Los 10 mejores restaurantes de comida local de Madrid

Si quieres alejarte del Madrid más turístico, acércate al histórico barrio de Hortaleza y descubre la carta multicultural de La Guapa. ¿Vas con ganas de gastronomía tradicional? Los huevos rotos con cecina, las patatas bravas con tiras de pollo o la berenjena empanada con miel y salmorejo son una apuesta segura. Si te apetece traspasar fronteras, prueba sus deliciosas hamburguesas y propuestas tex-mex, con las que te chuparás los dedos. Ah, y deja hueco para el postre: su receta de brownie con helado de vainilla o las torrijas de brioche te dejarán sin palabras. Dale un gusto a tu estómago mientras disfrutas de un ambiente distendido y una decoración ecléctica, a caballo entre un bar castizo de toda la vida y un local refinado con lámparas imponentes y barrocos techos venecianos. ¡Un todo en uno de categoría!

DiverXO no es un simple restaurante de vanguardia, es una experiencia mágica que hay que vivir al menos una vez en la vida. Nada más cruzar las puertas de este local con tres estrellas Michelin, lo primero que romperá tus esquemas será la decoración, tan irreverente y creativa como el propio Dabiz Muñoz. Este chef ha sabido conjurar un menú de degustación con dos opciones, una más corta de 7 platos y otra de 15 para los más atrevidos. En constante evolución, “el menú de los cerdos voladores” te hará viajar a un continente distinto con cada bocado: México, Hong Kong, Japón, India y, por supuesto, España. Y eso sin contar con la cuidada introducción de cada plato, con la que los comensales pasan momentos inolvidables. ¡Regálate este placer y sorprende a tu paladar!

Esta mítica bodega, al pie del cañón desde 1892, se encuentra a un paso de la plaza de San Ildefonso, en el corazón del icónico y multicultural barrio de Malasaña. Procura hacerte con el primer barril que veas nada más entrar en el local, pues es uno de los locales más apreciados del barrio. O prueba a atravesar la barra; si es tu día de suerte, puede que des con una mesa en la parte trasera. En La Ardosa tienen una combinación que nunca falla: cerveza y pincho de tortilla. Pero lo que realmente triunfa es su vermú de grifo, uno de los más aclamados de la ciudad. Para una experiencia madrileña total, atrévete a combinarlo con una tapa de callos o de su famosa tortilla. Aquí lo difícil es decidirse, porque todo está riquísimo y sabe al Madrid de toda la vida. ¡Taberneo del bueno!

Date cita en el Madrid de los Austrias y saborea lo mejor de las tierras castizas en el Plaza Mayor. El local, anclado desde 1976 en un emplazamiento privilegiado, se enorgullece de servir la mejor cerveza de grifo de Madrid, perfecta para darte una tregua en los calurosos días del verano madrileño. Por si eso fuera poco, sus bocadillos de calamares son los más demandados de la capital. ¿Que no son lo tuyo? No pasa nada, porque esta clásica cervecería sabe llegar a todos los estómagos con una generosa selección de tapas. ¿Lo más típico? Los callos madrileños o la ensaladilla rusa. Tómate algo en su terraza climatizada mientras contemplas el bullicio continuo que riega la plaza Mayor de Madrid. ¡De Madrid al cielo!

La calle de la Bola, a escasos pasos de magníficos enclaves como los jardines de Sabatini, el Palacio Real y la catedral de la Almudena, alberga la pintoresca taberna del mismo nombre. Aflójate el cinturón, porque este establecimiento del siglo XIX sirve uno de los mejores cocidos madrileños, elaborado en un puchero en horno de leña. Y es que quedan pocos lugares con tanta solera como este, con una decoración clásica que recuerda a tiempos pasados y un atento servicio que ya poco se ve. Si no tienes tanta hambre, te animamos a que pruebes una tapa de ropa vieja, hecha a partir de su famoso cocido.

Zalacaín es sinónimo de calidad y servicio imbatibles. Este clásico restaurante madrileño fue el primer establecimiento español en recibir tres estrellas Michelin, pero también ha sabido adaptarse a los tiempos. Su exquisita carta, que combina cocina tradicional y de vanguardia, te dejará un recuerdo imborrable. Apuesta por el “pequeño búcaro Don Pío” (huevo de codorniz, salmón ahumado y caviar), clásico entre los clásicos, y acompaña las carnes o pescados con unas perfectas patatas soufflé, que te harán repetir. Tanto si quieres celebrar un acontecimiento especial como si te apetece una buena comida para dos, este local lo tiene todo pensado para que salgas de allí con una sonrisa de oreja a oreja. No te olvides de reservar con antelación, pues su fama lo precede. Descubre su menú de degustación, déjate aconsejar por su sumiller y embárcate en una experiencia de altos vuelos. ¡Te mereces eso y más!

Seguro que has escuchado hablar de la madrileña Casa Lucio, bien ya sea por sus famosos huevos rotos o por su notoria clientela. Este lugar tan emblemático no te será difícil de encontrar, pues su privilegiada ubicación en el corazón de la Cava Baja, muy próximo al mercado de la Cebada y al Teatro La Latina, lo coloca en las zonas gastronómicas más concurridas de la capital. Eso sí, escoger algo no te será fácil, pero no te preocupes, que aquí siempre acertarás: el reconfortante rabo de toro, el delicioso capón en pepitoria o las tiernas cocochas a la plancha son algunas de las especialidades que te animamos a degustar. Y no te olvides de probar los “huevos de Lucio”, la verdadera razón de ser de este local. ¡Para chuparse los dedos y repetir!

Con el paso de los años, los mercados de Madrid se han ido transformando en epicentros que ponen la alta gastronomía al alcance de cualquiera. Si pasas por el mercado de San Miguel y te encanta tapear con ambientazo, te recomendamos el Madrí, que se define como “una barra castiza madrileña de toda la vida”. Este local te acerca los clásicos con su propia interpretación. Producto excelente y precios populares son los valores de una carta con la que se te hará la boca agua. Mención especial merecen los mejillones tigre y las patatas bravas. Acompáñalos de una cerveza bien fresquita. Bueno, bonito y barato. ¿Qué puede fallar?

Muy cerca de El Corte Inglés de Goya y el WiZink Center encontrarás La Bistroteca, un local de fusión latina con una merecida fama que no deja de crecer. La estrella de este local son las brasas, que le dan a sus hamburguesas ese toque ahumado tan especial por el que la gente siempre vuelve. Abre boca con un cremoso guacamole de receta tradicional y unos crujientes totopos. Cuando llegue la hora de elegir hamburguesa, te recomendamos probar “la koreana”, con deliciosa costilla de cerdo deshuesada y macerada durante seis horas, todo rematado con una mayonesa de kimchi con un toque picante. Y si tienes el día marinero, te recomendamos sus brochetas de pulpo o de atún. ¿Te tienta?

En el histórico barrio de Las Letras, muy próximo a la plaza de Santa Ana, el restaurante Reineta Vegetariano hace las delicias de los amantes de los guisos sin carne. En una ciudad donde te encuentras cocido y callos en casi cada esquina, este establecimiento es casi un oasis para quienes buscan una carta sencilla y alternativa. Abre el estómago con una reconfortante crema de verduras. Y si eres de buen diente, prueba la lasaña de lentejas, las maravillosas berenjenas rellenas o un arroz con algas arame y nori con las que casi podrás oler el mar. Eso sí, deja hueco para el postre, porque no puedes irte sin probar la tarta de chocolate con mermelada de naranja o la clásica pero infalible compota de manzana. Y es que en Madrid hay sitio para todo.