Las 10 mejores aventuras al aire libre en Edimburgo

El parque de Holyrood es, probablemente, el jardín urbano más famoso de la capital escocesa. Te costará creer que un lugar tan bueno para disfrutar de la naturaleza esté a menos de 15 minutos andando de las tabernas y las iglesias góticas del casco antiguo. Los terrenos los encargó el rey Jaime V allá por el año 1541, pero acogen ruinas aún más antiguas, como los fantasmagóricos restos de la capilla de San Antonio y los de un fuerte prehistórico en la cima de una colina.

En la actualidad, el parque de Holyrood se extiende junto a los edificios del Parlamento, una ubicación que le va como anillo al dedo, ya que la reserva es como una versión en miniatura de Escocia. Sus terrenos acogen valles, crestas e incluso coquetos lagos en los que disfrutar sin prisas. Pero su mayor atractivo es, sin duda, el volcán extinto de Arthur's Seat, a 250 metros sobre el nivel del mar y con una cima que supone una bonita recompensa para los senderistas, ya que ofrece vistas panorámicas de la ciudad.

La galería Jupiter Artland es un lugar excelente si buscas combinar actividades culturales con un poco de naturaleza escocesa. Ubicado en los frondosos terrenos de Bonnington House, a unos 30 minutos en coche del corazón del casco antiguo de la capital del país, este lugar combina instalaciones y obras de arte paisajista fascinantes.

En Artland podrás contemplar los trabajos de grandes nombres, como Antony Gormley, el famoso escultor del Ángel del Norte. Y presta atención, porque también verás las piezas de metal oxidado de Anish Kapoor ocultas en el bosque. Todo el lugar se ha organizado de forma que se mezclen las formas orgánicas y el entorno con la creatividad más vanguardista. Por cierto, puedes reservar tu entrada online antes de llegar para mayor comodidad.

Los Reales Jardines Botánicos de Edimburgo abarcan extensos terrenos de 29 hectáreas con una combinación de muestras horticulturales, arreglos florales e instalaciones de investigación científica. Se encuentran en las laderas que se elevan sobre la zona de New Town, a poco más de kilómetro y medio al norte del castillo de Edimburgo. Eso quiere decir que los tienes a unos 30 minutos andando, por lo que se trata de una estupenda actividad al aire libre.

De hecho, tiene tanto para ver y explorar que te recomendamos dedicarle todo un día: desde sus diez bellos invernaderos y sus hábitats desérticos hasta los altísimos secuoyas, que parecen traídos directamente de la costa californiana, estarás en un auténtico paraíso de la botánica. El mejor momento para visitarlos es, probablemente, la primavera, así podrás disfrutar de los árboles en flor de abril y mayo.

Parte de la reserva natural local de Hermitage of Braid y Blackford Hill, este frondoso parque de valles y ríos es uno de los muchos parajes de los que puedes disfrutar al aire libre en los viajes a Edimburgo. Y lo tienes muy cerca, a solo 15 minutos en coche por la A702 desde el castillo de Edimburgo. Además podrás aparcar en la zona de estacionamiento de Midmar Drive.

Estos terrenos fueron, en su momento, la finca de la familia Brad, y se extienden en torno a la bonita Hermitage House, una estructura de estilo gótico que data del año 1785. A tu alrededor verás una estupenda red de senderos entre los que destacamos uno especialmente bonito que discurre a orillas del arroyo y por paseos entablados que cruzan las aguas. También te recomendamos dirigirte hacia el este y adentrarte en Blackford Hills, ya que esta zona cuenta con bonitos miradores con vistas al casco antiguo de Edimburgo en dirección norte.

La red Innertube de Edimburgo es, básicamente, un conjunto de rutas no pavimentadas pero bien conectadas que se mantienen en exclusiva para ciclistas y peatones. Este concepto ha ayudado a convertir la capital de Escocia en una de las ciudades mejor adaptadas a las bicicletas del Reino Unido y es un plan fantástico para una actividad al aire libre en tu visita a este destino. Podrás unirte desde distintos puntos del casco urbano, solo tienes que buscar las coloridas señales de bicis.

La red Innertube atraviesa toda la ciudad de norte a sur y hace que lo mejor moverse de un punto a otro en Edimburgo sea, precisamente, el trayecto. Además, estarás circulando por antiguas vías ferroviarias, carriles en sentido contrario que discurren por bulliciosas calles comerciales y también por frondosos caminos de sirga junto al canal. Eso sí, no olvides coger un mapa de la red antes de emprender la marcha.

Las aguas del Union Canal unen gran parte de las orillas meridionales del río Forth y constituyen una de las mejores actividades al aire libre de Edimburgo. Discurre desde el corazón de la ciudad hasta la localidad de Falkirk, ubicada en las Tierras Bajas, al oeste. Se trata de un auténtico paraíso para los aficionados a la naturaleza, ya que cuenta con rutas para bicicletas, senderos perfectos para correr y lugares para hacer pícnics. Hay mucho para hacer a lo largo de sus más de 65 kilómetros de longitud.

Pero, lógicamente, la mejor forma de disfrutar del Union Canal es subir a un barco. En la actualidad no faltan los cruceros en barcaza que te llevan por las sinuosas vías acuáticas a través de los paisajes verdes y bucólicos de Lothian Occidental. Algunos incluyen, incluso, meriendas o catas de ginebra.

El parque regional de Pentland Hills es esa gran zona verde que se ve en el mapa al suroeste de Edimburgo. Y está muy próximo: solo tardarás 30 minutos en llegar desde el casco antiguo. Además, es lo más cerca que estarás de ver algo similar a las Tierras Altas escocesas durante una estancia en la capital.

Las cimas aquí alcanzan los 579 metros de altura y el paisaje es una mezcla de valles llenos de lagos y crestas salvajes azotadas por el viento y cubiertas de brezo. En este bonito lugar podrás realizar todas las caminatas que quieras, una de las mejores actividades al aire libre para disfrutar en Edimburgo. Entre las rutas disponibles destacan las que te llevan hasta los picos de Scald Law o Allermuir Hill para contemplar las maravillosas vistas de las montañas. ¿Llueve? Entonces es momento de acudir al centro de visitantes de Harlaw para descubrir los detalles sobre la historia y la geología local.

La isla de Cramond es una formación ubicada en el fiordo del Forth que constituye una de las mejores actividades al aire libre que puedes disfrutar en Edimburgo. Está situada a menos de kilómetro y medio de la costa, pero está unida a ella por una calzada superficial. Dispones de aparcamiento en la zona, al que puedes llegar en coche en solo 25 minutos desde el corazón de Edimburgo.

Lo importante aquí es calcular bien los tiempos: no solo porque la calzada de acceso se cubre de agua con la marea alta, sino porque es peligroso cruzarla en determinados momentos. Afortunadamente, hay señales de advertencia al inicio del camino para que al visitante nunca se le olvide. Una vez al otro lado, podrás explorar esta gigantesca roca yerma con búnqueres de la Segunda Guerra Mundial en la costa y algunas granjas en ruinas en el interior.

La playa de Portobello es uno de los mejores lugares de Edimburgo si visitas la ciudad en los meses estivales y buscas disfrutar del sol y el aire libre. En esta encantadora zona a las afueras de la capital escocesa podrás broncearte y calmar el calor en las aguas del mar del Norte. No se tarda mucho en llegar; de hecho, hay un autobús directo que sale del casco antiguo y te deja allí en poco más de 40 minutos.

Todo el barrio se reformó en la era victoriana y, de nuevo, en el siglo XX. Estas reurbanizaciones le han regalado un paseo marítimo repleto de locales de comida para llevar, bares y pubs. Los lugares más populares para nadar se encuentran en torno a las instalaciones de Portobello Swim Centre.

La ruta del Water of Leith discurre a lo largo de 20 kilómetros y atraviesa el corazón de Edimburgo. Se trata de una fantástica actividad al aire libre para realizar durante un viaje a la capital escocesa, ya que es posible acceder desde distintos puntos del casco urbano y disfrutar de un paseo que te permite conocer los Reales Jardines Botánicos y los campos de rugby del Estadio Murrayfield.

Es posible completar todo el camino en una sola jornada: la ruta sale del centro de la ciudad y llega a la animada localidad costera y marinera de Leith. Si te apetece estirar el tiempo un poquito en sus clubes náuticos con una o dos copas típicamente escocesas, siempre puedes coger el autobús de vuelta. Entre los rincones más destacados por los que pasa este sendero se incluyen las bonitas vistas de Dean Village, que parecen salidas de una postal, y las instalaciones artísticas de genios como Anthony Gormley.