciones de atención sanitaria que había repartidas por toda la ciudad en una única ubicación más práctica.

El encargado de hacer realidad este proyecto fue Filarete, un arquitecto toscano vanguardista que había trabajado en Florencia. El resultado fue un recinto que contaba, incluso, con agua corriente del canal. En la actualidad, el edificio es el resultado de distintas reformas que se fueron realizando a lo largo de los siglos y consiste en un patio central que lleva a una sección lateral para hombres y otra para mujeres, así como ornamentos de terracota en las ventanas que son originales del siglo XV.

La basílica de San Ambrosio está situada al sur de la estación de Cardona, una de las zonas más antiguas de Milán y un pilar fundamental de la espiritualidad de la ciudad. Construida por encargo de Ambrosio, obispo de Milán, y reconstruida en el siglo XI, su inusual fachada presenta un pórtico de cuatro lados y dos campanarios de distintas alturas.

El interior adopta la forma de una basílica romana y el púlpito acoge los restos de Estilicón en un sarcófago de elegantes tallas. Tampoco te pierdas la cripta, donde descansan los santos Ambrosio, Gervasio y Protasio. Otro detalle curioso del templo es un pilar romano al que se conoce como "Columna del Diablo" por dos extraños orificios que, según se cuenta, corresponden a los cuernos del ángel caído, quien se golpeó contra ella cuando Ambrosio le propinó un puntapié.

En la plaza Gae Aulenti se concentran los edificios más vanguardistas de Milán. Para disfrutarlos, solo tienes que coger el metro hasta Porta Garibaldi y subir las escaleras que llevan a la explanada, un espacio elevado que se asemeja a un banco circular gigantesco. En él podrás descansar entre fuentes, instalaciones luminosas, paneles solares y superficies de cristal.

Si miras hacia arriba, verás el rascacielos helicoidal de Unicredit y, más hacia el este, la inconfundible silueta del Bosco Verticale, o "bosque vertical". Un vistazo rápido y entenderás a qué nos referimos: el conjunto se compone de dos rascacielos con 800 árboles, 15 000 especies de hoja perenne y 5000 arbustos integrados en la estructura arquitectónica. A diferencia de los muros de vidrio o piedra, que reflejan y amplifican la luz del sol, las plantas filtran los rayos, regulan la humedad y absorben el dióxido de carbono y las partículas finas.

La Casa-Museo Boschi Di Stefano, en Milán, es gratuito y te permite conocer una colección privada de arte que cuenta con cerca de 300 cuadros, dibujos y esculturas fruto del esfuerzo del matrimonio formado por Antonio Boschi y Marieda Di Stefano. En la actualidad se exponen al público en el que fue su hogar, una estructura de los años 30 ubicada en una calle paralela a Corso Buenos Aires.

Las obras incluyen, sobre todo, arte italiano, con trabajos de Boccioni, Severini, De Chirico, Carrà, Morandi, De Pisis y Sironi. De este último puedes visitar toda una sala. No te pierdas la sección Fontana, que acoge unas 20 obras verdaderamente fascinantes. La casa-museo se inauguró a petición de la pareja y, durante la visita, podrás contemplar parte del mobiliario original, una buena muestra del estilo y los gustos del siglo XX.

Si buscas contemplar la arquitectura Liberty del barrio de Porta Venezia, en Milán, te recomendamos empezar con la Casa Galimberti, ubicada en Via Malphigi. Este edificio de principios del siglo XX se caracteriza por balcones de hierro forjado y coloridos mosaicos. De hecho, los Galimberti, una familia de empresarios de la construcción, son los responsables de introducir el estilo Liberty en la ciudad. Justo enfrente de esta estructura se levanta la Casa Guazzoni y, si continúas por Via Frisi, te encontrarás con el antiguo cine Dumont, ahora una biblioteca.

Por su parte, el Palazzo Castiglioni se eleva majestuoso cerca de los jardines de Porta Venezia, en su extremo sur. Sigue por la Via Senato y pasarás junto a la Casa Tosi de camino a la Via Cappuccini, donde se encuentra la Casa Berri Meregalli, la cual combina el estilo Liberty con elementos góticos y renacentistas. La última parada de nuestra visita se encuentra en la Via Bellini. Aquí destacamos el Palazzo Campanini, adornado con dos impresionantes figuras femeninas a ambos lados de la entrada.

El MAUA, Museo di Arte Urbana Aumentata, o Museo de Arte Urbano Aumentado, es una gigantesca y peculiar exposición al aire libre. Para empezar, no podemos darte ninguna dirección: no la hay. Las obras se encuentran repartidas por toda la ciudad, y depende de ti elegir la forma de disfrutarlas. Para ello, debes descargarte la app Bepart en tu smartphone y, a continuación, seguir el mapa que te guiará por la ciudad en esta especie de juego de pistas.

Cuando te encuentres con una pieza artística en un edificio, enfócala con tu teléfono: las imágenes comenzarán a moverse y las paredes cobrarán vida con animaciones sorprendentes. Los murales se encuentran repartidos en cinco áreas de la periferia: Giambellino-Lorenteggio, Adriano-Padova-Rizzoli, Corvetto-Chiaravalle-Portodi Mare, Niguarda-Bovisa y QT8-Gallaratese. Los residentes de estos barrios fueron los responsables de elegir la temática de los trabajos, y en el proyecto participaron numerosos artistas, como los grafiteros, que pintaron directamente sobre la pared, así como los diseñadores de las animaciones, los cuales se encargaron de supervisar los efectos digitales.