9 tesoros ocultos de Jersey

Devil's Hole es una cueva derrumbada que parece silbar cuando las olas golpean contra las rocas. Se encuentra en la costa norte de Jersey, muy cerca de Sorel Point en el North Coast Trail, y es un lugar que no te costará trabajo localizar gracias a la estatua de bronce que vigila la costa. Desde los miradores, no solo podrás divisar otras islas del canal, también podrás llegar a ver la costa francesa.

Si quieres visitar esta peculiar maravilla natural por tu cuenta, coge el autobús número 4 para llegar a la costa norte desde alguna de las principales localidades del sur de la isla de Jersey. La ruta hasta el mirador empieza en el pub The Priory Inn.

El Reg's Garden es obra de un apasionado jardinero de Jersey muy conocido. Pasear por la zona es toda una delicia y, entre las plantas, encontrarás representaciones de hadas y duendes, así como peces koi en el estanque central. Sin duda, se trata de un lugar muy bonito para visitar en familia. ¿Y lo mejor de todo? La entrada es gratuita.

Haz coincidir tu visita a estos jardines premiados con una excursión a los campos de lavanda de Jersey, que se encuentran muy cerca. Si tu viaje es en verano, concretamente entre junio y agosto, podrás disfrutarlos en plena floración.

El Hamptonne Country Life Museum es un museo donde se explora la vida rural de Jersey durante siglos. La granja data del siglo XV y ofrece varias exposiciones prácticas que muestran cómo se vivía en la región.

Puedes visitar la pocilga que hay en el propio museo y ver a las vacas pastar en los campos, o bien darte un paseo por el huerto de manzanos para conocer el proceso de producción de la sidra. Tampoco debes dejar de visitar sus edificios históricos, cada uno de un siglo diferente: se han conservado a la manera de la época para que te sientas como si hubieras viajado atrás en el tiempo.

La Hougue Bie, que data del año 3500 a. C., es uno de los muchos restos neolíticos encontrados en Jersey. Este pasadizo de 18 metros de largo fue excavado por primera vez en 1925 y atraviesa un pequeño promontorio. Se cree que constituía el lugar de celebración de ceremonias religiosas en un pasado muy lejano. En la actualidad, hay una capilla medieval sobre de la tumba.

Justo al lado encontrarás el Museo de Geología y Arqueología, donde se muestran objetos artesanales y otras piezas que se han hallado en la zona, además de la famosa momia de Jersey. La Hougue Bie se ubica en la localidad de Grouville y la visita a la tumba no está recomendada a personas claustrofóbicas, ya que el pasadizo es bastante estrecho.

La estatua del sapo de Jersey, también conocida como "Le Crapaud", es una escultura peculiar y divertida situada en el centro de Saint Helier, donde confluyen Charing Cross y Broad Street. Sin duda, es una muestra del humor irónico de los lugareños, ya que "sapos" era el insulto que recibía la gente de Jersey por parte de sus vecinos franceses. Pero los habitantes de Jersey, lejos de enfadarse, hicieron del sapo su símbolo nacional.

No te vayas de aquí sin hacerte un selfie con este sapo tan gruñón que parece observar a los compradores, familias y lugareños que entran a los concurridos restaurantes y tiendas que lo rodean.

Pasear junto al mar hasta la torre Seymour es uno de los planes más inusuales que puedes hacer en Jersey. La torre Seymour se construyó originalmente como defensa costera en el siglo XVIII, pero ahora ofrece una casa de huéspedes de lo más singular. Visitarla es el punto fuerte de esta excursión entre rocas y arena que debe realizarse con la marea baja.

Eso sí, ten en cuenta que la marea sube rápidamente y, si te despistas, quizás no puedas salir de la torre. Para ahorrarte disgustos, lo mejor es que reserves una excursión.

Faulkner Fisheries es el lugar de referencia si buscas pescado fresco en Jersey: aquí se sirve a la barbacoa y a pie de playa. Este restaurante y proveedor de alimentos está situado en un búnker reconvertido que se encuentra en el extremo noroeste de la isla. Ofrece vistas a la playa de St. Ouen y constituye uno de los tesoros de la zona.

Puedes elegir entre pedir productos del mar para llevar o dejar que ellos los cocinen: en cualquier caso, se trata de una de las opciones con mejor relación calidad-precio de Jersey. La comida se sirve en una bandeja de papel de aluminio, pero la calidad del restaurante queda patente en el sabor de las langostas, los cangrejos, los calamares y los pescados frescos. Eso sí, intenta ir a Faulkner Fisheries cuando haga buen tiempo, ya que no hay ningún sitio donde resguardarte de la lluvia.

El faro La Corbière, situado en un saliente rocoso en la costa oeste de Jersey, es un lugar muy popular para ver el atardecer. Con la marea baja, puedes pasear hasta el faro por un sendero de hormigón, pero no olvides prestar atención a los cambios en la marea.

Tampoco puedes perderte las pequeñas piscinas que se forman en las rocas; si te fijas bien, quizás puedas llegar a ver cangrejos, gambas y estrellas de mar. Si te apetece cenar con unas magníficas vistas, en el bar restaurante Corbiere Phare, situado en una colina con vistas al faro, podrás disfrutar de una cocina moderna en un entorno impresionante.

Los búnkeres de guerra de Noirmont Point los construyeron los invasores alemanes que asaltaron la isla durante la Segunda Guerra Mundial. El promontorio rocoso se encuentra muy cerca de Saint Aubin, en la costa sur de Jersey. Puedes explorar la torre de observación, los almacenes de municiones y el cuartel general.

Aunque estas estructuras se construyeron en la década de 1940, se han mantenido en magnífico estado hasta el día de hoy. En días despejados, puedes disfrutar de una panorámica del canal e incluso llegar a ver la costa de Francia a través del periscopio que se usaba para espiar a los barcos británicos.