Las 10 mejores cosas que hacer en Shropshire

Las colinas de Shropshire, una región declarada Área de Destacada Belleza Natural, son el principal motivo por el que muchos aficionados a la naturaleza visitan este condado del oeste de Inglaterra. La asombrosa reserva abarca cerca de un cuarto de la superficie terrestre del condado e incluye fantásticas rutas de senderismo y pueblos victorianos históricos que están esperando a que los descubras.

Entre los recorridos que puedes realizar por los ondulados paisajes de la zona destaca el que discurre por los mágicos brezales de la colina Stiperstones y el que sube hasta The Wrekin, una llamativa cumbre que ofrece paisajes espectaculares. Si quieres embarcarte en una experiencia distinta, también puedes disfrutar de la tranquilidad y la belleza de estos parajes desde una piragua o a lomos de un caballo.

El castillo de Stokesay, ubicado en Craven Arms, constituye una ventana al pasado medieval de Shropshire. Quizá quieras participar en una visita guiada para conocer mejor cómo era el día a día en esta casa señorial fortificada del siglo XIII. Si prefieres recorrerla a tu ritmo, también hay disponibles audioguías que te irán ofreciendo todos los detalles interesantes.

En su interior es posible pasear por el gran salón y acceder por unas escaleras a la torre vigía, con unas bellas vistas de la localidad. Entre los lugares imprescindibles destacamos los jardines del castillo y la iglesia de San Juan Bautista, una hermosa capilla de piedra que data del siglo XII.

La ciudad victoriana de Blists Hill es un museo al aire libre que simula una localidad típica de Shropshire a finales del siglo XIX. En este centro ubicado en Telford los actores permiten que los visitantes interactúen con habitantes de la época y conozcan a fondo este célebre periodo de la historia inglesa.

Asimismo, en sus calles encontrarás numerosas tiendas, casas y talleres artesanales, e incluso unos jardines y un sendero que atraviesa terrenos boscosos. Cada mes de agosto, el museo acoge el evento Blists Hill in Steam, en el que se muestran locomotoras y máquinas de vapor centenarias.

El Museo y Galería de Arte de Shrewsbury se fundó en 1835 y, desde entonces, ha sido una valiosa fuente de información sobre la historia y el arte del condado. Esta institución, ubicada en el corazón de Shrewsbury, cuenta con extraordinarios hallazgos arqueológicos, tales como lápidas romanas y restos de mamuts prehistóricos, recuperados en distintas excavaciones de la región.

Por su parte, las obras de arte de este importante museo abarcan desde trabajos antiguos hasta obras contemporáneas de artistas locales. Todas las exposiciones se comisionaron para rendir homenaje a la importancia geológica de Shropshire. Si viajas en familia, a los niños les encantará el recorrido de estilo puzle por el museo, así como la zona de juegos.

Aunque los restos del castillo de Ludlow pueden parecer embrujados si los contemplas desde fuera, esta fortificación del siglo XI es, en realidad, todo un ejemplo del rico patrimonio por el que se conoce a Shropshire. Se trata de una propiedad privada del conde de Powis, pero está abierta al público.

Durante tu visita, encontrarás un bello interior que acoge espacios como la majestuosa capilla normanda, así como estrechos pasajes y salones que, en el pasado, bullían de actividad. En el patio se celebran eventos anuales que te pueden interesar, como el Festival Gastronómico de Ludlow y la Feria Navideña Medieval. Las instalaciones incluyen también una cafetería y una tienda de regalos, por si quieres llevarte algún recuerdo especial de tu visita.

El Museo de la Real Fuerza Aérea Británica de Cosford se compone de varios hangares con aviones, motores y vehículos militares originales. Está situado en Cosford, y en sus distintas secciones encontrarás también obras de arte, otros objetos de origen bélico e incluso una colección de figuras y amuletos de la suerte de antiguos pilotos. La zona Fun 'n' Flight cuenta con una galería interactiva en la que se describe cómo funciona una aeronave a través de divertidos experimentos.

En el mes de noviembre, el museo abre las puertas de su centro de conservación al público durante una semana. Se trata del único momento en el que podrás ver trabajar a los ingenieros en las tareas de restauración de viejos aviones.

El área natural Hawkstone Park Follies es un parque de unas 40 hectáreas en el que la principal atracción son, sin duda, sus majestuosas colinas de arenisca. Tras décadas de olvido, se han restaurado los distintos paseos y se han abierto al público, por lo que ahora es posible recorrer los barrancos ocultos entre acantilados de roca.

En esta zona también encontrarás distintas especies de árboles y flores, así como una rica fauna salvaje. Con un poco de suerte, quizá te cruces con halcones peregrinos, ratoneros y zorros. Si lo visitas en familia, el recinto ofrece actividades divertidas como tiro con arco y construcción de madrigueras, pero también podréis pasar un buen rato explorando las cuevas, puentes y rutas de senderismo del parque.

El Museo de Cambrian Railways ocupa la antigua sede de la compañía de la que toma el nombre y se encuentra en la localidad de Oswestry. Aunque en sus salas se exponen recuerdos relacionados, sobre todo, con la red ferroviaria de la zona, también resulta una fascinante visita para cualquier aficionado a los trenes. Sus muestras permiten conocer a fondo la historia de este antiguo sistema a través de carteles, relojes de estación y fotografías, entre otros objetos.

Justo al lado verás la antigua estación de Oswestry, que aloja la Cambrian Heritage Railway. Aquí podrás ver locomotoras y vagones de épocas pasadas, e incluso montar en un tren a vapor turístico, que, en determinadas temporadas, conecta las ciudades de Oswestry y Llynclys gracias a los trabajos de restauración de las vías y vagones.

Shropshire acoge una auténtica maravilla de la ingeniería del siglo XVIII: el puente de hierro que cruza el río Severn y que, tras su construcción en 1779, se convirtió en el primero de su clase en todo el mundo. Esta bonita estructura cuenta con un carril para peatones y constituye una estampa inolvidable si se la contempla desde una excursión en piragua por el río. Si no te apetece esta opción, también puedes recorrer a pie la ruta que discurre por debajo del puente y que te permite verlo desde otra perspectiva. La caseta de peaje en el extremo sur es ahora un museo dedicado a la construcción de esta proeza arquitectónica.

La garganta de Ironbridge es un lugar declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ya que las actividades mineras aquí propiciaron que la región se convirtiera en la cuna de la Revolución Industrial.

La prisión de Shrewsbury es un edificio victoriano del siglo XVIII que puede ser una parada interesante durante tu visita a la localidad. La institución cerró sus puertas en 2003 y, en la actualidad, es una atracción turística que permite conocer las celdas y la zona de ejecuciones. Si quieres conocer más detalles sobre su larga historia de labios de los que trabajaron en ella, te recomendamos participar en una de las visitas guiadas que se organizan en el recinto. También puedes explorar todas las secciones a tu ritmo gracias a las distintas placas y carteles informativos, los cuales relatan datos curiosos sobre la prisión y los convictos.

Quienes busquen emociones fuertes están de enhorabuena, puesto que se ofrece un recorrido sobre fantasmas y otro a oscuras, la forma más emocionante de escuchar historias siniestras del pasado. Imagina conocer los rincones de la prisión de Shrewsbury entre tinieblas. ¿Te ves capaz?