Las 10 mejores actividades en Deauville

Deauville es una localidad costera famosa por sus largas franjas de arena suave, y aguas tranquilas y cristalinas. Uno de los principales atractivos de los viajes a Deauville es, sin duda, su mar. Además, podrás encontrar las playas fácilmente, gracias sobre todo a las sombrillas de vivos colores que decoran la orilla y puedes utilizar de forma gratuita.

Si vienes en fin de semana, puede que estén algo llenas, ya que a los visitantes se les une la gente de la ciudad, así que seguramente tengas que buscar tu hueco entre bastantes bañistas. ¿Puedes venir entre semana? Perfecto: podrás disfrutar de las tranquilas aguas con algo más de intimidad. Eso sí, no olvides traer crema para el sol, toalla y todo lo necesario, porque no los verás a la venta en la zona.

¿Te gusta apostar? ¿No mucho? ¡Pues también estás de suerte! El viaje a Deauville merecerá la pena aunque sea solo para conocer el casino Barrière, famoso en todo el mundo. Su inmaculada fachada, con su majestuosa entrada y sus altos ventanales, te hará sentir como si estuvieras en un palacio real. Y su interior es igualmente impresionante: las mesas de juego y las máquinas tragaperras se hallan rodeadas de lámparas de araña, techos que parecen tocar el cielo y lujosos ornamentos en rojo y oro.

Y por si todo esto no fuera suficiente, también podrás mimarte con la deliciosa gastronomía local, dada la amplia variedad de restaurantes del casino, e incluso disfrutar de una velada de entretenimiento en su teatro renacentista.

Deauville cuenta con dos puertos y una excelente escuela de navegación. La ciudad, además, suele ser la sede de distintas regatas y eventos similares que atraen a marineros de todo el mundo. En el Deauville Yacht Club podrás relajarte y observar a los navegantes y sus embarcaciones, o incluso adentrarte tú por la desembocadura del Sena y contemplar distintas especies de aves.

Es más, este club náutico ofrece salidas de dos horas para viajeros de más de tres años. ¡Imagina desconectar de todo en la cubierta mientras el capitán te lleva por las aguas del canal de la Mancha! ¿Ya? Pues ahora añádele un pícnic o una botella de champán y tendrás una experiencia verdaderamente inolvidable.

Con el fin de atraer a los viajeros parisinos más elegantes y a la alta sociedad británica, Deauville inauguró en 1912 tres edificios emblemáticos: el Hôtel Barrière Le Normandy Deauville y el Hôtel Barrière Le Royal Deauville, con el casino de Deauville entre ellos. El plan funcionó, ya que estos hoteles de lujo se han convertido en el lugar preferido tanto de los viajeros más exigentes como de la jet set y las celebridades, que vienen a Deauville para asistir a sus distintos festivales de cine y música.

Durante tu estancia en la ciudad, quizá quieras visitar los establecimientos y dejarte sorprender por sus gigantescos vestíbulos, sus altos techos y sus exquisitos salones. ¿Y por qué no aprovechar para disfrutar allí mismo de un delicioso cóctel antes de salir a cenar?

En Deauville todo gira en torno a los caballos: el origen de las carreras aquí se remonta a 1863, cuando estos eventos se celebraban en la playa. En 1864 abrió sus puertas el famoso hipódromo de Deauville La Touques y, desde entonces, es uno de los lugares turísticos más populares. Aquí se celebran casi 40 carreras anuales que atraen a entrenadores, jinetes y caballos internacionales. De hecho, incluso puedes aprovechar tu visita para probar tu suerte en las apuestas.

Pero también cabe la posibilidad de que prefieras mantener el dinero en el bolsillo, así que quizá te llame más asistir a alguno de los partidos de polo que se celebran aquí entre los mejores equipos del mundo. Estos encuentros tienen lugar generalmente en agosto, y son gratis entre semana y de pago los sábados y domingos.

Entre las noches de casino, los días en el mar y las visitas al hipódromo de Deauville, puede ser que te apetezca dedicar una jornada a sumergirte en el ambiente más tranquilo de esta coqueta localidad costera. Si buscas una experiencia genuinamente local, nada mejor que explorar el mercado cubierto de la Place du Marché. Aquí encontrarás numerosos puestos de verdura y pescado fresco, así como otros alimentos, flores, artículos de artesanía y algunos de los mejores vinos y quesos de la región.

Podrás disfrutar de tus compras mientras recorres los distintos pasillos, o bien descansar en una de las cafeterías de los alrededores y observar a la gente en sus quehaceres diarios.

El arquitecto Georges Pichereau construyó la villa Strassburger en 1907 para el barón Henri de Rothschild. Dado que este era un gran aficionado a las carreras de caballos, en realidad no deseaba tanto un lugar cerca de la playa, sino más bien del hipódromo. Así pues, la estructura ofrece buenas vistas de dicho recinto, y acoge bellos interiores y coquetos jardines florales.

En 1924, el multimillonario americano Ralph Beaver Strassburger compró la casa, que posteriormente, en 1980, su hijo acabó donando a la ciudad. Desde entonces, la villa Strassburger se encuentra protegida como monumento histórico francés. De hecho, a pesar de ser un museo de la historia viva del siglo pasado, también se puede alquilar para organizar seminarios, cócteles y bodas.

Normandía es un popular destino para los aficionados al golf, y Deauville es una de las mejores escapadas para los jugadores que buscan no perder la práctica durante las vacaciones o períodos de descanso.

Muy cerca de la ciudad encontrarás varios campos, pero, si los quieres más cerca aún, dirígete a Amirauté Golf. Sus 27 hoyos están muy próximos a Deauville y a solo cinco minutos del Amirauté Hotel. Su diseño es obra del arquitecto Bill Baker, y en él disfrutarás de tres campos distintos, dos putting greens, un campo de prácticas, una tienda, una sauna y un restaurante. Y por si todo esto fuera poco, también podrás deleitarte la vista y contemplar interesantes esculturas artísticas repartidas por todo el club.

La bonita iglesia de San Agustín está ubicada en el mismo centro de Deauville. Abre todos los días y, para avisar a los visitantes, los religiosos colocan un aviso siempre que se está celebrando algún oficio. Con su combinación de elementos neogóticos y románicos, el edificio desprende majestuosidad y solemnidad a partes iguales. En su interior podrás contemplar pinturas muy detalladas y grandes vidrieras policromadas que recuerdan las tragedias de la Segunda Guerra Mundial.

Puedes visitar la estructura para conocer su arquitectura o, sencillamente, para descansar, encender una vela o tomarte un momento de reflexión en la capilla principal.

Si te apetece visitar toda Normandía, quizá quieras hacerlo al estilo de antaño, con un viaje en sidecar retro por Deauville, Trouville y Honfleur, y en solo tres horas. Durante el recorrido verás puntos de referencia costeros llenos de encanto mientras el experimentado copiloto te cuenta las mejores anécdotas, leyendas e historias de la región. Puedes incluso planificar tu visita a medida con las ciudades que desees ver.

Los guías de estas originales excursiones irán ataviados con la vestimenta antigua auténtica, así que, si quieres que la experiencia sea divertida y realista, vístete tú también para la ocasión y te llevarás recuerdos fotográficos con los que presumir a la vuelta.