Las 10 mejores cosas que hacer en pareja en Isquia

Lacco Ameno es una bella zona de Isquia y, según se dice, uno de los primeros asentamientos griegos de Italia. Tiene una larga historia a sus espaldas y en los alrededores se han descubierto distintas necrópolis. Además, aunque es la más pequeña de las seis localidades de la isla, también es la más bonita. Las montañas enmarcan aquí varias playas y una coqueta bahía, todas perfectas para disfrutar de un relajante baño en aguas poco profundas.

Durante el paseo en dirección al mar podrás explorar el pintoresco puerto deportivo, que acoge desde modestas embarcaciones pesqueras hasta gigantescos yates. Después puedes continuar hasta San Montano, la franja de costa más popular, que se extiende a lo largo de una bahía enmarcada entre colinas. También merece la pena visitar la playa Il Fungo, que debe su nombre a una roca con forma de seta que tiene delante.

Si decides pasar unos días en la región de Lacco Ameno en Isquia, reserva tiempo para desconectar de todo en los bellos spas de los jardines termales de Negombo. ¿Hay algo más romántico que disfrutar de un largo y relajante descanso en un balneario con tu pareja? Aquí encontrarás más de una docena de piscinas rodeadas de frondosos jardines con vistas al mar, que ofrecen distintas zonas al sol y a la sombra en las que olvidarse del mundo.

Con temperaturas que oscilan entre los 24 y los 36 °C, no encontrarás mejor forma de activar el modo vacaciones. Si el cuerpo te pide actividad, te recomendamos el baño del laberinto japonés, con dos canales a diferentes temperaturas diseñados para mejorar la circulación mientras te desplazas por ellos. No te marches sin dejarte mimar con las extraordinarias fórmulas de descanso y rejuvenecimiento disponibles, desde masajes con piedras volcánicas hasta opciones de cuatro manos o incluso helioterapia, manicura y tratamientos faciales.

Caminar por los majestuosos jardines de La Mortella es una forma maravillosa de cargar las pilas gracias a la belleza de un entorno frondoso y sereno. Estos terrenos se divididen en dos secciones, el "Valle" en la parte inferior y la "Colina" en la superior, y en ellos podrás admirar una rica variedad de flora a través de una bonita red de rutas y senderos. Desde los jardines superiores podrás contemplar unas vistas impresionantes de la bahía de Forio.

En estos frondosos jardines habitan plantas exóticas de todo el mundo. Si te apetece disfrutar de la paz y la tranquilidad, puedes reservar algún tiempo para meditar en la Casa Tailandesa, rodeada de arreglos florales de inspiración oriental. Con una extensión de más de 2 hectáreas adornadas con fuentes, estanques e invernaderos tropicales, La Mortella esconde numerosos rincones perfectos para perder la noción del tiempo.

Aunque Capri merece la pena como destino vacacional por méritos propios, esta pequeña y bonita isla también es un destino perfecto para realizar una excursión de un día desde Isquia. Su paisaje es escarpado y se ha hecho muy popular como refugio de ricos y famosos. De hecho, allí abundan los hoteles exclusivos y las tiendas de conocidos diseñadores. Puedes explorar el que se ha convertido en todo un paraíso para los grandes nombres de Hollywood con una visita que recorre la costa y pasa por sus bellas grutas y bahías, bendecidas con un hermoso mar de color aguamarina.

Tierra adentro, no te marches sin recorrer las tranquilas calles residenciales de Anacapri y montar en telesilla hasta Monte Solara. Si estás en plena escapada romántica, nada mejor que embarcarse en un crucero al atardecer y disfrutar de una copa de champán mientras el sol se esconde en el horizonte.

En la isla volcánica de Isquia abunda la actividad térmica, lo que la convierte en un popular centro de aguas y baños termales, ideal para reponer las fuerzas. En la zona oeste se encuentra la hermosa playa de Citara, un lugar caracterizado por la flora tropical y subtropical que se abre hacia un mar deslumbrante e infinito, con las islas Pontinas en la distancia.

Toma asiento en un bar con vistas al Tirreno y disfruta de los inolvidables atardeceres de este rincón tras un día de sol en la playa. En este lugar han arraigado profundamente los mitos de la isla. De hecho, se dice que la actividad térmica tiene su origen en las lágrimas de las diosas Venus y Afrodita, que lloraban por amor a Adonis.

Sant’Angelo es una coqueta aldea pesquera de la costa sur de Isquia que compite en belleza con la mismísima Lacco Ameno. El encanto apartado de esta localidad aún es mayor gracias a que sus calles son peatonales y solo se puede acceder a ella a pie o en barco. La ciudad, rodeada de dos bahías, se divide en dos partes que se conectan entre sí con una pequeña franja de arena bañada por el mar.

Las calles de este encantador lugar están bordeadas de construcciones blancas o de colores pasteles, muchas de las cuales son casas típicas de pescadores. Si sigues la costa, encontrarás una serie de playas y calas perfectas para nadar. No te marches de Sant’Angelo sin subir a la parte alta para disfrutar de las vistas panorámicas de Capri y la playa de Maronti.

Si te apetece mimar el paladar con algunos de los mejores caldos de la región, no te pierdas el Ristorante Pietratorcia de Panza y los viñedos del mismo nombre. Tendrás la oportunidad de recorrer las antiguas bodegas de piedra, en una finca con limoneros, higueras y arbustos de romero y mejorana. Mientras paseas por los terrenos distribuidos en bonitas terrazas, no olvides girarte para contemplar las vistas del mar a la altura del Fosso dei Conigli.

Obviamente, además de mirar, querrás probar. Podrás degustar las variedades que se elaboran en esos mismos viñedos bajo una pérgola que se extiende sobre los huertos de árboles frutales, acompañadas de productos locales como quesos y embutidos de Isquia. También puedes almorzar o cenar en el restaurante con un menú de platos italianos que se cocinan siguiendo las recetas tradicionales e incluyen ingredientes como el conejo, el pescado fresco y la pasta.

Si te gusta conocer gente a través de experiencias culinarias, quizá te apetezca aprender los secretos de los platos caseros italianos para conseguir hacerlos igual. Con una clase privada en tu villa o en uno de los restaurantes de la zona, lograrás convertirte en un auténtico chef en un abrir y cerrar de ojos. No importa si deseas dominar la técnica de una base de pizza perfecta o de una salsa de pasta tradicional: lo mejor para conseguir tus objetivos es una sesión en exclusiva con un cocinero local.

Te proporcionará los ingredientes de la zona para preparar las recetas más frescas y sabrosas, y te guiará paso a paso por el proceso. Es una manera ideal de adquirir nuevas habilidades y conocer, al mismo tiempo, a las familias y a la comunidad de la zona en una experiencia muy cercana. Y es que la hospitalidad italiana es otra razón más para enamorarse de un país repleto de exquisitos manjares, historia, cultura y paisajes imposibles de olvidar.

Ubicada sobre un promontorio al oeste de Isquia, la iglesia del Socorro es el lugar perfecto para terminar el día. Con una atmósfera mágica, el mar a sus pies y un telón de fondo compuesto por bellas montañas, los atardeceres saben iluminar a la perfección la belleza de este rincón de la isla. La iglesia encalada presenta una arquitectura muy particular, que combina distintos estilos, como el bizantino, el árabe y el mediterráneo.

La escalera que da acceso a la puerta de piedra del templo data del siglo XVII, se divide en dos tramos y presenta una bonita decoración de cerámica decimonónica. Aunque la construcción no es tan majestuosa como la de otras iglesias italianas, su privilegiada ubicación la coloca a la altura de otras bellezas. No te marches sin contemplar la luz dorada de la puesta del sol antes de elegir restaurante en la cercana localidad de Forio.

Si a ti y a tus acompañantes os gustan los retos físicos, subir el monte Epomeo será, sin duda, uno de vuestros imprescindibles en Isquia. Es el pico más elevado de la isla y prácticamente alcanza los 800 metros de altura. Durante el trayecto hasta la cima te rodeará la frondosa vegetación de la montaña y las bellas vistas de los viñedos. Una vez en la cumbre, podrás admirar las vistas deslumbrantes de Capri, Procida y el golfo de Nápoles.

Después, puedes recompensar este esfuerzo almorzando en La Grotta da Fiore mientras sigues contemplando la bella Isquia. Este restaurante está excavado en la montaña, puede presumir de una de las mejores ubicaciones de toda la isla y es un lugar perfecto para recargar las pilas y descansar saboreando una exquisita bruschetta con tomate fresco o un suntuoso postre para recuperar todas las calorías que hayas quemado. Al fin y al cabo, estás de vacaciones.