Las 10 mejores cosas que hacer en Sicilia

Las calles de Palermo, la capital de Sicilia, presentan una viva y embriagadora combinación de arquitectura arabesca y mosaicos bizantinos. Conocida también como la capital italiana de la cultura, este destino ha sabido potenciar su encanto histórico, derivado de su ubicación a medio camino entre Europa y el norte de África. Esta urbe se muestra orgullosa de sus tradiciones y en ella podrás perderte en mercados instalados en calles de piedra, muy semejantes a los zocos. Entre ellos, destacan los de Capo, Vucciria y Ballaro.

En las calles de Palermo también encontrarás numerosas plazas adornadas con bellos edificios. Piazza Vigliena, por ejemplo, observa el centro del barrio histórico desde sus cuatro esquinas barrocas. Piazza Pretoria es, quizá, la más majestuosa de la ciudad, con estatuas que representan a ninfas, tritones y deidades fluviales en pleno salto en una deslumbrante fuente que se eleva delante del ayuntamiento. No te marches sin visitar la catedral, una iglesia del siglo XII que se ha adaptado a los cambios estéticos de las diferentes épocas y en la que se mezclan los elementos árabes y catalanes.

Los italianos son famosos en todo el mundo por su saber hacer en la cocina, y los sicilianos han desempeñado siempre un papel fundamental en las influencias culinarias del país. Como isla que es, Sicilia está especializada en platos sencillos elaborados con pescado fresco y sabrosos ingredientes locales. Uno de los aperitivos más exquisitos y populares son las sarde a beccafico.

Las sardinas abiertas, asadas u horneadas, se rellenan con pan tostado, perejil, anchoas, piñones y pasas, y se sirven en brochetas rociadas con limón. Si visitas Catania, no dejes pasar la oportunidad de ir a la Trattoria La Canonica para probar las verdaderas sarde a beccafico servidas en un entorno casero inequívocamente siciliano.

Cefalú es un pintoresco pueblo ubicado en la costa norte de Sicilia, un lugar idílico con fuertes raíces pesqueras, calles que invitan a perder la noción del tiempo y una de las mejores playas de la isla. Imagina recorrer este tramo de orilla de arena o nadar en un mar de color aguamarina antes de descansar observando a los pescadores mientras arreglan sus redes en el pequeño puerto al atardecer.

Te recomendamos reservar tiempo para recorrer sus callejuelas adoquinadas, bordeadas de casas en tonos miel, con balcones de los que siempre cuelga la colada. En el barrio medieval puedes visitar la catedral normanda, una estructura del siglo XII que domina el paisaje urbano con sus dos torres gemelas.

Las islas Eolias constituyen un auténtico paraíso justo al norte del territorio principal de Sicilia. Este pequeño archipiélago está compuesto por siete formaciones insulares y en él podrás pasar horas y horas de excursiones y relax. La más grande y animada es Lipari, donde los visitantes pueden explorar el mar en kayak o velero, o adentrarse por una de las rutas de senderismo locales.

Prepárate para pasar unos días de ocio conociendo las islas y sus distintos entornos, entre playas de arena negra, paisajes volcánicos en Stromboli y Vulcano, aldeas encaladas en Panarea y parajes más desconocidos en Filicudi. Un último consejo: no te marches sin probar los dulces matices de los vinos de malvasía que se elaboran en la región.

Taormina es un puerto que suelen frecuentar los cruceristas y quienes buscan unas vacaciones sicilianas verdaderamente extravagantes. Aunque es más turística que otras regiones de la isla italiana, esta localidad sigue teniendo mucho encanto gracias a unas vistas espectaculares y a su rico pasado.

Aquí podrás explorar las ruinas del teatro antiguo, construido en el siglo III antes de nuestra era, y disfrutar del bellísimo paisaje de la zona desde allí. Si el día está despejado, incluso podrás ver Calabria. Después, adéntrate en las calles de tonos pastel que van a dar a la catedral de San Nicolás y al palacio de los duques de Santo Stefano, excelentes ejemplos de la arquitectura de la región. Y para refrescarte, nada mejor que un baño en Isola Bella, una playa de ensueño a los pies de las colinas.

El Etna es el volcán más elevado de Europa. Ubicado en la costa este de Sicilia, en la actualidad sigue activo y, de hecho, experimenta erupciones periódicas en las que desprende ríos de lava. Esta gigantesca montaña domina el paisaje siciliano, y sus laderas son parte del llamado Parco dell' Etna. En invierno, la cima se cubre de nieve por encima de los campos de lava negra seca.

Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2013, el volcán Etna atrae a miles de senderistas deseosos de conocer sus rincones y cráteres activos. Si no te apetece subir a pie hasta arriba, puedes coger el teleférico y disfrutar de bonitas vistas durante el trayecto. Por cierto, en esta región también se producen excelentes vinos de prestigio con denominación de origen controlada.

Siracusa, ubicada en la Costa Jónica, desprende el típico encanto atemporal de Sicilia. La que en su momento fue la ciudad más grande del mundo, ahora fusiona las plazas barrocas y los edificios de piedra de tonos pastel con un mar de deslumbrante color azul. Explora las antiguas ruinas de la ciudad a pie y contempla las fachadas erosionadas y los restos de su patrimonio griego y corintio.

Disfruta del placer de perderte por sus callejuelas adoquinadas, que esconden bellezas como la plaza de Arquímedes y la fuente de Aretusa. Visita también el castillo Maniace, ubicado junto a la costa, y el teatro griego, uno de los más grandes del mundo de su clase. Y un último lugar imprescindible: la isla de Ortigia. En ella podrás sumergirte en los sabores sicilianos de su mercado diario, donde se venden productos locales, como quesos, carne y pescado fresco.

Agrigento es una de las ciudades más antiguas de Sicilia y un auténtico epicentro de ruinas históricas. El más importante de los conjuntos que salpican la región del sur de Sicilia es el Valle de los Templos, un ejemplo arquitectónico extraordinario de la Grecia clásica. El templo de la Concordia es uno de los ejemplos de estilo dórico mejor preservados del mundo.

Si te gusta la horticultura, disfrutarás sin duda del jardín de la Kolymbetra, que ha recuperado su esplendor original tras años de abandono. Con una extensión de 50 000 metros cuadrados, estos terrenos acogen un amplio abanico de plantas, desde antiguos cítricos, chumberas y moreras, hasta mirtos, sauces y álamos blancos.

Favignana es la más grande de las islas Ágatas y está situada a algo más de 28 kilómetros de Trapani en dirección sudoeste. Puedes acceder a ella fácilmente en ferri. Una vez allí, en esta formación insular con forma de mariposa descubrirás una costa repleta de fascinantes y bellas calas, grutas y playas. Es un destino de verano muy popular entre los sicilianos, aunque poco conocido en general, por lo que no te encontrarás con muchos turistas.

Te recomendamos explorarla en bicicleta e ir parando en cualquiera de sus rincones de aguas cristalinas. Entre todos ellos, el más popular es la cala Roja, y el tramo rocoso de Scalo Cavallo es fantástico para practicar buceo de superficie. Después, lánzate a descubrir la ciudad de Favignana, con plazas peatonales bordeadas de edificios de colores desgastados por el sol. No te marches sin visitar su pequeño puerto, dominado por el fuerte de Santa Catalina, una antigua torre vigía que construyeron los árabes y, posteriormente, usaron como prisión los reyes Borbones.

Si te apetece disfrutar del sol y el senderismo durante tus vacaciones, no te pierdas la reserva natural de Zingaro, ubicada a 117 kilómetros al oeste de Palermo. Aquí podrás contemplar paisajes espectaculares en una costa adornada con pilas de roca y grutas excavadas en acantilados de piedra caliza.

En esta región abunda la fauna, tanto en tierra como en el mar, y también la flora, con más de 650 especies de plantas que crecen en la reserva gracias a su microclima húmedo. Los aficionados a observar a las aves podrán avistar ejemplares de halcones, águilas, cernícalos y búhos. Después de explorar los rincones del entorno, nada mejor que terminar el día con un baño fresquito en el mar Mediterráneo.