Las diez mejores actividades en pareja en Roma

La mayoría de las parejas que visitan Roma hacen escala en la fuente más grande de la capital. Dice la leyenda que las personas que lancen una moneda al agua por encima del hombro volverán a visitar la Ciudad Eterna. Si tú y tu pareja sois optimistas y os gusta cumplir con las tradiciones, lanzad una tercera moneda para que la relación acabe en boda. Sea como sea, no os podéis perder la visión de esta atronadora fuente decorada con elaboradas esculturas de dioses romanos, tritones y caballos.

Las callejuelas pintorescas y las encantadoras calles de adoquines de Roma te conducirán desde el mercado de Campo de' Fiori hasta el puente Sisto, una preciosa construcción de piedra sobre el río Tíber. De día, este puente centenario ofrece unas vistas impresionantes del Vaticano a lo lejos, así como de los demás puentes que cruzan el río y del precioso barrio del Trastévere. Sin embargo, resulta todavía más acogedor y romántico al anochecer. En las cercanías, encontrarás numerosas placitas rodeadas de edificios neoclásicos y una selección de hoteles muy bien valorados.

No hay mejor manera de descubrir la belleza de Roma y sus majestuosos puntos de referencia que con un pausado paseo en un carruaje tirado por caballos. Seguro que tú y tu pareja os sentiréis transportados a la época en que este era el principal medio de transporte por la ciudad. Los carruajes suelen contar con cómodos asientos de piel ideales para parejas, así como un amplio parasol. Las vistas de Roma son todavía más imponentes cuando van acompañadas del sonido de los cascos de los caballos sobre los adoquines de la ciudad.

Los cruceros por el Tíber son una de las opciones preferidas para hacer turismo por Roma, ya que permiten disfrutar de unas vistas diferentes de los puentes de la antigüedad, incluido el emblemático puente Sisto, así como de las aves que viven a orillas del río. Con la silueta de la cúpula de San Pedro recortándose en el horizonte, los cruceros durante la puesta del sol son especialmente mágicos. Los barcos salen con una frecuencia de media hora como mínimo de cada muelle y los billetes cuestan a partir de 18 €.

Los aficionados al arte disfrutarán enormemente con una visita a los Museos Vaticanos, una de las colecciones más grandes del mundo. No hay nada comparable a perderse en sus 50 galerías, en las que se exponen algunas de las obras más importantes de maestros como Da Vinci, Rafael y Bellini. Las visitas finalizan bajando la famosa escalera de doble hélice de Bramante, que se conserva en el Museo Pío Clementino. Después, es posible admirar la capilla Sixtina, donde se encuentran los hermosos frescos del siglo XVI obra de Miguel Ángel, entre los que destaca La creación de Adán.

Los jardines de Villa Borghese ofrecen un lugar tranquilo e íntimo en el que refugiarse del tráfico abrumador del centro de la capital. El parque está lleno de caminos que invitan a dar paseos románticos a la sombra de los árboles y detenerse de cuando en cuando para disfrutar de las vistas. No faltan los rincones íntimos entre las flores en los que las parejas se pueden hacer carantoñas e, incluso, propuestas de matrimonio. Después, los tortolitos pueden dirigirse a los jardines de Pincio, en la cumbre del parque, con un mirador con vistas a Piazza del Popolo.

El monte Aventino, una de las famosas siete colinas de Roma, alberga una plaza en homenaje a los caballeros de la Orden de Malta. Se trata de una zona tranquila e ideal para parejas en la que abundan las arboledas, los jardines y las ruinas. Vale la pena buscar la enorme puerta verde que se encuentra aquí para contemplar desde el ojo de la cerradura una vista famosa protagonizada por la majestuosa cúpula de San Pedro. Desde aquí es posible explorar el barrio tradicional de Testaccio, al sudoeste de la colina del Aventino. Aprovecha para adentrarte en el animado ambiente del mercado de Testaccio, en el que se venden productos frescos del país, así como fruta y flores. Como recomendación, reservar un hotel cerca del monte Aventino es siempre un acierto.

En este bonito teatro de ópera del siglo XIX se celebran con regularidad producciones fastuosas de ópera clásica y ballets, así como conciertos de música moderna. No solo tiene una acústica fantástica, sino que los interiores del auditorio están bellamente decorados con detalles dorados y cortinajes clásicos de color granate. De la cúpula central cuelga una enorme lámpara de araña que ilumina los frescos renacentistas. El teatro de la Ópera de Roma no es tan grande como otras salas italianas, lo que contribuye a crear una atmósfera íntima. Desde todos los asientos de los palcos de los cuatro niveles se puede disfrutar de unas vistas excelentes del escenario.

Roma es la ciudad perfecta para disfrutar de paseos románticos, sobre todo en este barrio pintoresco en la orilla occidental del Tíber, con una atmósfera especial para las parejas. Para empezar a explorar el Trastévere, lo mejor es cruzar el puente Sisto si se viene desde el mercado de Campo de' Fiori. Las bonitas callejuelas que se abren paso entre altos edificios renacentistas están flanqueadas por cafeterías y bares encantadores. Algunas de ellas desembocan en placitas como la plaza de Santa María, presidida por la fuente central que se halla frente a la basílica de Santa María en Trastévere.

En Roma es posible encontrar una combinación armoniosa de ambientes románticos, comida deliciosa y cócteles exquisitos, todo ello acompañado de unas vistas impresionantes. Numerosos hoteles de lujo tienen bares o restaurantes en la azotea, como el fantástico La Terrasse Cuisine & Lounge, en la última planta del hotel Sofitel Villa Borghese, desde donde se puede contemplar el paisaje del Vaticano en todo su esplendor. También vale la pena cenar en el restaurante gourmet Aroma mientras se disfruta de las vistas al Coliseo.