11 pueblos y ciudades pintorescos de la Isla de Man

El pueblo de Laxey es conocido, sobre todo, por su famoso molino de agua, cuya silueta domina el hermoso paisaje de Laxey Glen. Y, sin embargo, si sigues el curso del río homónimo en dirección al mar, encontrarás una bonita localidad costera construida en las empinadas colinas que rodean la desembocadura y un puerto repleto de embarcaciones.

Puedes llegar a Laxey desde Douglas, ubicada a menos de 13 kilómetros al sur, en el tren de la Manx Electric Railway. Quizá quieras cambiar de tren en la bulliciosa estación del pueblo para montar en la línea Snaefell Mountain Railway, con la que podrás llegar al punto más alto de la isla. Además de su selección de cafeterías y restaurantes, Laxey cuenta con otros atractivos como la tumba del rey Orry, el conjunto funerario megalítico más grande de la isla de Man, así como diversos museos y una coqueta playa de guijarros.

Castletown es una pequeña localidad histórica en el sur de la isla de Man que es conocida, sobre todo, por su castillo. De ahí el nombre. La fortaleza de Rushen domina todo el centro y se construyó para un rey vikingo en el siglo XVI. Comprobarás que la estructura se ha conservado extraordinariamente bien y que ahora acoge un museo con interesantes exposiciones.

Castletown fue la capital de la isla hasta el año 1869 y, en la actualidad, ofrece al visitante una impresionante selección de tiendas y restaurantes escondidos en sus estrechas callejuelas. En torno a un encantador puerto de reducidas dimensiones encontrarás varios museos y lugares de interés históricos, entre los que destacan la Antigua Casa de las Llaves y el Museo Náutico. Durante tu recorrido, busca las puertecitas de las hadas, hay más de 70 en los rincones más inesperados.

La localidad costera de Ramsey, en la zona norte de la isla de Man, es su segunda ciudad más importante después de la capital, Douglas. Es la última parada del ferrocarril Manx Electric Railway y un lugar que, sin duda, merece la pena visitar. Está construida en torno a un amplio puerto en la desembocadura del río Sulby, el cual acoge un lago que constituye la pieza central del parque de Mooragh, del siglo XIX.

Ramsey es un destino muy popular entre los aficionados a lo deportes de motor. En primer lugar, se trata de un lugar perfecto para ver el campeonato TT Isla de Man y el Gran Premio de Manx, ya que presenta curvas cerradas como el Ramsey Hairpin en las montañas al sur, el Gooseneck un poco más allá e incluso una en mitad de la ciudad. Durante la semana del TT también se celebra el Ramsey Sprint, en el que las motos compiten en una carrera de aceleración a lo largo de 200 metros en el paseo marítimo de Mooragh, ubicado junto a la playa del municipio.

La encantadora localidad de Port St Mary se concentra, sobre todo, en torno a su playa de arena y al cabo que se adentra en el mar un poco más al sur, junto a un puerto de pequeñas dimensiones. La línea Isle of Man Steam Railway tiene parada allí, aunque la estación se encuentra a poca distancia andando a las afueras del municipio. Si quieres dar un paseo más largo e interesante, sigue los acantilados al sur del pueblo, pasa el campo de golf y llegarás a paisajes costeros muy bonitos y a la isla Calf of Man.

Por su parte, la playa de Port St Mary, conocida también como "la de la Capilla", es un buen rincón para nadar. ¿Eres más de pesca o de surf? Entonces, tu lugar es Gansey Bay, en los alrededores. Para disfrutar del pescado sin tener que capturarlo antes, puedes dirigirte a la lonja del puerto o acudir a los mejores locales de fish and chips.

Port Erin ha sido un popular destino turístico desde la época victoriana, sobre todo gracias a su bella bahía protegida y a su playa de arena. Esta localidad de considerable tamaño es la última parada de la línea Isle of Man Steam Railway y acoge el museo de dicho ferrocarril. Su ubicación hacia el oeste permite contemplar preciosas puesta de sol. Además, cuenta con un paseo marítimo repleto de instalaciones.

Por su parte, Bradda Head es un cabo de roca que se eleva imponente en el extremo norte de la playa y se halla coronado por la peculiar torre de Milner, una estructura construida en el año 1871 en memoria de William Milner, filántropo local y propietario de la que fue una famosa empresa fabricante de cajas fuertes. De ahí su silueta en forma de llave. Los empinados acantilados del cabo constituyen un lugar fantástico para caminar y sacar fotografías únicas, mientras que las aguas de la zona son muy populares para bucear.

Peel es la localidad más grande de la costa oeste de la isla de Man y cuenta con alguna de sus mejores playas. Aquí podrás disfrutar de bonitas franjas de arena dorada que se extienden hasta tocar los empinados acantilados en dirección norte y sur. La más destacada es, sin duda, Fenella, lo único que conecta el municipio con la isla de San Patricio y el castillo.

Este último es el mayor atractivo de Peel si no contamos la costa, pero también te recomendamos visitar House of Manannan, un excelente museo interactivo que cuenta la historia de la isla de una forma muy amena. Se encuentra ubicado junto al puerto y rodeado de otros museos interesantes y de una buena oferta de cafeterías y restaurantes.

Kirk Michael es una encantadora aldea junto al mar situada en la costa oeste de la isla de Man. Se encuentra ubicada junto a Glen Wyllin y su extraordinaria playa, pero es que, además, tienes las bellas cascadas de Spooyt Vane, en Glen Mooar, a poca distancia en dirección sur. Si te gusta la naturaleza, te van a encantar Kirk Michael y sus paisajes.

Eso sí, el ambiente sereno del pueblo cambia por completo durante el campeonato de motociclismo TT Isla de Man, cuando se convierte en un estupendo lugar desde el que ver las carreras. Aquí las motos frenan solo un segundo en el cruce de la periferia sur, pisan a fondo en Main Road, pasan a toda velocidad por la iglesia parroquial de San Miguel y por la carretera arbolada que da acceso a una amplia granja, y siguen como un rayo en dirección noreste, hacia Ramsey.

Más que un pueblo, Maughold es una amplia zona de áreas de cultivo salpicada con algunas casas de campo. Lo que sí abundan son los amplios paisajes y la belleza natural, por lo que es el destino ideal si buscas disfrutar de actividades al aire libre. En concreto, destaca por algunos de los valles más bellos de la isla de Man, incluidos Ballaglass Glen y Dhoon Glen, este último con una hermosa cascada.

El ferrocarril Manx Electric Railway para cerca de Maughold, en Dhoon Glen Halt. Te recomendamos buscar las llamativas cruces celtas del cementerio y visitar Maughold Head, un cabo que constituye el punto más oriental de la isla y que ofrece buenas vistas de la costa junto al faro.

St John's es una pequeña localidad con un papel muy importante en la historia de la isla de Man. Está situada al sureste de Peel, en un bonito valle adornado con parques y plantaciones, y, sin embargo, su principal atractivo es la pequeña colina artificial en el centro del casco urbano.

Tynwald Hill se eleva a solo 3,6 metros de altura y se compone de cuatro escalones de tierra que supuestamente proviene de las 17 parroquias de la isla. El Gobierno de Manx, llamado Tynwald, es, según se afirma, el parlamento que más tiempo lleva en activo, y proclama aquí las nuevas leyes que entran en vigor durante una ceremonia de la época de los vikingos. El evento forma parte del festival Tynwald Day, que se celebra en torno al 5 de julio y que, como puedes imaginar, es una actividad imprescindible en cualquier visita a este destino.

El pueblo de Jurby se compone de unos pocos conjuntos de casas de campo y, sin embargo, es un destino muy popular ubicado en el noroeste de la isla de Man. El motivo es el antiguo aeródromo de la Real Fuerza Aérea británica, convertido hoy en el circuito de carreras de motos Jurby Motordrome.

Otras atracciones de interés incluyen el Museo del Motor de la Isla de Man y el Museo de Transporte. Como ves, aquí los vehículos tienen mucha importancia. Si necesitas descansar de tanta gasolina, te recomendamos acercarte a la iglesia de San Patricio, cuyo cementerio tiene la peculiaridad de acoger tumbas de la Segunda Guerra Mundial y un túmulo funerario vikingo.

Cregneash es uno de los últimos bastiones de las tradiciones de la isla de Man. Aquí podrás conocer antiguas costumbres, prácticas de cultivo y ganadería, y el característico idioma local. Este pueblo histórico se caracteriza por casas antiguas con fachadas encaladas que ofrecen una fascinante ventana a la vida de un empresario agrícola del siglo XIX con demostraciones de técnicas y habilidades domésticas, así como historias de sus toscos estilos de vida.

Fuera, en los campos, podrás ver especies autóctonas únicas, incluido el borrego loaghtan manés, con cuatro cuernos. En el interior de las viviendas, tendrás la oportunidad de acariciar un gato manés, una raza que no tiene cola, y entrar en calor junto a un hogar tradicional en las cocinas. Te recomendamos visitar la aldea a finales de octubre para participar en las celebraciones tradicionales de Hop-tu-Naa, la versión local de Halloween.