11 actividades para hacer en Venecia en un día (o dos)

La plaza de San Marcos es, incuestionablemente, una de las más bonitas del mundo. En este entorno privilegiado se encuentran la basílica del mismo nombre, el campanario y el Palacio Ducal, así como cafeterías y restaurantes con terraza desde los que se pueden admirar unas vistas fascinantes mientras se disfruta de un capuchino o una copa de vino. Ten en cuenta, sin embargo, que aquí no encontrarás la mejor comida italiana y que los precios suelen ser caros (a partir de 50 euros para dos, aproximadamente). Si aun así te apetece vivir esta experiencia, te recomendamos el Caffè Florian, una de las cafeterías más antiguas del mundo. Y recuerda que, aunque resulte tentador, no debes dar de comer a las palomas de la plaza, ya que te arriesgas a que te multen.

El campanario de la basílica de San Marcos es el protagonista indiscutible de la plaza del mismo nombre por sus 90 metros de altura, desde donde se puede admirar el hermoso paisaje de Venecia y de la laguna. Es recomendable visitarlo a primera hora de la mañana para evitar las multitudes, especialmente en verano, cuando se forman colas. Por unos ocho euros, puedes subir en ascensor hasta la cima. Recuerda taparte los oídos cuando las cinco campanas den la hora, ya que el sonido es ensordecedor. Además, en la cima puede hacer fresco, por lo que conviene tener a mano una prenda de abrigo.

El Palacio Ducal está formado por un laberinto de habitaciones lujosamente decoradas con paneles dorados y obras de arte renacentistas. El acceso a este palacio de estilo gótico veneciano se encuentra en la plaza de San Marcos, junto a la laguna. En los aposentos del dux se encuentra un gigantesco mapamundi de Tiziano, mientras que la magnífica Sala del Consejo Mayor alberga la pintura al óleo más grande del mundo, El Paraíso, de Tintoretto. Después de visitar la armería y las prisiones, te recomendamos que cruces el famoso puente de los Suspiros para finalizar la visita. También puedes unirte a las visitas guiadas especiales de una hora denominadas "Itinerarios secretos por el palacio", con las que tendrás acceso a salas privadas. Se ofrecen en varios idiomas y cuestan en torno a 20 euros.

Tal vez los paseos en góndola sean algo cursis y turísticos, pero no puedes negar que las fotos con un gondolero y el canal de fondo quedan preciosas. Sin embargo, estos paseos también son caros. Procura regatear, pero probablemente no consigas bajar de los 80 euros por un recorrido de 40 minutos, aunque afortunadamente las góndolas tienen capacidad para un grupo de hasta seis personas. Los paseos por la tarde suelen costar en torno a 100 euros. Existen varios puntos de partida por todo el canal, pero los más populares son los que se encuentran a orillas del Palacio Ducal y Riva del Vin, cerca del puente de Rialto. Recuerda concretar claramente el precio y la duración del paseo antes de subir a la góndola.

El puente de Rialto es uno de los puentes peatonales más emblemáticos de Venecia. Desde el pórtico central puedes disfrutar de unas vistas inigualables del paisaje a orillas del Gran Canal. Ambos lados del puente están flanqueados por tiendecitas de moda y bagatelas, como joyas y artículos de vidrio soplado típico de Venecia. También puedes ir de compras por el animado mercado de Rialto, a orillas del canal. Ten en cuenta que el puente es un lugar muy popular y suele estar abarrotado de gente. También vale la pena contemplarlo desde una góndola o un vaporetto (embarcación usada para el transporte público), sobre todo por la noche. Conviene visitarlo a primera hora de la mañana para evitar las multitudes.

Tu visita a Venecia estará incompleta si no pruebas la gastronomía típica. Si quieres conocer un lugar auténtico y acogedor, toma el vaporetto número 12 y dirígete a la isla pesquera de Burano, famosa por su marisco y sus platos tradicionales, como el risotto de guisantes, llamado risi e bisi. La Trattoria da Romano es un restaurante tradicional familiar considerado uno de los mejores lugares de Venecia para degustar el risotto di gò (a base de pescado) y otras especialidades de Burano. El precio de las comidas no baja de los 36 euros. Presta atención a la letra pequeña de la carta, ya que la mayor parte del pescado y del marisco se cobra "per etto" (por cien gramos).

¿Te apetece huir del gentío de Venecia? La isla de San Giorgio Maggiore es un destino fantástico para una excursión de un día, ya que con el vaporetto número 2, que sale de la plaza de San Marcos, llegarás en unos cinco minutos. El paisaje urbano está dominado por la basílica del mismo nombre, construida en torno al siglo XVI, con un campanario al que se puede subir en ascensor por seis euros. Muchos visitantes consideran que estas vistas son mejores que las que ofrece el campanario de San Marcos. Sin embargo, las nueve campanas cuelgan a una altura inferior a las de San Marcos, por lo que es mejor no visitar la basílica a mediodía para evitar las 12 campanadas ensordecedoras.

Los aficionados a la enología están de suerte, ya que para disfrutar de una buena cata de vinos no hace falta ir en coche a Prosecco o a Verona. Cerca del mismísimo puente de Rialto encontrarán vinotecas magníficas, como la Vineria all'Amarone, con una gran variedad de vinos locales, sobre todo de la zona vitivinícola de Valpolicella. Aquí podrás elegir entre cuatro experiencias de cata diferentes, cada una de las cuales te permitirá conocer cinco magníficos vinos italianos por unos 40 euros.

Dorsoduro es uno de los seis barrios principales de Venecia, en el que podrás conocer el lado más urbano y menos turístico de la ciudad. Alberga algunos de los mejores museos de la capital véneta, como la Galería de la Academia, la Punta della Dogana y la Colección Peggy Guggenheim. Dorsoduro se halla a diez minutos en ferri de la plaza de San Marcos en dirección sur, en la orilla de enfrente del Gran Canal. Vale la pena dar una vuelta por el pintoresco paseo de Zattere hasta los astilleros de Squero di San Trovaso para ver cómo se construyen y se reparan las góndolas.

En tu visita a Venecia no puede faltar una cena a orillas del agua. Encontrarás una amplia oferta de restaurantes en el paseo marítimo que se halla junto a la plaza de San Marcos. Si te apetece disfrutar del panorama de la laguna y de una puesta de sol mágica sobre la isla de Giudecca, no hay mejor lugar que el restaurante Riviera. Las vistas de los embarcaderos que se pueden admirar desde la mesa maridan a la perfección con su variada oferta de gastronomía veneciana tradicional y moderna. Te recomendamos en especial el menú de degustación de siete platos con la selección personal del chef, a un precio que ronda los 100 euros. Independientemente de lo que pidas, no te pierdas el cercami sù, un delicioso tiramisú con un toque personal.

Después de recrear la vista con los paisajes de Venecia, es el momento de deleitar el oído. Aprovecha que es el lugar de nacimiento de Vivaldi y que se organizan numerosos tributos y actuaciones orquestales en su honor para deleitarte con la música de este famoso compositor y violinista barroco. Muchos eventos tienen lugar en iglesias y edificios históricos, como el Palazzo delle Prigioni, el Palazzo Barbarigo Minotto y la iglesia de San Vidal. Sin embargo, el lugar más apropiado es la iglesia de la Pietà, también conocida como la "iglesia de Vivaldi", donde el maestro vivía y trabajaba. Se encuentra a 350 metros al este del Palacio Ducal. La entrada cuesta unos 23 euros.