10 cosas románticas que hacer en Venecia

No hay nada más romántico que deslizarse lentamente entre bonitos edificios renacentistas y barrocos. Se puede alquilar una góndola en cualquiera de los puentes principales, como en los de Rialto o la Academia. Basta con dirigirse a uno de los gondoleros con el sombrero y la camiseta de rayas típicos. 

No dudes en tomar un vaporetto para navegar unos kilómetros por la laguna de Venecia hasta las islas de los alrededores, cuya belleza natural es espectacular. Jamás olvidarás las calles de Burano, con sus casas de color pastel, ni las tiendas de encajes y productos de cristal de colores de la isla de Murano.

Si quieres contemplar la Venecia más romántica con los ojos de Casanova, famoso por sus conquistas amorosas, puedes tomar una copa de vino en Do Spade. Es en esta cantina ubicada en la calle homónima, no muy lejos del puente de Rialto, donde solía encontrarse con sus amantes. También merece la pena visitar el Palacio Ducal, donde estuvo encarcelado hasta que logró escapar.

No hay nada como contemplar el imponente tamaño de las cúpulas de la basílica de San Marcos y el ornamentado Palacio Ducal en la plaza más romántica de Venecia. A continuación, puedes dar un paseo bajo los soportales animados al son de la música callejera y tomar un expreso en la terraza del Caffè Florian. 

Para admirar las obras religiosas más apasionantes del gran maestro veneciano Tiziano, es imprescindible visitar la basílica de Santa Maria dei Frari. Esta antigua iglesia gótica del tranquilo barrio de San Polo es toda una galería de arte del Renacimiento. Para llegar hasta aquí, te espera un romántico paseo por callejuelas recónditas y tranquilas plazas. 

Cerca del Gran Canal se encuentra el barrio de Dorsoduro, donde los canales y las calles se estrechan y la ciudad se convierte en un pueblecito. Es un lugar ideal para ir de compras por callejuelas tranquilas en busca de regalos románticos, como máscaras venecianas y productos de cristal de Murano. 

Asegúrate de salir del hotel a tiempo para contemplar el Gran Canal durante la puesta de sol desde el majestuoso puente de Rialto, del siglo XVI. Puedes aprovechar la visita para echar un vistazo por las tiendecitas situadas bajo los arcos, en las que se venden artículos hechos a mano. Otra opción es recorrer el puente de madera de la Academia y disfrutar de una romántica tarde admirando la Colección Peggy Guggenheim de arte contemporáneo. 

Sigue los pasos del escritor Ernest Hemingway y atraviesa la laguna en vaporetto hasta la inspiradora isla de Torcello, a 10 kilómetros de la plaza de San Marcos. Junto a la antigua iglesia bizantina se encuentra el restaurante Locanda Cipriani, donde puedes disfrutar de un idílico almuerzo italiano en su terraza, a la sombra de una pérgola.

No te pierdas las vistas del laberinto de tejados rojos y la interminable laguna desde el campanario de San Marcos, a 99 metros de altura sobre la plaza. Sube en el ascensor hasta la parte superior y, si tienes suerte y el día está soleado, podrás ver hasta los Dolomitas. 

Aprovecha la ocasión para impregnarte de romanticismo disfrutando de un ballet o un espectáculo operístico desde una de las plateas doradas de este teatro de ópera restaurado. No dudes en comenzar la velada con un encantador paseo en vaporetto entre los palacios del Gran Canal hasta Santa Maria del Giglio, la parada más cercana al teatro.