10 actividades para hacer en Cambridge en un día

La plaza del mercado de Cambridge, conocida como Market Square, está dedicada a los intercambios comerciales desde la Edad Media. Hoy en día, sigue siendo un lugar ideal para comprar de todo, desde productos de alimentación frescos hasta bicicletas de segunda mano. El mercado de los domingos está más centrado en la artesanía, pero es posible encontrar alimentos locales a buen precio. Al hallarse en un lugar bastante céntrico donde abundan las cafeterías y los restaurantes, es un punto de partida inmejorable para comenzar el día y tener un primer contacto con la ciudad.

La iglesia de Great Saint Mary, construida en el siglo XV, llama la atención tanto por dentro como por fuera. Vale la pena dar un paseo por su interior para contemplar los dos órganos, el curioso púlpito móvil sobre raíles y las impresionantes vidrieras de colores. Sin embargo, el elemento más famoso del conjunto es la torre que se añadió en 1608, considerada oficialmente el centro de Cambridge. Desde aquí se pueden admirar unas vistas fantásticas, con los edificios de la universidad al oeste y las calles de la ciudad al este. Para acceder a la cima de la torre es necesario pagar una módica entrada y subir 123 escalones.

El Museo Fitzwilliam guarda un enorme parecido con el Museo Británico de Londres. Además, la entrada es gratuita y el recinto está ubicado en un bonito edificio clásico que alberga una enorme colección de antigüedades de todo el mundo. Cuenta con cerca de medio millón de obras de arte, manuscritos, estatuas, monedas y armas, es decir, básicamente todo lo que tenga algún valor histórico. La atracción estrella del museo es la tapa del sarcófago de Ramsés III.

Al sur de la ciudad, un poco lejos del centro pero a escasa distancia de la estación de ferrocarril, se encuentra el agradable jardín botánico de la Universidad de Cambridge. Solo hace falta pagar una módica entrada para acceder a estos terrenos inmaculados de 16 hectáreas con más de 8000 especies vegetales de todo el mundo. Dispone también de varios recorridos recomendados en función de la estación del año para que los visitantes aprovechen al máximo la visita, aunque también es agradable pasear sin rumbo por los caminos del jardín. No te pierdas los invernaderos históricos situados al norte del campo principal, llamado Main Lawn, donde podrás admirar flores de los trópicos, las montañas y los desiertos.

Los sabrosos bollos de Chelsea de Fitzbillies están, literalmente, para chuparse los dedos. Se trata del producto estrella de esta pastelería y cafetería de Trumpington Street desde su inauguración en la década de 1920. En una atmósfera cien por cien tradicional, también sirve un abundante brunch y el popular té de la tarde a partir de las 16:00. Dado que se trata de toda una institución en Cambridge, lo más probable es que esté abarrotada la mayoría de los días, pero existe una sucursal más pequeña en Bridge Street donde podrás disfrutar de sus sabrosos sándwiches y, por supuesto, de los famosos bollos de Chelsea.

Muchos de los colegios universitarios de Cambridge dan por la parte de atrás al río Cam y forman en su conjunto un paisaje conocido como The Backs. Un manera diferente y divertida de conocer de cerca edificios antiguos como King's College, Trinity College y St. John's College consiste en alquilar un punt, una embarcación fluvial típica de las ciudades universitarias de Inglaterra. Aprovecha el paseo por el río para pasar por debajo del puente de las Matemáticas, construido a partir de tablones de madera perfectamente rectos, y del puente de los Suspiros, con un diseño parecido a la estructura original de Venecia a la que debe su nombre. Encontrarás un puesto de alquiler de punts en Quayside, junto al puente Magdalene, entre otros lugares.

Aunque el nombre oficial de esta construcción pintoresca es la iglesia del Santo Sepulcro, en homenaje al templo de Jerusalén en el que está inspirada, prácticamente todo el mundo la conoce como la iglesia Redonda (The Round Church), ya te imaginarás por qué. Se trata de uno de los edificios más antiguos de Cambridge, puesto que su construcción se remonta aproximadamente al año 1130, y uno de los más emblemáticos. Su interior luce una decoración bastante modesta, pero incluye una pequeña exposición que profundiza en el impacto del cristianismo a lo largo de la historia. Tras la visita, tal vez te interese echar un vistazo a algunas de las fantásticas tiendas de golosinas que rodean la iglesia.

El Grand Arcade contiene más de 60 tiendas dispuestas en torno a los grandes almacenes John Lewis, la mayoría de ellas de prendas de vestir y artículos de grandes marcas. Se trata de un centro comercial cubierto de tres plantas en el que reina un ambiente luminoso y espacioso gracias a la cubierta de vidrio y la decoración en tonos blancos. Aquí encontrarás marcas de renombre, como Calvin Klein, Laura Ashley, Ted Baker y numerosos diseñadores británicos, así como una amplia variedad de restaurantes y cafeterías.

La capilla del King's College es uno de los edificios más conocidos y populares de Cambridge. Si el exterior te parece impresionante, el interior te dejará boquiabierto con sus vidrieras de colores, sus bóvedas de abanico y sus obras de arte. Sin embargo, por muy sorprendente que sea el edificio, el coro de la capilla se lleva la palma. No te pierdas el oficio de vísperas de las 17:30 de lunes a sábado, o bien el de las 10:30 o 15:30 de los domingos, para recrearte en los alegres himnos que interpretan cantantes de fama internacional.

Cambridge no es una ciudad famosa precisamente por la diversión nocturna, pero uno de sus pubs merece ocupar un lugar en la historia. Lo que de entrada parece poco más que un típico pub inglés con un agradable jardín al aire libre es en realidad el lugar en el que Francis Crick y James Watson anunciaron que habían descubierto la estructura del ADN en 1953. De hecho, para conmemorar este acontecimiento, el pub creó una cerveza especial: la Eagle's DNA. Al fondo, el pub tiene otra barra llamada RAF, donde se pueden contemplar grafitis realizados por aviadores de la segunda guerra mundial en las paredes e incluso en el techo, probablemente durante una noche de lo más animada. Si te ha picado el gusanillo de la historia, en la acera de enfrente se encuentra la iglesia de St. Bene't's, considerada el edificio más antiguo de Cambridge.