9 cosas que hacer en Aberdeen

La playa de Aberdeen ofrece unos 3,5 kilómetros de playa entre la desembocadura del río Don y el muelle pesquero, y se trata de un lugar muy popular donde se organizan bastantes actividades. Es difícil no ver niños jugando en la arena dorada, mientras que el paseo que discurre junto a la playa es una buena opción para los ciclistas, corredores y caminantes.

La explanada de la playa está bordeada por una gran variedad de bares y restaurantes que se adaptan a diferentes gustos y presupuestos. Otro de los grandes puntos de interés es el parque de atracciones de Codona, un parque repleto de diversión con juegos y entretenimiento para todas las edades.

La catedral de San Macario es una impresionante iglesia histórica que se encuentra en la zona norte de la ciudad, y destaca porque en ella descansan parte de los restos del famoso William Wallace. El edificio en sí se construyó entre los siglos XIV y XV como una "kirk" fortificada, el término escocés para "iglesia".

Sin embargo, todavía conserva elementos arquitectónicos anteriores que contribuyen a crear una mezcla única de estilos. Cuando visites este impresionante templo de piedras grises y madera de tonos cálidos, no podrás evitar tener la sensación de haber viajado atrás en el tiempo.

La destilería GlenDronach, fundada en 1826, es una parada obligatoria en tu visita a Escocia para conocer la producción de la bebida nacional. Se encuentra en el pueblecito de Forgue, a una hora en coche de Aberdeen y en mitad de la pintoresca campiña escocesa.

Anímate a apuntarte a una visita informativa; durante el recorrido descubrirás la importancia de los tipos de madera de las barricas para crear whiskies de primera calidad y, a continuación, podrás catar varios de sus mejores productos. Al acabar la visita, podrás comprar algunas botellas en la tienda si te apetece llevarte un recuerdo a casa.

El castillo de Dunnottar es una fortaleza medieval en ruinas situada sobre un promontorio rocoso a orillas del mar del Norte, a solo 23 kilómetros de Aberdeen. Si bien es cierto que sus orígenes se remontan a la Alta Edad Media, los restos que han sobrevivido datan de los siglos XV y XVI.

El paisaje, que conforman el castillo y la zona en la que se encuentra, es espectacular. Cuando lo visites te sentirás como si formaras parte de una película histórica y lo que menos te sorprendería sería topar con un caballero de brillante armadura a lomos de su caballo. Eso sí, antes de decidirte, debes saber que hay que subir una escalera con bastantes peldaños para acceder al castillo.

Aunque parezca raro unirse a la Real Sociedad para la Protección de las Aves para ir a avistar delfines, eso es justo lo que ofrecen. En Torry Battery, justo al sur de la desembocadura del río Dee, la RSPA organiza excursiones guiadas de una hora para que puedas ver a los delfines mulares y, a veces, a otros mamíferos marinos como focas o incluso ballenas nadando en el mar del Norte.

Te dan prismáticos de primera calidad para disfrutar de la mejor experiencia de observación, aunque puedes traer los tuyos. Para disfrutar de este maravilloso encuentro con la vida salvaje, solo necesitarás un buen calzado para caminar y ropa cálida e impermeable.

El Museo Marítimo de Aberdeen, situado en el barrio histórico de Shiprow, justo al lado del puerto, ofrece una visión cautivadora de la construcción naval, la pesca, la industria petrolera del mar del Norte y la historia portuaria. Ubicado en un conjunto de edificios antiguos, incluida una antigua iglesia, este museo galardonado es una visita obligada. Es imposible pasar por alto su moderna entrada acristalada, enmarcada por estructuras patrimoniales de granito gris.

La entrada es gratuita, aunque se aceptan donativos. Después de recorrer las distintas colecciones del museo, puedes relajarte con una bebida y algo para picar en el acogedor restaurante del recinto.

Darse un festín de marisco junto al puerto de Aberdeen es una experiencia inolvidable, dada la gran variedad de manjares marinos que ofrecen los 170 kilómetros de costa de Aberdeenshire. Esta región es un paraíso para los amantes del marisco, ya que ofrece algunos de los mariscos más frescos y variados de la zona, desde suculentas vieiras y gambas hasta sabrosos arenques y mejillones.

Uno de los restaurantes más destacados es The Silver Darling, un moderno local situado en un edificio histórico de Pocra Quay, en el antiguo pueblo pesquero de Footdee. Moonfish Café es una pintoresca marisquería en Correction Wynd, y Bistro Verde es un agradable bistró de marisco en The Green, conocido por su excelente servicio y su ambiente sin pretensiones.

El Music Hall Aberdeen fue construido en 1822 y es una sala de conciertos de 1300 localidades en la que se pueden ver una gran variedad de espectáculos. Ubicado en el bullicioso centro de la ciudad, normalmente ofrece conciertos de grandes orquestas, como la Royal Scottish National Orchestra, pero también se celebran espectáculos de comedia, conciertos de pop y rock, y obras de teatro musical.

Destaca por su cantidad de detalles arquitectónicos y una acústica excelente. Asimismo, el tamaño del local lo hace suficientemente íntimo como para ver el escenario a la perfección desde cualquier butaca y disfrutar del espectáculo. El recinto también dispone de una cafetería.

La oferta de bares en el casco antiguo de Aberdeen es muy animada. Uno de los locales más interesantes de la ciudad es el Slains Castle, en Belmont Street. Este bar-restaurante, cuya temática está inspirada en los vampiros, se encuentra en una antigua iglesia de estilo gótico y posee una decoración fantástica y una ambiente muy agradable. Por su parte, el BrewDog Castlegate, ubicado a unos 400 metros en Union Street, se especializa en cervezas artesanales de la zona.

Otra opción que puede interesarte es el CASC, en Stirling Street, especialmente si te gustan los puros de calidad, la cerveza, el whisky y el café. Sus iniciales se corresponden con los artículos que ofrece ("cigars, ale, scotch, coffee"), y es un lugar elegante y acogedor en el que disfrutar de la última copa de la noche.