13 lugares de Bristol para triunfar en Instagram

Christmas Steps es una calle histórica del centro de Bristol que data de 1669, cuando se construyeron sus característicos escalones. Esta pequeña calle lateral es muy pintoresca y está repleta de edificios históricos a ambos lados, incluidos 14 edificios protegidos. En ellos se pueden encontrar tiendas de todo tipo, así como varias opciones de alojamiento y un estudio de tatuajes.

También hay una tienda de vinos y licores especialmente popular que encaja muy bien en esta calle, ya que su construcción inicial estuvo financiada para un comerciante de vinos. Si la visitas durante las Navidades, verás toda la calle adornada con alegres luces.

Se rumorea que el misterioso artista conocido como Banksy es procedente de Bristol, y la ciudad alberga más obras de esta enigmática figura que cualquier otra ciudad del mundo. Puedes pasear por el centro de Bristol y admirar algunas muestras de su arte urbano protegido.

Saliendo de Harbourside, encontrarás obras suyas en Wapping Wharf, Albion Dockyard, detrás de la biblioteca central de Bristol (en Lower Lamb Street), y luego siguiendo hacia arriba por Park Street hasta Stokes Croft, el centro cultural de la ciudad, con muchas otras excelentes manifestaciones de arte urbano que descubrir.

La ruta descrita te llevará aproximadamente una hora, quizás algo más. El centro comercial Cabot Circus es un buen punto de referencia, en la mitad del recorrido, además de una buena zona para alojarse. Escoge un hotel con una buena ubicación a poca distancia de Cabot Circus.

El Foster's Almshouse es un edificio protegido de grado I situado en Colston Street, en lo alto de la emblemática calle Christmas Steps de Bristol. Este antiguo hospicio fue fundado por el comerciante John Foster en 1483 y reconstruido en el siglo XIX. Su estructura de estilo gótico borgoñón está inspirada en la del hospicio Hotel Dieu de Beaune, en Francia.

El edificio es actualmente de propiedad privada, así que solo podrás tomar fotos de su fachada. Los balcones con barandillas de madera, las bocas de los canalones en forma de dragón de las torres y las altas chimeneas de ladrillo lo hacen uno de los edificios más fotogénicos del centro de Bristol.

El buque de acero SS Great Britain fue concebido en 1843 por el legendario inventor Isambard Kingdom Brunel, y su revolucionario diseño cambió para siempre la construcción naval. Actualmente se encuentra atracado en Bristol, con lo que podrás explorarlo a la vez que conoces más detalles sobre los inventos de Brunel.

No se trata de una reliquia histórica muerta: el pasado revive gracias a los guías vestidos de época que incluso te hablan como si fueras un marinero en alta mar. Es una experiencia divertida para todos los públicos, aunque no te recomendamos que subas al mástil si no te van las alturas.

La evocadora catedral de Bristol se encuentra en College Green, a unos 800 metros al norte de la plaza Millennium Square. Se fundó en 1140, aunque buena parte de la estructura de este edificio protegido de grado I se fue añadiendo en años posteriores, hasta 1888.

Hay mucho para fotografiar tanto dentro como fuera de la catedral de Bristol. La parte oriental es una muestra perfecta de iglesia de salón, un tipo de construcción en la que el coro y las naves central y laterales presentan la misma altura. No te olvides de contemplar las ornamentaciones de estilo románico abstracto, las esculturas y el histórico órgano que decoran la sala capitular, de estilo normando tardío.

El Matthew de Bristol, una reproducción de la carabela de John Cabot, se construyó para conmemorar el 500 aniversario del viaje de Cabot de 1497 al actual Canadá. Se encuentra amarrado en el puerto de la ciudad, frente al museo M Shed.

Embarcarse es gratis y permite gozar de amplias vistas a Museum Square, el río Avon y el anfiteatro Lloyds desde las cubiertas superiores. El Matthew también organiza viajes abiertos al público alrededor del puerto o por la garganta del Avon. La navegación dura entre 50 minutos y cuatro horas, según el viaje.

En 1811, se construyó un conjunto de casas de campo conocido como Blaise Hamlet para los empleados de un banquero local de Blaise Castle. En los siglos posteriores, Blaise Hamlet se ha conservado de manera impecable, hasta el punto de que, al visitarlo, da la sensación de adentrarse en el siglo XIX.

Todos estos edificios, con sus buhardillas y chimeneas de ladrillo, están en la lista de monumentos protegidos de grado I. Estas casas de campo rodean unos jardines que cuentan con su propio reloj de sol. Incluso podrás visitar unos jardines victorianos muy bien mantenidos. Solo debes tener en cuenta que estos terrenos son propiedad de la National Trust, así que solo podrás verlos desde fuera.

El jardín botánico de la Universidad de Bristol ocupa dos hectáreas de espacio natural con más de 4500 especies de plantas. Acoge cuatro colecciones distintas, dedicadas a la historia evolutiva, la flora endémica y singular, la flora mediterránea y las plantas útiles, además de un invernadero de más de 600 metros cuadrados.

El pino Wollemi, la araucaria chilena y los gigantes nenúfares del Amazonas son algunas de las especies singulares que encontrarás en el jardín botánico de la Universidad de Bristol. Aquí podrás descubrir también la colección de plantas medicinales tradicionales chinas más grande del Reino Unido. En los meses de veranos, las flores en su máximo esplendor te permitirán tomar fantásticas fotos para Instagram, pero también hay plantas y árboles de hoja perenne esperándote en el invernadero durante todo el año.

Los aficionados al mundo náutico suelen visitar el puerto deportivo de Bristol para contemplar el cúmulo de barcos atracados que bailan sobre el río Avon. Con un decorado de fondo repleto de casas coloridas, es uno de los lugares más fotografiados de la ciudad.

Aunque puedes recorrer Hotwell Road y Cliftonwood para ver más de cerca estas casas, desde el puerto deportivo tendrás una perspectiva única que te permitirá contemplar su reflejo en el agua. La mayor parte del puerto deportivo de Bristol es al aire libre, así que es mejor visitarlo un día claro. También te recomendamos hacerlo andando, para descubrir por el camino numerosos sitios históricos.

Con una imponente ubicación en lo alto de una colina en Brandon Park, la torre Cabot es uno de los mejores miradores de Bristol. Fue construida en la década de 1890 para conmemorar el 400 aniversario del descubrimiento del actual territorio canadiense por parte el explorador John Cabot.

Su estrecha y empinada escalera puede ser peligrosa, así que ten cuidado al subir y al bajar. Se trata de un lugar muy romántico con un parecido más que razonable a la torre de Rapunzel del cuento de los hermanos Grimm. Brandon Park queda a poca distancia a pie del centro de la ciudad.

El museo M Shed muestra más de 2000 años de historia, gente y cultura de Bristol a través de exposiciones interactivas, películas digitalizadas y 3000 objetos. El museo ocupa un almacén de tránsito de la década de 1950 reconvertido en el muelle Princes Wharf y cuenta también con exposiciones activas en el exterior, junto al puerto.

Aunque el interior del museo, distribuido en tres plantas, acoge interesantes muestras, muchos de los elementos más fotografiados del M Shed se encuentran en el exterior. No puedes perderte el mural de Banksy Grim Reaper, las cuatro grúas de carga, el velero Matthew de Bristol ni las locomotoras antiguas. También puedes subir a la planta superior, donde te esperan amplias vistas al puerto y al paisaje urbano de Bristol.

El puente colgante de Clifton, uno de los famosos diseños de Brunel y quizás el más famoso entre la gente de Bristol, ha generado innumerables réplicas alrededor del mundo.El mejor lugar para contemplar esta espléndida muestra de ingeniería británica sobre la garganta del Avon es el observatorio Clifton, ubicado en las colinas sobre el puente. Esta popular zona de pícnic se llena en verano de gente jugando al fútbol y haciendo volar cometas.

Stokes Croft es ampliamente conocido como el barrio cultural de Bristol por su gran oferta de galerías de arte, estudios creativos y tiendas curiosas. La zona se ha convertido en un museo al aire libre gracias a los llamativos grafitis que inundan sus paredes y callejones.

La mayor parte del arte urbano de Stokes Craft va cambiando con el tiempo, aunque suelen permanecer las obras de artistas emblemáticos como Inkie y Banksy. No te pierdas el mural de Banksy The Mild, Mild West, de 1999, que muestra un osito de peluche lanzando un cóctel molotov a policías antidisturbios. La mejor opción es explorar la zona a pie: puede que encuentres una obra maestra oculta para tu Instagram.