Las 10 mejores playas de Jersey

La bahía de St. Brelade es una playa muy popular que suele incluirse entre los mejores arenales de Gran Bretaña. Además, no faltan los restaurantes, los bares y las cafeterías en las cercanías, en los que podrás disfrutar de una variada oferta gastronómica, desde pescado hasta pizza, con unas magníficas vistas al mar. La playa está orientada al sur y es muy soleada en verano, pero también vale la pena visitarla en invierno para dar un agradable paseo por la arena dorada entre la histórica capilla de los Pescadores, en el extremo oeste, y la contigua playa de Ouaisné.

Se puede acceder cómodamente a St. Brelade en el autobús 12 o 14, con salida de St. Helier y varias paradas a lo largo de la carretera. Dispone de acceso para personas con discapacidad gracias a BeachAbility, una organización benéfica local que ofrece sillas de ruedas adaptadas al terreno a los visitantes que las soliciten. Si tienes coche, encontrarás cerca aparcamientos públicos.

La bahía de St. Ouen es uno de los rincones preferidos de los aficionados al surf, donde se han celebrado en varias ocasiones campeonatos británicos y europeos de este deporte. La playa atrae a numerosos visitantes a lo largo de todo el año, no solo por su arena dorada, sino porque forma parte del parque nacional de Jersey. St. Ouen ocupa más de la mitad de la costa occidental de Jersey, cuya extensión total alcanza los ocho kilómetros. Aunque la playa puede llegar a estar muy concurrida, no te resultará complicado encontrar algún lugar tranquilo para disfrutar de una barbacoa en familia o un pícnic romántico.

Existen numerosas plazas de aparcamiento a lo largo de la bahía, aunque pueden llenarse rápidamente, sobre todo en temporada alta. Para evitar problemas de estacionamiento, te recomendamos que cojas el autobús 12a.

Havre des Pas es una playa muy popular situada a las afueras de St. Helier, la capital de la isla. Se trata de un lugar inigualable para disfrutar de unas auténticas vacaciones británicas con un regusto de antaño. Cuenta con piscinas de la época victoriana que se llenan de agua cuando sube la marea y dan lugar a pozas de agua salada que los bañistas pueden disfrutar cuando baja el mar se retira. Esta zona de la isla está envuelta en una agradable atmósfera de otra época gracias al puerto cercano y a la arquitectura victoriana del entorno.

No está permitido practicar deportes acuáticos, pero si te gusta relajarte al sol puedes alquilar una tumbona. Durante todo el verano hay un socorrista de servicio, lo que convierte Havre des Pas en un lugar seguro para que los niños naden. No muy lejos de las piscinas y de la playa, existen plazas de aparcamiento públicas. Además, este es el arenal más cercano a St. Helier, por lo que, si te alojas aquí, también podrás llegar cómodamente a pie.

La playa de Beauport, situada al sur de la isla, está resguardada en la bonita bahía del mismo nombre. Con su arena dorada, no es de extrañar que sea uno de los rincones favoritos de los lugareños y que aparezca a menudo en la publicidad turística. Este arenal soleado y protegido de los vientos es todo un imán para las familias, los bañistas y los nadadores durante los meses de verano. Además, es un lugar inmejorable para practicar buceo con esnórquel y submarinismo.

La playa se encuentra junto a una reserva natural y se puede acceder a ella a través de una larga escalera, lo que por desgracia limita el acceso a algunas personas. La zona prácticamente carece de instalaciones y, aunque suele ser seguro nadar en sus aguas, no tiene socorrista. A pesar de todo, se trata de un arenal innegablemente bonito en una isla ya de por sí pintoresca.

La playa de Plemont es el sueño de todo fotógrafo. Los imponentes acantilados que se alzan a ambos extremos de este arenal dorado con forma de media luna hacen que el entorno sea espectacular. La playa es ideal para los más pequeños, sobre todo cuando baja la marea y se forman piscinas naturales en las rocas. Además, en los alrededores también hay cuevas y una cascada que vale la pena explorar. Aunque las aguas suelen estar tranquilas y se puede nadar sin problema, cuando el mar se pica se forma un fuerte oleaje, lo que explica que sea un destino tan popular entre los surfistas de la zona.

Para acceder a la playa, debes bajar unas escaleras que encontrarás junto a una cafetería, desde las que podrás disfrutar de unas vistas increíbles. Hay zonas de estacionamiento públicas en las cercanías, aunque también se puede llegar en el autobús 8.

La playa de Bonne Nuit (literalmente, "de las buenas noches") se halla en un pequeño puerto de la costa norte de Jersey resguardado por altas colinas. Este es el motivo principal por el que suele estar protegida de los fuertes vientos que suelen soplar en la costa de la isla. Debe el nombre a su merecida reputación como rincón apacible y relajante, incluso en nuestros días. Aunque es principalmente una playa de guijarros, cuando baja la marea queda al descubierto una pequeña franja de arena, donde da gusto tumbarse al final del día, cuando el sol se pone tras las colinas cercanas.

Dado que el puerto todavía sigue en uso en la actualidad, no está permitido nadar ni practicar deportes acuáticos, pero esto lo compensan con creces las vistas inigualables de las que se puede disfrutar desde las colinas de los alrededores. Estas formaciones rocosas son el punto más alto de Jersey, donde los visitantes más aventureros podrán practicar parapente. En la playa está permitida la entrada de perros.

La playa de la bahía de Bouley es otro arenal espectacular de Jersey, puesto que se halla a los pies de unos acantilados de más de 120 metros de altura. Esta franja de costa de tres kilómetros es un lugar inmejorable para observar la naturaleza. Aunque la playa es de guijarros, cuenta con numerosas piscinas de rocas donde los niños se entretendrán contemplando las pequeñas criaturas marinas que habitan en ellas. Incluso podrías avistar algún que otro delfín o frailecillo durante tu estancia en Bouley. El centro de submarinismo de la zona organiza excursiones por el mar para ver más de cerca la fauna local, como focas y delfines. Si después de estas actividades se te abre el apetito, encontrarás a tiro de piedra el chiringuito Mad Mary's, famoso por su delicioso chocolate caliente.

La playa de la bahía de Bouley se halla en la costa norte de Jersey, a unos 20 minutos en coche de St. Helier, aunque también se puede llegar en el autobús 4.

La playa de Rozel es famosa por dos cosas: la magnífica oferta de restaurantes y la suave arena blanca que queda al descubierto cuando baja la marea. Además, es un lugar fantástico para descansar, nadar e incluso pescar. La playa está resguardada de los vientos y, dada su orientación hacia el noreste, no hay nada como contemplar el sol ocultándose tras el cabo al anochecer. Si viajas acompañado de tu perro, estás de suerte, ya que está permitido su acceso a la playa.

En el puerto del mismo nombre, encontrarás una cafetería muy popular y varios restaurantes junto a los botes pesqueros y las casetas de vacaciones. Solo se permite estacionar en el puerto, pero para evitar el engorro de tener que aparcar puedes llegar hasta aquí en el autobús 3.

La playa de Grouville es una atractiva franja de arena situada en la costa este de Jersey, cuyas aguas poco profundas y cálidas atraen irresistiblemente a los nadadores de la zona. Además, la corriente no es fuerte, por lo que resulta ideal para practicar varios deportes acuáticos y para que los niños jueguen a su aire. Aun así, debes tener en cuenta que no hay socorrista, por lo que no debes perder de vista a los peques.

Cerca de la playa de Grouville encontrarás numerosos bares, restaurantes y cafeterías, ya que está ubicada justo al lado de la localidad de Gorey. Al sur, se halla el Real Club de Golf de Jersey, con unas vistas magníficas del puerto y del castillo de Mont Orgueil. Existe un aparcamiento público en la zona, pero los días de sol las plazas se llenan rápidamente. Si prefieres desplazarte en transporte público, puedes coger el autobús 1.

La bahía de Ouaisné es un rincón apacible y solitario muy recomendable para las familias y las parejas que desean alejarse de las muchedumbres. Se halla no muy lejos de la bahía de St. Brelade, a la que se puede llegar fácilmente a pie cuando baja la marea. Las aguas están impolutas, lo que convierte a esta playa en un lugar inmejorable para nadar y practicar deportes acuáticos. De hecho, el espacio que se halla tras el arenal es un área de conservación que vale la pena explorar. En la zona también hay fortificaciones construidas por los nazis y una torre Martello, lo que añade personalidad e interés histórico al lugar.

Además de un pub, un restaurante y una cafetería, hay numerosas plazas de aparcamiento, baños y un servicio de alquiler de tumbonas, pero no socorristas. No se puede llegar directamente en transporte público, aunque los autobuses 12 y 14 tienen parada en la cercana bahía de St. Brelade.