9 actividades para hacer en Belfast en un día

El ayuntamiento de Belfast es el monumento más impresionante de la ciudad, además del lugar ideal para empezar la jornada. Durante los meses más cálidos, encontrarás cafeterías y restaurantes delante de este edificio municipal, en la plaza Donegall. Cuando llega la temporada festiva, toda la zona se trasforma en un paraíso invernal rodeado de mercadillos y adornos navideños.

Además de disfrutar de las maravillas de su exterior, también puedes acceder al ayuntamiento y recorrer su museo o hacer una de las visitas guiadas por el recinto, todo completamente gratis. La visita dura una hora y podrás unirte a ella registrándote en recepción.

Titanic Belfast es un fascinante museo dedicado al desafortunado navío, el transatlántico más grande de su época. El barco se construyó en Belfast a principios del siglo XX y consiguió cautivar a personas de todo el mundo, tanto por su tamaño como por el lujo que derrochaba. Cuando se hundió durante el viaje inaugural por el Atlántico, su historia causó sensación. Más de 1500 personas murieron en las aguas gélidas, y los dramáticos relatos de los pasajeros se narran con todo lujo de detalles en este museo situado en el puerto de Belfast, cerca del lugar donde fue construido.

Este mercado de estilo victoriano supone una preciada reliquia del pasado. Aquí encontrarás 300 vendedores con una oferta variada de productos frescos, manualidades, antigüedades y comida recién hecha. El mercado cobra vida los domingos gracias a las actuaciones musicales en vivo y al ambiente festivo. Su sección de pescado fresco es especialmente apreciada, por lo que te recomendamos aprovechar la ocasión para probar las ostras irlandesas. Un autobús gratuito recorre la avenida Real desde el centro de la ciudad hasta el mercado de San Jorge todos los sábados de 08:00 a 15:00.

Pasear por las calles es una forma estupenda de empaparte del auténtico espíritu de una ciudad y, en Belfast, esto implica dirigirse al barrio de la catedral. Los puntos de interés más destacados incluyen la catedral de Santa Ana, el reloj conmemorativo del príncipe Alberto, la ópera y varios museos, como el impresionante Museo Memorial de la Guerra de Irlanda del Norte. Si después del recorrido necesitas calmar la sed, dirígete al pub The Duke of York situado en la estrecha y adoquinada calle Commercial Court, en la que también encontrarás un museo al aire libre.

Las crónicas de Narnia es una saga fantástica escrita por el autor oriundo de Belfast C. S. Lewis en los años cincuenta. Estas populares novelas son muy apreciadas por las familias, y en esta plaza pública situada al este de la ciudad podrás hacerte fotos con muchos de sus personajes, como la Bruja Blanca, Tumnus y el león Aslan. Esta plaza se encuentra junto al centro de visitantes de la zona este, que cuenta con interesante información turística y exposiciones. Puedes llegar hasta aquí andando desde la estación de tren del barrio del Titanic.

El Jardín Botánico de Belfast es un lugar fantástico para disfrutar de un día soleado en la ciudad. Se encuentra junto a la Universidad de la Reina y en él podrás ver a muchos estudiantes que se relajan sentados en la hierba o disfrutando de la amplia selección de plantas y flores. No te pierdas la Casa de las Palmeras, que alberga especies exóticas de todos los rincones del planeta. El Museo del Úlster se encuentra al norte del jardín.

Durante la inestabilidad política de los setenta, Belfast era un lugar radicalmente distinto a la próspera ciudad multicultural que vemos hoy. Estas obras de arte urbano son un importante recordatorio de su turbulento pasado, cuando las dos mitades de la ciudad se enfrentaban por la soberanía de Irlanda del Norte. Los dos bandos de este prolongado conflicto eran los protestantes unionistas, que querían seguir siendo parte del Reino Unido, y los nacionalistas católicos, que abogaban por la reunificación de Irlanda.

El mejor lugar para contemplar estas importantes obras de expresión artística es la calle Falls Road, a corta distancia en coche al oeste del centro de la ciudad. Puedes realizar el trayecto de diez minutos en taxi o apuntarte a una visita guiada por la zona para que el guía pueda arrojar luz sobre el contexto de las obras.

Esta antigua cárcel acogió a gran parte de los principales protagonistas del conflicto de Irlanda del Norte, que se conoce localmente como "The Troubles", que significa "los problemas". Este edificio de estilo victoriano dejó de funcionar como cárcel en 1996 y desde entonces ha pasado a convertirse en un museo que documenta la difícil situación de los hombres que eran enviados allí. Los guías son sensacionales y presentan los hechos de manera clara y objetiva. No se trata de una visita para todos los públicos, ya que se puede acceder a algunas de las secciones más truculentas de la prisión.

Los pubs irlandeses son toda una experiencia cultural que no te puedes perder. Muchos de los mejores pubs de Belfast ofrecen música en vivo, buena comida y una amplia variedad de cervezas y whiskeys irlandeses. Dirígete al barrio de la catedral para dar con un buen repertorio de pubs entre los que elegir, muchos de los cuales llevan siglos sirviendo esta bebida fermentada. Los pubs que te recomendamos incluyen The Dirty Onion, The Duke of York y The John Hewitt Bar.