Los 10 mejores restaurantes de Nápoles

L'Antica Pizzeria da Michele es una histórica pizzería inaugurada en 1906. Solo te llevará un par de minutos echarle un vistazo al menú y elegir lo que vas a tomar: sus únicas especialidades son, y siempre han sido, las modestas pizzas margarita y marinara.

Este local de ambiente informal se encuentra en un callejón cerca de Corso Umberto I, a unos 450 metros al norte de la plaza del Mercado. A veces es necesario hacer cola para conseguir mesa, pero charlar con los demás clientes mientras esperas es parte de la experiencia, sobre todo porque mucho de ellos son napolitanos.

La Pizzeria Brandi es, probablemente, el restaurante en el que se inventó la pizza en Nápoles. La leyenda afirma que, en 1889, Raffaele Esposito hizo la primera de miles de millones de estas masas en el mundo y se la dedicó personalmente a la reina Margarita de Saboya.

Junto con la obligatoria margherita, aquí también puedes probar la deliciosa pastiera napoletana, una tarta que se elabora con trigo, huevos y ricotta, y a la que se añade agua de azahar. Lo mejor de todo es que los precios son bastante razonables. Así que, ya sabes, entra y disfruta de un establecimiento histórico con una decoración sorprendentemente elegante de mesas adornadas con plantitas y antiguas pinturas en las paredes.

La gastronomía napolitana no se reduce a pizza, pasta y pescado. La ciudad es casi más famosa en todo el mundo por sus dulces. De todas las pastelerías que puedes visitar en Nápoles, Sfogliatella Mary es una de las más originales y características, y es que este pequeño local, con un mostrador que da directamente a la calle, ofrece una amplia variedad de postres locales para llevar.

Entre los imprescindibles se incluyen la sfogliatella de la casa, un hojaldre relleno con forma de concha, y el babà, un bizcocho bañado en sirope y licor. Todos ellos se elaboran a diario. Sfogliatella Mary se encuentra en la Galleria Umberto I, unas galerías comerciales muy elegantes que datan del siglo XIX.

Friggitoria Vomero es un pequeño local familiar ubicado en la Via Domenico Cimarosa, cerca de la estación de tren de la plaza Fuga. El establecimiento casi no ha cambiado desde que abrió sus puertas en 1938.

En su mostrador se expone una variada oferta de especialidades fritas, tales como el crocché, una especie de croqueta con puré de patatas y huevo; los paste cresciute, o buñuelos; los arancini, que son bolas de arroz empanadas; las melanzane in padella, o berenjenas fritas, y los scagliozzi di polenta, que se elaboran con rebanadas de polenta. Si tienes prisa, el restaurante te preparará un cuoppo, o surtido empaquetado para llevar.

Cibi Cotti Nonna Anna, que se traduce como "la comida de la abuela Ana", ofrece un ambiente acogedor que llena de nostalgia a los napolitanos que lo frecuentan. Aquí comerás junto a ellos en mesas con manteles de papel, pero también en compañía de algún que otro mochilero de visita.

El local ofrece una excelente relación calidad-precio, ya que, por unos pocos euros, podrás disfrutar de una abundante ración de pasta, lasaña, albóndigas o pescado frito, según sea el especial del día. Cibi Cotti Nonna Anna está situado al final del mercado cubierto de Torretta, a poca distancia andando del paseo marítimo Caracciolo y del puerto deportivo de Mergellina.

Un viaje a Nápoles nunca estará completo sin un expreso en el histórico Gran Caffè Gambrinus, sobre todo si te gustan los buenos cafés. Este local de estilo Liberty está ubicado en Via Chiaia, y cuenta con decoración de estuco y pinturas de finales del siglo XIX.

Siempre ha sido lugar de reunión de artistas, escritores, filósofos y políticos. Además de su ilustre clientela, también es célebre por ser la cuna de una tradición solidaria llamada caffè sospeso, la cual consiste en pagar dos cafés y darle uno de ellos a alguien que no pueda permitírselo.

La Trattoria Nennella es un restaurante sencillo y acogedor que se especializa en platos auténticamente napolitanos. Se encuentra situado en Vico Lungo Teatro Nuovo, a unos 150 metros de la estación de metro de Toledo.

De su menú destacamos la pasta con patatas y provolone; la zuppa di fagioli con calamari, o sopa de legumbres con calamar, y los pennette al ragù e ricotta. El establecimiento es muy popular entre las familias de la ciudad, sobre todo para cenar, así que lo mejor es llegar pronto o evitar las horas punta porque no se admiten reservas.

La Pasticceria Tizzano es una pastelería con solera ubicada en el centro histórico de Nápoles, a poca distancia a pie de la estación central y la Piazza Nazionale. El local es muy conocido en toda la ciudad, sobre todo, por sus babàs recién hechos. Estos bizcochos con sirope y licor se venden en distintos tamaños y con múltiples variaciones. Puedes probar la versión clásica y atreverte después con sabores más experimentales como el ron, el limoncello, all'amarena (cereza negra) y alla crema.

La Pasticceria Tizzano también se especializa en muchos otros dulces napolitanos, entre los que te recomendamos los famosos sfogliatelle, unos deliciosos hojaldres rellenos con forma de concha; los pastiere, o tartas elaboradas con trigo, huevos, queso ricotta y agua de azahar; los struffoli, unos pequeños buñuelos dulces; los mustaccioli, o pasteles especiados y cubiertos de chocolate, y los casatielli, unas empanadas rellenas con forma de rosco.

La Rosticceria Imperatore es un lugar imprescindible si buscas probar la comida callejera de Nápoles. El local abrió sus puertas en 1906 y aún lo siguen llevando los descendientes del propietario original, que han logrado preservar una atmósfera acogedora y relajada. Su escaparate, amplio y bien iluminado, muestra especialidades clásicas de este tipo de establecimientos, tales como la pasta frita; la crocché, o croquetas de puré de patatas y huevo; los arancini, o bolas de arroz empanadas y fritas; los graffe, unos buñuelos con base de patata y limón, y los scagliozzi, que se elaboran con polenta frita.

Si vas con mucha hambre, la Rosticceria Imperatore ofrece platos tradicionales de la Campania, como la pizza y los calzoni, así como platos de carne, pasta y arroz de temporada. Y lo mejor: abre hasta la 01:00, por lo que es el lugar perfecto para llenar el estómago si se te hace tarde de bares por Nápoles.