10 consejos para ahorrar en Bournemouth

La tarjeta inteligente Getting About es lo primero que tienes que comprar para desplazarte de forma económica por Bournemouth. Las mejores playas y atracciones de la ciudad quedan demasiado lejos para ir andando, y coger un taxi incrementaría rápidamente tus gastos. Para los viajeros con un presupuesto ajustado, la mejor opción para moverse por Bournemouth es el transporte público.

Aunque se pueden adquirir los billetes por separado, lo más práctico y barato es comprar la tarjeta inteligente Getting About. Esta tarjeta sin contacto está disponible en las estaciones de tren y autobuses de Bournemouth y en la oficina de Yellow Buses y permite hacer viajes ilimitados durante un día o una semana. Por si te apetece explorar los alrededores, la tarjeta es válida también para Poole y Christchurch (aunque no para el aeropuerto).

Vale la pena visitar las hermosas playas de Bournemouth y su entorno, de libre acceso, por su inmaculada arena dorada y sus aguas de tono turquesa. No es un secreto muy bien guardado: en cuanto suben las temperaturas, montones de fanáticos del sol llegan en busca del bronceado perfecto.

La mayoría eligen la concurrida playa de Boscombe, con un animado paseo, juegos de playa y su emblemático muelle. Algo más allá, encontrarás numerosas playas galardonadas con Bandera Azul, como Durley Chine, Alum Chiney la playa de Southbourne, igual de bonitas pero sin aglomeraciones.

El parque nacional de New Forest, una extensa zona boscosa situada al noreste de la ciudad, es sin duda una visita obligada para los entusiastas de la naturaleza que viajen a Bournemouth. Queda a solo 40 minutos por la línea suroeste de ferrocarril y el billete de ida y vuelta no te va a costar ninguna fortuna.

En cuanto llegues a este parque de entrada libre, podrás admirar la infinidad de sus suaves colinas verdes y sus exuberantes zonas boscosas, además de descubrir varios lagos y edificios históricos. En estos campos, colmados de flores silvestres y mariposas revoloteando, habitan también burros y aves. No te olvides el protector solar y prepárate para lidiar con los bichos: que te quede claro que ya no estás en la ciudad.

El mercado de Boscombe es posiblemente el mejor lugar de la ciudad para encontrar alimentos frescos y elaboraciones artesanales a buen precio: un auténtico paraíso gastronómico. Este mercado al aire libre lleva desde 1992 ofreciendo productos de calidad a los amantes de la comida de la ciudad, una fiel clientela que recorre los puestos los días de mercado (jueves y sábado).

Vale la pena visitarlo aunque no tengas intención de cocinar, ya que también cuenta con varios puestos de comida callejera. Delicias indias, tailandesas y brasileñas inundan de aromas este espacio, en el que podrás encontrar también fish and chips con pescado fresco de Bournemouth, un acierto seguro. No dejes de visitar el legendario Pastel Club, famoso por preparar los mejores dulces de la ciudad.

El epicentro de la ciudad, el muelle de Bournemouth, ofrece magníficas y fotogénicas vistas a la costa y se puede recorrer de extremo a extremo de forma gratuita. Personas surfeando, nadando y tomando el sol completan el escenario hasta donde alcanza la vista, por lo que se ha convertido en una parada fotográfica obligatoria para cualquier visitante de la ciudad. Si no te importa gastarte algo de dinero, también podrás divertirte en las atracciones, el teatro o el muro de escalada.

En verano, multitud de turistas llenan sus modernas cafeterías, restaurantes y abrevaderos para contemplar las vistas al océano. Los viernes por la noche son especialmente deslumbrantes: en cuanto se apagan las luces, el consistorio obsequia a los visitantes con un impresionante espectáculo de fuegos artificiales.

El festival Arts by the Sea es de asistencia obligada para los bohemios que viajen a Bournemouth en septiembre u octubre (las fechas varían de año en año). Este animado festival reúne en Bournemouth talentosos artistas llegados de toda Gran Bretaña y de otros lugares del mundo para entretener al público con teatro, comida y danza.

La gran mayoría de espectáculos son totalmente gratuitos, aunque para los más famosos puede ser necesario reservar con antelación a través el sitio web oficial. El acontecimiento tiene lugar durante tres días en los jardines situados entre el ayuntamiento y el muelle de Bournemouth, llenando la ciudad de una atmósfera artística.

Hengistbury Head, situada al este de Bournemouth, es una península y reserva natural costera abierta a los vientos. Pasear por su playa casi desierta y admirar su escenario marítimo es algo esencial en este entorno, y no te costará ni un céntimo.

Camina un poco más hacia el este para llegar al arenal de Mudeford, con coloridas cabañas de playa donde tomar un café gozando de espectaculares vistas al mar. Si regresas bordeando la laguna, podrás avistar aves y contemplar el puerto natural de Christchurch. Para llegar de forma económica, puedes tomar un tren o autobús hasta Christchurch y, desde allí, un servicio de traslado o un taxi hasta Broadway Shops.

La isla de Brownsea, perfecta para una excursión de un día desde Bournemouth, solo es accesible mediante el ferri panorámico que sale cada media hora del cercano embarcadero de Sandbanks. El trayecto dura diez minutos y permite disfrutar de hermosas vistas a Poole y la isla.

Una vez aquí, podrás recorrer sus frondosos senderos e incluso observar ciervos y ardillas rojas, una especie en peligro de extinción. Detente también a contemplar las históricas iglesias y casas, la mayoría construidas a orillas de la bahía. La isla de Brownsea es un lugar idóneo para hacer un pícnic, así que no te olvides de llevar todo lo necesario. También se puede acampar, una forma de alojamiento pintoresca a la vez que económica.

En Coy Pond, una muestra típica de parque provincial británico, encontrarás jardines únicos, patos y un apacible arroyo. Este exuberante entorno permite refugiarse del ajetreo de la ciudad, por lo que es una visita obligada para cualquier viajero estresado que necesite contacto con la naturaleza.

Cuentan que el estanque, en el que no está permitido pescar, está habitado por peces koi, y también pueden observarse especies como ranas, fochas y tritones. Además, hay un recorrido de media hora que permite adentrarse en las zonas más pintorescas del parque, y la entrada es gratuita.

Los jardines Boscombe Chine Gardens unen la céntrica Christchurch Road con la animada playa de Boscombe, y son la ruta perfecta para ir de un sitio al otro. Helechos frondosos, flores coloridas y sinuosos senderos aseguran un paseo agradable, y también pueden encontrarse numerosos servicios para familias.

En dirección al muelle de Bournemouth, los jardines Lower Gardens son otro lugar ideal donde pasear, que conecta también la playa con la ciudad. Un encantador canal divide el parque por la mitad, con amplios espacios verdes donde tumbarse.