Las 10 mejores actividades en Lincoln

El castillo de Lincoln es todo un símbolo de la historia inglesa, ya que ha sido testigo de dos importantes batallas medievales y ahora alberga una de las cuatro copias originales de la Carta Magna inglesa. Se construyó en el siglo XI sobre una colina junto a la catedral de Lincoln y todavía se encuentra en uso, ya que alberga parte de los juzgados de la ciudad.

Desde las murallas del castillo se pueden contemplar unas espléndidas vistas en cualquier época del año, aunque el entorno es aún más bonito si viajas en diciembre, cuando se celebra el mercado de Navidad de Lincoln y el patio del castillo se llena de puestos. Aunque este mercadillo de estilo alemán es el lugar de referencia de los lugareños para ir de compras, no te preocupes si tus vacaciones coinciden en cualquier otra fecha, ya que siempre puedes acercarte al Lincoln Maker's Market, el primer sábado de cada mes junto a la puerta principal.

Si vas paseando hasta la catedral de Lincoln desde High Street, antes tendrás que pasar por Steep Hill. Esta calle histórica y estrecha ofrece un ángulo de inclinación de 16,12°, por lo que estamos ante una de las calles más empinadas de Inglaterra.

Aunque la subida pueda parecer complicada, sigue siendo un punto de interés que merece la pena conocer y no puede faltar en tu lista de cosas que hacer durante tu estancia en Lincoln. Esta calle adoquinada, que además cuenta con una barandilla muy práctica, está llena de hermosas casas de ladrillo rojo y entramado de madera que albergan galerías de arte, salones de té, spas y boutiques. Entre los establecimientos que no te puedes perder destacan Browns Pie Shop, Harding House Gallery y Jew’s House Restaurant.

La catedral de Lincoln está situada en lo alto de una colina, a unos 83 metros de altura, por lo que se alza sobre la ciudad y se puede ver casi desde cualquier parte. La iglesia catedral de la Bienaventurada Virgen María, como también se la conoce, empezó a construirse en el año 1072. En total medía unos 158 metros de alto y fue el edificio más grande del mundo durante más de 200 años, pero sus chapiteles originales, hechos de madera y cubiertos de plomo, se derrumbaron aproximadamente en 1547. En verano, es posible subir los 338 peldaños hasta lo alto de la torre principal para disfrutar de unas espléndidas vistas de Lincoln.

El diseño gótico incluye algunas características fascinantes tanto en el interior como en el exterior, aunque lo más famoso es el pequeño duende situado encima de una columna, que se ha convertido en todo un símbolo de la ciudad. De hecho, incluso el equipo de fútbol local es conocido como "los duendes".

El Museum of Lincolnshire Life refleja la fascinante historia del condado desde el año 1750 hasta la actualidad, aunque se centra especialmente en mostrar la transformación de las comunidades principalmente rurales debido a la Revolución Industrial. Entre los 250 000 objetos del museo encontrarás multitud de máquinas agrícolas, recreaciones de tiendas y casas históricas, e incluso un tanque de la Primera Guerra Mundial. El propio museo tiene un gran valor histórico, ya que data de 1857 y llegó a albergar los barracones de la milicia del norte de Lincoln.

A pesar de su entorno histórico, el museo tiene un enfoque moderno y cuenta con exposiciones interactivas. Para los más pequeños, también hay un parque y un recorrido infantil. Durante todo el año se celebran eventos especiales, normalmente centrados en una época específica de la historia de la región. Eso sí, ten en cuenta que, aunque la entrada al museo es gratuita, es posible que tengas que pagar por asistir a estos eventos.

High Street, situada en el centro de Lincoln, es una calle imprescindible para los amantes de las compras, ya que está repleta de tiendas exclusivas. Cabe decir que es posible que la oferta no sea tan lujosa como la de otras ciudades más grandes, ya que también hay tiendas como Primark y House of Fraser, además del centro comercial Waterside, pero sin duda son marcas que también llaman mucho la atención. En dirección norte, donde confluyen High Street y Steep Hill, encontrarás más bares y restaurantes. En Cornhill, una de las calles perpendiculares a High Street, se celebra el mercadillo Lincoln Maker's Market el segundo sábado de cada mes.

Si bien es cierto que ya merece la pena recorrer High Street solo por visitar sus tiendas de lujo, lo cierto es que esta calle peatonal tiene características únicas que la distinguen del resto. Asegúrate de hacer una parada para tomar algo en el Stokes Bridge Café, una cafetería situada en un bonito edificio de la época de los Tudor, ubicado encima de un pequeño puente de piedra. Después, sigue andando un poco más hasta llegar al hermoso Lincoln Guildhall, que data del siglo XVI.

Brayford Pool, justo en el corazón de Lincoln, es un lago con puerto cuya parte norte está repleta de restaurantes, mientras que en la parte sur se encuentra la Universidad de Lincoln. El propio lago alberga multitud de barcos de recreo, así como una isla diminuta y muchos cisnes mudos.

En la ribera norte, encontrarás restaurantes de grandes marcas con cocina internacional, como italiana, brasileña o japonesa. Muchos de ellos disponen de mesas en la calle adoquinada, por lo que podrás comer algo al sol. En el extremo este de Brayford Pool hay un cine y un pub antiguo en un edificio que también tiene sus años, y en la parte oeste hay un restaurante llamado The Barge, situado en una barcaza.

Las salchichas de Lincolnshire aportan un toque delicioso a platos típicos ingleses, como las salchichas con puré, el pastel de salchichas, el guiso de salchichas o el desayuno inglés completo. La receta consiste en añadir salvia a la salchicha de cerdo típica, lo que le da un sabor algo picante. La carne también va picada más gruesa de lo normal, por lo que tiene una textura diferente a la habitual.

Aunque muchos pubs y restaurantes de la ciudad incluyen las salchichas de Lincolnshire en su menú, el mejor sitio para comprarlas y cocinarlas es la tienda Redhill Farm Shop in The Bail, a muy poca distancia de la catedral de Lincoln. Los productos de esta tienda han ganado varios premios y sus salchichas están consideradas como unas de las mejores del Reino Unido.

Al ser una ciudad universitaria, a Lincoln no le faltan sitios para tomar algo y salir de fiesta. Mientras que las discotecas son en su mayoría modernas y animadas, los pubs tienden a ser más bien tradicionales, con un ambiente apacible. Si te apetece una pinta, no te pierdas The Strugglers Inn, en Westgate, The Ritz, en High Street, ni The Horse & Groom, en Carholme Road.

Respecto a las discotecas, una de las más populares es Home, en Park Street, un local inmenso con seis salas, una terraza en la azotea y una gran variedad de géneros musicales entre los que elegir. También puedes ir a Superbull, en Silver Street, una discoteca de dos plantas especializada en música house y hip hop.

The Engine Shed es un moderno espacio de eventos de primera categoría, así como un bar y discoteca popular entre los estudiantes universitarios de la ciudad. Este local es propiedad de la asociación de estudiantes, que también lo regenta, por lo que ya sabes qué esperar: muchos jóvenes y bebidas económicas, especialmente durante el período lectivo. El Tower Bar, en concreto, es uno de los bares de estudiantes más populares de Lincoln.

The Engine Shed está construido sobre las ruinas de una antigua nave ferroviaria, y aún se puede ver parte de la construcción original de 1875. Sin embargo, se han ido añadiendo elementos modernos al interior cavernoso hasta convertirlo en una sala de conciertos con capacidad para 1800 personas. Desde que abrió sus puertas en el año 2006, aquí han tocado grupos como Stereophonics, Ocean Colour Scene, Beautiful South, Kings of Leon o Dizzee Rascal, y también han actuado comediantes de la talla de Russell Howard o Rhod Gilbert.