Los 12 castillos más bonitos del Reino Unido

El castillo de Windsor es el palacio europeo que más tiempo lleva habitado. Esta residencia de la familia real británica es famosa por haber servido de escenario a las bodas de muchos de sus miembros. Gracias al enlace del príncipe Enrique con la estadounidense Meghan Markle, la prensa norteamericana ha puesto el castillo en el punto de mira con mayor intensidad. El motivo por el que la pareja eligió este lugar es comprensible: su impresionante exterior gris claro con rasgos georgianos y victorianos, salpicado de elementos modernos, representa la unión de tradición e innovación. Las vistas desde el Long Walk, el camino que lleva al castillo, son realmente impactantes, y seguro que no podrás resistirte a fotografiar este escenario de cuento de hadas. Al castillo acude un gran número de visitantes, por lo que recomendamos reservar con antelación y llegar temprano.

El castillo de Dunrobin es la residencia del duque de Sutherland y del clan homónimo, y sus orígenes se remontan al siglo XIV. El edificio se alza sobre la ría de Dornoch y ofrece unas vistas realmente impresionantes cuando los rayos de sol bañan las aguas del estuario. La arquitectura del castillo y sus jardines reciben una gran influencia francesa, y estos últimos, que presentan un aspecto inmaculado, comparten muchos rasgos con los jardines de Versalles, como las pintorescas fuentes rodeadas por setos. Diversos torreones rematan los tejados y dotan al edificio del aspecto típico de los castillos que ilustraban los cuentos clásicos. No puedes marcharte sin pasear por los jardines, especialmente pintorescos cuando la resplandeciente ría queda la vista y se divisa el castillo sobre el promontorio. Encontrarás incluso halcones y búhos domesticados. Después de todo, estamos hablando de Escocia.

El castillo de Caernarfon es una fortaleza medieval que se encuentra en el noroeste de Gales y suele destacarse como uno de los fortines más impresionantes del país desde un punto de vista arquitectónico. Está decorado con torres poligonales y su ubicación le otorga un aire autoritario, ya que conecta la región más pobre del norte de Gales con Anglesey, conocida popularmente como los "jardines de Gales". Eduardo I erigió como símbolo del dominio inglés este castillo, una increíble fortificación con una enorme estructura y una intimidante Torre del Águila de diez lados, visible desde la bahía. Su espectacular extensión se refleja sobre las aguas del río Seiont y la estampa resulta especialmente hermosa durante la puesta de sol.

El castillo de Conwy es colosal en todos los aspectos: es grande, cuenta con hileras de imponentes torres y proyecta una imagen tan amenazante que es imposible no sentir temor al acercarse. Este edificio, construido para el rey Eduardo I, es uno de los mejores ejemplos de fortaleza medieval de todo el Reino Unido. Sus elevadas torres realzan la magnificencia y la excepcional arquitectura del castillo. En las instalaciones podrás visitar un pabellón externo con un gran vestíbulo, varias estancias y una cocina. El pabellón interior alberga la capilla real y otros aposentos privados. También podrás recorrer las murallas y subir a las torres. Las vistas desde la más alta ofrecen una panorámica de 360 grados del mar y las montañas.

El castillo de Edimburgo se asienta sobre la colina de Castle Rock y domina el horizonte de la ciudad. Aunque es necesario subir por una escarpada senda para visitar esta histórica fortaleza, contemplar las magníficas vistas de las zonas nueva y antigua de la ciudad merece totalmente el esfuerzo. El recinto alberga un museo del ejército y tiene un importante papel en la historia escocesa como fortaleza militar y residencia real. Su ubicación está pensada para facilitar su defensa, lo que ha permitido a la ciudad desarrollarse y alcanzar su tamaño actual. Los cuidadores del castillo ofrecen visitas guiadas y audioguías en ocho idiomas distintos.

Con el paso de los siglos, el castillo de Arundel se ha remodelado y rediseñado hasta alcanzar un aspecto aún más imponente. Este edificio, hogar de los duques de Norfolk y los condes de Arundel, y sus jardines ocupan una impresionante extensión de casi 17 hectáreas de terreno verde. Los jardines amurallados contienen coloridas parcelas de flores y convierten el lugar en un escenario de gran belleza que puede llevar horas explorar. Esta mota normanda ofrece a sus visitantes unas vistas de infarto del río Arun, las colinas de South Downs y Sussex Occidental. También cuenta con una extensa colección de obras de arte que incluye cuadros singulares de artistas de renombre, como Van Dyck, Gainsborough y Canaletto. Los amantes del cine y la televisión reconocerán las partes del castillo que aparecían en Doctor Who o La reina Victoria. No olvides consultar el sitio web del castillo para conocer el horario, ya que permanece cerrado durante los meses de invierno.

El castillo de Bodiam es una mota castral del siglo XIV que te cautivará en cuanto poses la mirada sobre él por primera vez, ya que te transportará directamente al esplendor medieval de la zona. Un pintoresco puente cruza el foso hasta la entrada, flanqueada entre dos torres amenazantes. La imagen del castillo se refleja sobre la superficie del agua y ofrece unas vistas magníficas en cualquier momento del día.

Si hace sol, puedes disfrutar de un pícnic sobre la hierba mientras contemplas la silueta del castillo y te empapas de su majestuosa atmósfera. Recorre el foso mientras las carpas se asoman en busca de comida. Ten en cuenta que solo se puede acceder al castillo en visitas guiadas, desde enero hasta marzo y de octubre a noviembre.

El castillo de Kilchurn es posiblemente uno de los más pintorescos de Escocia. Al aspecto ruinoso de la estructura hay que añadir la espectacular ambientación montañosa de su ubicación. El castillo, que se construyó a mediados del siglo XV y es obra de sir Colin Campbell, cuenta con una casa-torre de cinco plantas en una de las esquinas del irregular patio. Esta sección es la única parte que queda en pie sobre los restos de la estructura. Si te apetece empaparte de la mágica atmósfera de la campiña escocesa, no puedes perderte este lugar. El castillo de Kilchurn está ubicado entre montañas de gran belleza, cuyas cimas se cubren de nieve en invierno y desaparecen en la niebla de las mañanas de otoño. Sin duda alguna, todo un entorno de postal.

El castillo de Penrhyn es una construcción neonormanda del siglo XIX entre Snowdonia y el estrecho de Menai. Lo que originalmente fue una mansión fortificada, hoy en día exhibe todo tipo de artículos fascinantes en exposición, como una cama de pizarra de una tonelada que perteneció a la reina Victoria, elaboradas tallas, mobiliario de imitación de estilo normando, yeserías y una excelente colección de cuadros. Durante los meses de verano, el exterior del castillo se cubre con un manto verde y las enredaderas trepan por sus muros. En otoño, todo adquiere una potente tonalidad rojiza. El interior es elaborado en todos los sentidos y presenta una escalera ornamental y vidrieras en las ventanas. Te recomendamos llevar calzado cómodo para subir y bajar por las muchas escaleras que encontrarás dentro del castillo.

El aspecto actual del castillo de Warwick parte de la estructura original que construyó Guillermo el Conquistador en 1068. Se encuentra a orillas del río Avon y ha sobrevivido a todo tipo de acontecimientos, como un asalto en 1264, un asedio en 1642 y un incendio en 1871. A pesar de ello, sigue siendo uno de los ejemplos mejor conservados de castillos medievales en el Reino Unido. Es propiedad y residencia del conde de Warwick, cuya familia disfrutó de una vida de lujos que queda patente en el sofisticado gran vestíbulo del siglo XVII y en los salones principales, donde se guardan los bienes más preciados del castillo.

En tu visita por el castillo tendrás la oportunidad de recorrer los cuidados jardines, contemplar las bóvedas medievales y acceder a la residencia privada del conde. Sube a lo alto de la torre y disfruta de las gloriosas vistas de Warwickshire. No olvides consultar el sitio web para comprobar si se celebra algún evento especial en las instalaciones (entre otros, torneos de justas).

El castillo de Glamis incluye una impresionante colección de torres dispuestas unas sobre otras, con el esplendoroso verdor de la campiña escocesa como telón de fondo. Levanta la vista para contemplar el ostentoso exterior del edificio y disfruta de su entorno de ensueño. La estructura es digna de un príncipe y es imposible no imaginarse a uno a lomos de su caballo mientras galopa por la verde extensión que la rodea. Las torres y los torreones son visibles desde las puertas de la Reina Madre y generan una sensación de majestuosidad que te acompañará durante toda la visita. Además, puedes realizar varias rutas para ver los diferentes estilos de jardines.

El castillo de Stirling es uno de los más grandes e importantes de Escocia, tanto por su arquitectura como por su historia. Érase una vez un lugar al que nobles, embajadores extranjeros y caballeros acudían en masa para disfrutar de sus espectaculares jardines y salones. Era la residencia favorita de la dinastía Estuardo y en ella se celebraban todo tipo de grandes festividades, que siguen muy vivas a día de hoy gracias al personal caracterizado que te ayudará a sentirte en pleno siglo XVI. En cuanto accedas al castillo te darás cuenta de la importancia histórica del sitio, antaño hogar de María I de Escocia. Contempla desde lo alto de sus muros de piedra las vistas del lugar donde incontables ejércitos medievales se enfrentaron para decidir el destino de la nación.