10 actividades para hacer en Newcastle

En pleno centro de Newcastle se encuentra el imponente monumento dedicado a Charles Grey, II conde de Grey, antiguo primer ministro británico y personalidad a la que debe su nombre el famoso té Earl Grey. No hay mejor manera de comenzar la mañana que rindiendo homenaje al hombre cuyo gobierno reformó el Parlamento y abolió la esclavitud en el Imperio británico con un sabroso té en una de las diversas cafeterías y salones de té situados en torno a esta enorme estatua, en las cercanías de la estación de metro de Monument. Cuando estés listo para continuar la visita, te aconsejamos que tomes Grey Street, la calle que nace a los pies del monumento, considerada una de las más bonitas del Reino Unido.

Fenwick se ha hecho con un hueco entre los grandes almacenes más importantes de Gran Bretaña y, hoy en día, está a la altura de Debenhams, John Lewis y Selfridges. Esta cadena familiar comenzó su andadura en Newcastle y tiene su tienda insignia en Northumberland Street desde que abrió sus puertas por primera vez en 1882. Aquí encontrarás moda exclusiva, artículos para el hogar y productos de belleza, así como una impresionante oferta de restaurantes. Estos grandes almacenes actualmente ocupan un ala del enorme centro comercial intu Eldon Garden, que contiene cerca de 150 establecimientos.

Newcastle se llama así por el nuevo castillo que se construyó en el año 1080 d. de C. en el lugar que ocupaba una fortificación romana abandonada desde hacía tiempo. Tras diversas mejoras y renovaciones realizadas a lo largo de los siglos, se convirtió en una fortaleza de primera línea durante varias guerras medievales entre Inglaterra y Escocia. Se usó por última vez como tal en la guerra civil inglesa y el asedio de Newcastle, en 1644. El castillo de Newcastle, uno de los edificios más antiguos de la ciudad, alberga en la actualidad un excelente museo, que los adultos pueden visitar por siete libras y los niños por cuatro, así como eventos especiales con regularidad.

Al hablar de Newcastle, lo primero que viene a la cabeza son sus emblemáticos puentes. El más conocido de todos es el Tyne, que en cierto modo recuerda al puente de la Bahía de Sídney, en Australia. En sus alrededores hay numerosos hoteles interesantes para reservar. En total, hay siete puntos en el centro de la ciudad por los que atravesar el río Tyne en un radio de menos de un kilómetro y medio: dos puentes ferroviarios, tres de tráfico rodado, uno mixto y uno peatonal. Desde el puente del Milenio de Gateshead podrás disfrutar de las que probablemente sean las mejores vistas de los otros seis, con el río Tyne en primer plano.

El fútbol es prácticamente una religión en Newcastle, como resulta evidente por la gran cantidad de hinchas del equipo local que pasean por la calle con la camiseta a rayas blancas y negras. El Newcastle United juega sus partidos en casa en uno de los estadios más grandes del país. Los días que hay un encuentro se respira un ambiente eléctrico contagioso, pero también merece la pena visitar el estadio de St. James' Park cualquier otro día para conocer las instalaciones y la impresionante terraza. Además, fuera de temporada se celebran grandes conciertos y tiene una oferta hotelera muy amplia.

El Museo de Great North-Hancock es una atracción gratuita que vale la pena visitar. La colección es bastante ecléctica, ya que incluye desde exposiciones sobre la historia natural de la zona de Newcastle hasta dos momias del Antiguo Egipto y otros artefactos de la Antigüedad. Además, se programan numerosas actividades aptas para toda la familia. El museo se encuentra a escasa distancia a pie de la estación de metro de Haymarket. Si quieres profundizar en la interesante historia local, no olvides visitar la colección dedicada al Muro de Adriano, la famosa frontera romana que en el pasado atravesaba la ciudad de Newcastle.

La zona de Jesmond, situada al noreste del centro de Newcastle, está adquiriendo una creciente popularidad como lugar de esparcimiento. Cuenta con una escena gastronómica bastante variada, sobre todo en Osborne Road, y diversos pubs de calidad. Sin embargo, la atracción estrella es Jesmond Dene, un bosque enorme situado en el extremo oriental. Se trata de un espacio idílico ubicado a lo largo del cauce del río Ouseburn, con unas pintorescas cascadas junto a un molino antiguo, que invita a desconectar del bullicio de la ciudad. Se halla a tan solo 15 minutos a pie de la estación de metro de West Jesmond.

En Inglaterra no abundan los teatros protegidos de grado I, pero Newcastle cuenta con dos. El suntuoso Teatro Real de Grey Street, inaugurado en 1837, acoge en su escenario musicales, dramas, conciertos, comedias en vivo y mucho más. Si te parece impresionante la entrada con seis columnas, ya verás cuando descubras el auditorio principal, con sus plateas doradas y sus centenares de asientos lujosos de color rojo. Este precioso edificio clásico se encuentra muy cerca de la estación de metro de Monument y está rodeado de restaurantes y bares. Te recomendamos reservar un hotel cerca del Teatro Real para disfrutar de una zona muy buena de Newcastle.

Si te gusta el ocio nocturno, la escena nocturna de Newcastle no te defraudará, ya que cuenta con numerosos locales para todos los gustos en pleno centro de la ciudad. Los que se encuentran en la calle Bigg Market y las que la rodean son especialmente recomendables. Si lo que buscas es elegancia y que te traten como a un VIP, no te pierdas House of Smith, en Collingwood Street. Tup Tup Palace, en St. Nicholas' Street, tiene un aire más bohemio con un toque asiático del que te enamorarás a primera vista. Digital se encuentra un poco más lejos, en Times Square, pero aquí acuden grandes pinchadiscos.

Aunque ha dejado de producirse en la localidad, la brown ale de Newcastle es un emblema inconfundible de la ciudad. Se trata de una cerveza no muy fuerte y medianamente amarga que marida a la perfección con la suculenta comida inglesa del restaurante Blackfriars. Este local galardonado con varios premios está ubicado en un monasterio del siglo XIII, a lo que se debe su atmósfera y su aspecto únicos. No olvides probar las gachas de guisantes, un plato típico de la gastronomía local a base de guisantes cocidos y en ocasiones con beicon o jamón.