Las 10 mejores playas de la Riviera Inglesa

La playa de Breakwater se encuentra a las afueras del fotogénico puerto de Brixham, lo que la convierte en una opción muy popular entre quienes visitan esta encantadora localidad portuaria. Esta pequeña playa de guijarros ofrece una suave pendiente que lleva hasta sus aguas tranquilas de color verde intenso. Sin duda, ofrece un espacio idílico y seguro para las familias que quieren disfrutar del mar.

A pesar de su cercanía al puerto, cuenta con bandera azul y sus aguas están especialmente limpias. Verás que no es nada raro encontrarse con caballitos de mar y bancos de peces en la bahía, por lo que es un buen sitio para bucear o hacer esnórquel. A solo diez minutos a pie se encuentra la encantadora Shoalstone Seawater Pool, una piscina de agua de mar que se puede visitar gratis y que dispone de una agradable zona de pícnic al aire libre.

La playa de Meadfoot es de las más populares de Torquay, por lo que no es de extrañar que se llene de bañistas en los meses más cálidos del verano. Pero te preocupes: hay numerosas tumbonas repartidas por su superficie de esquisto, por lo que no tendrás que pelear por hacerte un hueco. Si buscas un poco de privacidad, dirígete a los chalés de colores que hay en el extremo sur.

Con la marea baja, los aficionados a la pesca se van directos a las bonitas piscinas de roca, donde se suelen capturar caballas y agujas. También se trata de un lugar muy popular para montar en kayak, practicar surf de remo o bucear. Es más, no pasa nada si no llevas tu propio equipo, ya que puedes alquilar uno en las tiendas que hay junto a la playa. Además de aparcamiento de pago en ambos extremos, la playa de Meadfoot también ofrece acceso para personas en silla de ruedas y baños públicos en buen estado de mantenimiento.

Oddicombe es una de las playas de Inglaterra que antes recibió la bandera azul (concretamente, en 1987). Al plantarse ante sus aguas cristalinas bordeadas de arenas rojizas es fácil entender por qué les gusta tanto a lugareños y visitantes. Entre sus atractivos también están las coloridas cabañas de playa, los baños públicos, una minitienda y un restaurante de estilo mediterráneo.

Además, llegar hasta Oddicombe es divertido ya de por sí, ya que se accede a través del encantador funicular Babbacombe Cliff Railway. Cuando te canses de tomar el sol, podrás darte un paseo por la pasarela de madera hasta la adyacente playa de Babbacombe y contemplar unas vistas espléndidas de la Riviera Inglesa.

Torre Abbey Sands, que cuenta con la bandera azul, es la playa principal de Torquay y ofrece un magnífico tramo de arenas finas en tonos rojizos rodeadas de elegantes cafeterías, bares y restaurantes. Haz una parada en el emblemático puente de la ciudad, situado frente al mar, y hazte la típica foto en esta estructura blanca en espiral con el paisaje que la rodea. En el parque Royal Terrace Gardens, no te pierdas el serpenteante sendero Rock Walk, que bordea el acantilado.

Gracias a sus arenas suaves y a sus aguas tranquilas, Torre Abbey Sands es ideal para los niños más pequeños, ¡sobre todo si les encanta construir castillos en la arena! Los mayores quizás prefieran subirse a una tabla y practicar windsurf, o contemplar el atardecer desde alguno de los numerosos bares frente al mar. Eso sí, aunque hay mucho espacio para aparcar en la zona, te recomendamos llegar temprano durante la temporada alta.

Si buscas tranquilidad durante tus próximas vacaciones y quieres escapar de las multitudes propias de la época estival, la cala de Anstey es un destino ideal. A esta maravillosa joya oculta, que se encuentra entre Torquay y Babbacombe, se puede acceder a través de un sendero empinado y serpenteante que atraviesa bosques llenos de aves. Este entorno escarpado de acantilados de caliza y piscinas de rocas repletas de crustáceos forma parte del geoparque English Riviera Global Geopark, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

A pesar de tratarse de una cala algo escondida, hay muchas cosas que hacer en ella. Puedes pasarte por su agradable cafetería a pie de playa, donde se alquilan kayaks, tumbonas y tablas de surf de remo, además de ofrecer cursos de coasteering bajo demanda para aquellos que quieran descargar adrenalina. Además, como la cala de Anstey admite perros, no tendrás que separarte de tu fiel compañero de cuatro patas.

La playa de Broadsands representa la estampa más auténtica de la Riviera Inglesa: arenas finas y rojizas rodeadas por ondulantes colinas verdes y espléndidas vistas de la costa. Este rincón pintoresco, ubicado entre Brixham y Paignton, es muy popular entre las familias por sus apacibles aguas con bandera azul y la suave pendiente que conduce al mar. También es una playa muy frecuentada por los amantes de la vela y el windsurf, que aprovechan al máximo las condiciones favorables mar adentro para practicar sus deportes favoritos.

Hazte con una tumbona de alguna de las cabañas de playa de color pastel o recorre el bonito paseo, sin perder de vista el tren de vapor que atraviesa el viaducto de Brunel. La frondosa zona verde que hay detrás de la playa es excelente para jugar al fútbol o al críquet. Y si eres más de golf, dirígete hacia el extremo sur, donde encontrarás un fantástico campo de nueve hoyos frente al mar.

Goodrington quizás sea la playa más popular de toda la Riviera Inglesa, y cada verano la visitan numerosas personas que quieren disfrutar de sus arenas rojizas. Imagina coloridas cabañas de playa de fondo, un animado paseo justo detrás y numerosas personas montando en kayak, dándose un chapuzón o practicando surf de remo entre las olas.

Frente a la playa se encuentra el divertido parque acuático Splashdown Quaywest, que se llena de niños y adolescentes. Si prefieres algo más tranquilo, en la parte norte se encuentra el Youngs Park, un parque que alberga grandes bandadas de ocas y cisnes. También puedes hacer senderismo por Rock Walk Gardens en dirección norte hacia Roundham Head y disfrutar de las sensacionales vistas de la bahía.

Preston Sands es muy popular entre las familias por sus suaves olas y sus espacios verdes, perfectos para los más pequeños. Las principales atracciones aquí son tomar el sol y nadar, aunque también hay fascinantes piscinas de roca que puedes explorar si buscas algo de aventura. Cuando baja la marea, los pescadores lanzan sus cañas al mar en el extremo norte.

Detrás de la playa se encuentra el frondoso parque de Preston Green, un espacio seguro y pintoresco donde los niños podrán jugar a sus anchas. También hay una pista de baloncesto y un gimnasio al aire libre para que los mayores se muevan un poco. Asimismo, encontrarás una pasarela que conduce al paseo marítimo en dirección a la cercana playa de Hollicombe. Junto al parque hay aparcamiento de pago y baños públicos y, si se te despierta el apetito, muy cerca tienes el restaurante Boathouse, donde podrás probar deliciosos platos de pasta y marisco.

La playa de Paignton ofrece más actividades para niños de las que se pueden hacer en un día. El minigolf, los paseos en burro, los toboganes inflables y las camas elásticas son algunas de las opciones para disfrutar bajo el sol, pero también hay un enorme salón recreativo cubierto en el muelle con juegos clásicos vintage y otros más modernos. En Paignton Green también hay un parque de aventuras gratuito, el Geoplay.

Por su parte, el rincón de relax perfecto para los adultos son las arenas finas de Paignton, en unos tonos ocre muy apacibles. Y si hace demasiado sol, puedes buscar refugio en alguna de las encantadoras cabañas victorianas repartidas por el paseo.

La apartada cala de Fishcombe se encuentra a solo unos minutos al norte de Brixham, pero, a pesar de esto, se trata de un lugar muy poco conocido entre los turistas. Para llegar hasta ella, tendrás que seguir un sendero largo y empinado desde el aparcamiento, pero el esfuerzo merecerá la pena, ya que te espera un rincón apacible lejos de las multitudes.

La pequeña playa de guijarros está protegida por los altos acantilados rojizos que rodean la cala, por lo que se trata de un lugar seguro en el que los más pequeños también podrán chapotear. Si tienes suerte, quizás incluso veas alguna foca. Además, en ella se encuentra la cafetería Fishcombe Cove Café, donde se sirven platos de marisco en un entorno fantástico.