Cómo visitar el Museo del Prado en Madrid

Hay tres taquillas en el Museo del Prado, pero la de la Puerta de Goya es la mejor, ya que las otras no ofrecen toda la gama de descuentos disponibles. Si quieres saltarte las colas y no te importa pagar algo más, puedes reservar la entrada en línea con antelación. La tarifa adicional te permite acceder gratis a algunas exposiciones temporales. Ten cuidado de no doblar el billete electrónico impreso y de guardarlo durante toda la visita, ya que el personal suele pedir que se lo enseñes de nuevo una vez estás en el interior del museo.

Los grupos de más de seis personas deben reservar con antelación, como mínimo, 24 horas antes de la visita. Las entradas al Museo del Prado cuestan en torno a 15 euros para los adultos, 7,50 para las personas mayores, es decir, con más de 65 años, y son gratuitas para los niños y los estudiantes de entre 18 y 25 años.

Si tienes pensado visitar los principales museos del Paseo del Prado, lo mejor es comprar el pase Paseo del Arte. Cuesta algo más de 30 euros y te da acceso a las exposiciones permanentes y temporales del Museo del Prado, el Thyssen-Bornemisza y el Museo Reina Sofía.

También puedes visitarlos todos durante los días de entrada gratuita. Apunta estas fechas: el 12 de octubre, o Día de la Hispanidad; el 19 de noviembre, fecha en la que se celebra el aniversario del Museo del Prado; el Día de la Constitución, que tiene lugar el 6 de diciembre; el Día de la Comunidad de Madrid, el 2 de mayo; o el 18 de mayo, Día Internacional de los Museos. Eso sí, ten en cuenta que el museo estará hasta la bandera de gente que, como tú, quiere disfrutar de las salas sin pagar la entrada.

Y un detalle que nos agradecerás: ten en cuenta que una entrada normal al Museo del Prado te permite acceder gratis al Casón del Buen Retiro, en los alrededores. Aquí se expone buena parte del arte español del siglo XIX.

Hay tres entradas al Museo del Prado: la Puerta de Velázquez, que es el acceso principal, la Puerta de los Jerónimos, para las exposiciones temporales, y la Puerta de Murillo, específica para los grupos con reserva previa.

Si quieres entrar por la Puerta de Murillo, te recomendamos sonreír amablemente: lo más seguro es que te dejen pasar aunque tu entrada sea individual. Merece la pena intentarlo, ya que las colas aquí no son tan largas como en las otras dos puertas. Además, este acceso también te deja cerca de las galerías de esculturas clásicas y el Renacimiento italiano.

El Museo del Prado es gigantesco, así que merece la pena coger un mapa gratuito para moverte por las numerosas exposiciones. Los mapas los encontrarás en las entradas principales. Todas las salas están numeradas del 1 al 102 en números romanos, así que quizá quieras repasar cómo se ordenan el I, el V, el X, el L y el C en estas cifras antiguas.

Hay muchas guías impresas sobre el Museo del Prado, que puedes encontrar a la venta en las tiendas del recinto, tanto en la planta baja como en el piso superior. El museo ofrece también un folleto titulado Guía del visitante, con fotos y descripciones acerca de 50 obras, ideal si lo que quieres es ver las colecciones más importantes.

También puedes coger una audioguía por unos cuatro euros, disponible en español, catalán, euskera, gallego, alemán, coreano, chino, inglés, italiano, francés, japonés, portugués y ruso.

Si quieres más información sobre los principales artistas y sus obras, puedes comprar folletos en las principales salas. Los hay dedicados a Velázquez, Goya, Tiziano, El Greco y El Bosco.

En verano, sobre todo, el Museo del Prado puede verse inundado de grupos de turistas que se colocan entre tú y el arte, e incluso bloquean los pasillos. Dado que estos grupos suelen recorrer las salas con un horario ajustado, quizá quieras esperar unos momentos hasta que los lleven a otros destinos de su itinerario.

Las horas de mayor afluencia del museo suelen ser entre las 10:00 y las 12:00. En España somos tranquilos a la hora de abrir los negocios. Esto es válido también para los museos, tenlo en cuenta. La ventaja es que el Museo del Prado abre hasta las 20:00, así que lo mejor es acudir bien entrada la tarde.

El Museo del Prado se enorgullece de abrir sus salas a los estudiantes de arte y los artistas profesionales para darles la oportunidad de copiar las piezas en exposición, por lo que seguramente veas a gente en las galerías pintando sus propias reproducciones de las distintas obras maestras y perfeccionando sus técnicas.

El museo supervisa esta actividad con mimo, por lo que no podrás traer tu caballete y tu paleta a no ser que tengas el permiso correspondiente. Algunos de los trabajos son verdaderamente espectaculares y resulta divertido ver cómo pintan completamente ajenos al entorno.

El Museo del Prado cuenta con una cafetería en la planta baja. Abre hasta las 19:30 y suele estar llena a la hora del almuerzo, pero el resto del día es un lugar fantástico para descansar de tanto arte.

Hacer una excursión al Prado y no visitar la cámara subterránea es casi un pecado. En ella encontrarás una colección de joyas que pertenecieron al Gran Delfín Luis, hijo de Luis XIV y padre de Felipe V, el primer rey Borbón de España. Esta colección incluye todo tipos de extravagancias deslumbrantes con rubíes, diamantes, esmeraldas y otras piedras preciosas.