Las 9 mejores cosas que hacer en Normandía

Mont Saint-Michel es uno de los lugares más emblemáticos de Francia. Situado en la desembocadura del río Couesnon, cerca de Avranches, te espera un pueblo medieval construido sobre una enorme roca, que además cuenta con una abadía del siglo VIII. Este lugar, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, te hará sentir que has viajado en el tiempo. La abadía de Mont Saint-Michel y la capilla de Notre-Dame Sous Terre son solo dos de los lugares de obligada visita de esta localidad. En cuanto a la comida, encontrarás muchas creperías con una amplia variedad de crepes de trigo y galettes de trigo sarraceno, así como el mundialmente reputado Omelette de la Mère Poulard, un restaurante famoso por servir la mejor tortilla del mundo, que también es una de las más caras. 

Étretat es un pequeño pueblo situado en la costa del país de Caux, a 30 kilómetros al noreste de Le Havre. Es famoso por sus elevados acantilados de piedra caliza blanca que alcanzan alturas de hasta 90 metros sobre el nivel del mar. Entre las formaciones rocosas merecen especial mención los arcos Porte d´Aval y Porte d´Amont, que se pueden ver desde la playa de Étretat; y Manneporte, el más grande de los tres, que se encuentra más al suroeste, así como la aguja Aiguille d´Étretat, una formación de 70 metros de altura que sobresale del mar junto al arco Porte d´Aval.

El 6 de junio de 1944 se produjo el desembarco de Normandía, acto que dio comienzo a una batalla crucial para liberar a Francia y Europa de los nazis. Con motivo de esta histórica operación militar, la primera de su clase a tal escala, se han creado numerosos homenajes, monumentos, museos y cementerios que te ayudarán a conocer mejor este periodo. Muchas personas se acercan hasta este lugar para rendir homenaje a quienes sacrificaron sus vidas. A lo largo de la costa normanda hay numerosos sitios dedicados a estos eventos trágicos, como el conmovedor Cementerio y Monumento Conmemorativo Estadounidense de Normandía, situado cerca de la playa de Omaha; o el Museo del Día-D, de carácter más divulgativo, en Arromanche.

Explora los rincones y recovecos del casco antiguo de Ruan, donde encontrarás espléndidos edificios que datan del siglo XIII. Recorre las estrechas calles empedradas bordeadas de casas de madera muy bien conservadas hacia la catedral de Notre-Dame, el Grand Horloge, la iglesia de Sainte-Jeanne-d´Arc y la abadía de Saint-Ouen. Si te da hambre, dirígete al Vieux-Marché, el mercado antiguo; una plaza donde encontrarás una buena selección de restaurantes para todos los bolsillos, como el excelente Un Grain De, que sirve platos elaborados con productos locales.

Fundada originalmente por los vikingos y ubicada en el puerto llamado Vieux Bassin, la ciudad medieval de Honfleur ha sufrido muchas transformaciones, pero mantiene sus rasgos históricos con edificios que datan del siglo XVI en adelante. Algunos de los edificios que no te debes perder cuando pasees por las estrechas calles empedradas del puerto antiguo de Honfleur son el edificio de la Lieutenance, la iglesia de Santa Catalina y los graneros de sal. Para el almuerzo, te recomendamos dos sitios emblemáticos: Le Perroquet Vert y L’Écailleur. En este puerto tan pintoresco encontrarás numerosos restaurantes de marisco de excelente calidad a la derecha del embarcadero de Vieux Bassin.

Bordado en lino durante el siglo XI, el tapiz de Bayeux tiene una longitud de 69 metros y 50 centímetros de anchura. Cuenta la historia de la conquista de Inglaterra por Guillermo el Conquistador, duque de Normandía, en 1066. Incluido en el programa "Memoria del Mundo" de la Unesco, el tapiz de Bayeux es la obra de arte principal de este museo, que cuenta con otras dos sucursales en la ciudad: el Museo Memorial de la Batalla de Normandía y el MAHB, que ofrece un viaje por la historia del arte europeo. Si vienes a Bayeux, no olvides dar un paseo por el centro medieval: es realmente encantador y merece la pena disfrutarlo.

A menudo conocida como la "Riviera Parisina", Deauville es una ciudad costera que ofrece todo lo necesario para disfrutar de unas vacaciones de lujo en Francia. Encontrarás opulentos resorts, un casino, un puerto deportivo, dos hipódromos, así como espléndidas villas y casas del siglo XIX. El paseo marítimo denominado Promenade des Planches, que discurre a lo largo de la playa, es un lugar donde ver y dejarse ver. Si te apasiona el cine, el mejor momento para ir a Deauville es durante el Festival de Cine Americano, que tiene lugar todos los años a finales de agosto.

Normandía es una región rural conocida por sus quesos y su sidra de manzana. Dirígete a Livarot, un pequeño pueblo ubicado a 15 kilómetros al sur de Lisieux, para probar el Livarot, uno de los tipos de queso de producción normanda más famosos, a la altura del Camembert, el Pont l´Evêque y el Pavé d´Auge. Marida este manjar con un vaso de sidra de manzana dulce pero con carácter, para destapar los sublimes matices de nuez y afrutados característicos del Livarot. El mejor lugar para probar el queso Livarot es Fromagerie Graindorge. Aquí descubrirás cómo se produce esta variedad de queso, y podrás probar y comprar diferentes productos locales. 

Si quieres disfrutar de comida saludable durante tus vacaciones en Normandía, no te pierdas Dieppe. En el puerto encontrarás dos productos del mar especialmente beneficiosos a la par que deliciosos: los arenques (con gran cantidad de omega 3) y las vieiras (con un 80 % de proteína). Dieppe es una bella ciudad costera situada aproximadamente a 50 kilómetros al norte de Ruan. Algunos de los restaurantes especializados en pescado y marisco más recomendados de la zona de los muelles son Restaurant du Port y Taverne du Pirate, en Quai Henry IV; y Le Turbot, en Quai du Carénage. Si quieres aprovechar tu visita más allá de la faceta culinaria, puedes prolongarla para visitar el castillo del siglo XV y las iglesias de Saint-Jacques y Saint-Rémi de Dieppe.