Es un hotel familiar, ubicado en el municipio de La Aldea. Está muy céntrico, así que en el pueblo se puede hacer todo andando. La playa y el puerto se encuentran a unos cinco kilómetros, sería conveniente utilizar el coche, porque la ida es un agradable paseo, pero la vuelta es un poco más dura. La piscina del hotel está muy limpia, así como el jakuzzi, en un jardín donde hay sol hasta última hora de la tarde. Las camas son cómodas y la habitación tiene aire acondicionado. Yo dormí perfectamente, y no oí ningún ruido. Admiten mascotas pequeñas, que se pueden alojar en la habitación. Y dejo para el final LA SORPRESA: El desayuno es digno de un hotel de cinco estrellas, lo puedes tomar en el buffet, o bien en el jardín, junto a la piscina. Hacía mucho que no disfrutaba un desayuno tan variado, las camareras están pendientes en todo momento, para reponer o despejar las mesas a medida que los clientes van saliendo. Repetiré. Nos trataron estupendamente.