9 cosas que hacer en Budapest

En Budapest no escasean las plazas majestuosas, pero Hősök tere, o "plaza de los Héroes", destaca por su emblemática columna y el Memorial del Milenio, un complejo que data de 1896 y que rinde homenaje a los siete fundadores de Hungría y a otros importantes líderes nacionales. La explanada es el punto de partida perfecto para comenzar a descubrir la capital húngara. Muy cerca encontrarás el Museo de Bellas Artes y el Kunsthalle, mientras que el gigantesco Parque de la Ciudad está situado justo detrás de la plaza. También tendrás a mano una excelente variedad de restaurantes y locales donde tomar un café o un aperitivo con vistas al patrimonio local.

Un crucero por el Danubio es una forma fantástica de disfrutar de la belleza de Budapest. Algunos de los cruceros que operan durante el día te llevan por los principales puntos de referencia ubicados en la orilla y ofrecen audioguías para que puedas conocer más a fondo la ciudad. Los nocturnos son más románticos, e incluyen cenas a bordo y vistas de las atracciones más majestuosas bajo un manto de estrellas. Entre los monumentos que verás destacan el puente de las Cadenas de Széchenyi bajo una espectacular iluminación, el complejo del castillo de Buda en lo alto de la colina y el imponente edificio del Parlamento. En la mayoría de los cruceros con cena se incluye un bufé de platos locales e internacionales y grupos de música en directo que convierten el viaje en un evento aún más especial.

Si quieres disfrutar de uno de los recorridos más espectaculares de Budapest, debes acudir a este antiguo y emblemático puente colgante de hierro fundido. El puente de las Cadenas de Széchenyi cruza el Danubio y conecta Buda y Pest. Sus majestuosos leones de piedra guardan los accesos desde hace siglos, y unas gigantescas torres arqueadas presiden la zona central. Se trata de un lugar imprescindible para ir en pareja, sobre todo al atardecer, cuando las torres se iluminan a medida que el sol se esconde en la colina de Buda y convierte el cielo en una espectacular paleta de colores. Quizá quieras participar en la tradición romántica de colgar un candado en un lateral del puente y tirar la llave.

Este funicular conecta la plaza de Adam Clark, situada junto al río, hasta el complejo que corona la colina del castillo de Buda. Su origen se remonta al año 1870 y ha transportado a visitantes desde 1920. Sus ventanas están situadas bastante arriba y sus asientos son bajos, por lo que no verás mucho durante el trayecto si te sientas. No importa: las vistas en lo alto de la colina merecen muchísimo la pena. Desde allí podrás ver algunos de los puntos de referencia más destacados de Budapest, como el edificio del Parlamento, la basílica de San Esteban y el puente de las Cadenas.

Nagy Vásárcsarnok, o Mercado Central, es un espectacular espacio comercial cubierto situado en el interior de un edificio neogótico en la ciudad de Budapest. Aquí podrás probar y comprar aperitivos típicos del país como pan dulce y strudel, o llevarte productos frescos como frutas de las granjas locales y mermeladas gourmet. El mercado cuenta con tres pisos. En la pIanta baja encontrarás puestos de recuerdos, mientras que la mayoría de los alimentos se venden arriba. Se trata de un lugar interesante aunque no tengas intención de comprar nada, ya que un paseo entre los puestos te permitirá disfrutar del bullicio de uno de los mercados más animados la ciudad.

Si quieres desconectar de todo y descansar de tus visitas por Budapest, quizá te apetezca mimarte en los baños medicinales de Széchenyi y disfrutar de una experiencia única y centenaria con aguas artesianas. Se consideran los baños más grandes de Europa en su categoría, y es que este complejo palaciego acoge más de 20 piscinas. Aquí podrás sumergirte en aguas curativas ricas en minerales que fluyen de dos manantiales termales e incluso jugar una partida de ajedrez en la gigantesca piscina al aire libre o disfrutar en pareja de un masaje y de las saunas cubiertas.

Visita el imponente emblema del Gobierno democrático húngaro. El espectacular edificio neogótico del Parlamento data de 1904 y se eleva junto a la orilla del Danubio en el lado de Pest. Es el edificio más grande del país y, si lo contemplas desde un crucero en la orilla oeste, su reflejo sobre el agua resulta deslumbrante. Comprobarás que se parece muchísimo al Palacio de Westminster, en Londres, pero, en este caso, la fachada está compuesta principalmente por torretas y arcos, y su interior es de estilo renacentista y barroco. En el centro de visitantes puedes reservar plaza en las visitas en grupo que se organizan para ver el recinto y que duran en torno a una hora.

Un paseo por el distrito VII de Budapest, conocido también como el antiguo barrio judío, te permite conocer algo de la historia local de este pueblo y comprobar el marcado contraste entre las ruinas y las antiguas sinagogas que se alinean en elegantes calles adornadas con espectaculares muestras de arte urbano. La zona es muy conocida por un grupo de "bares en ruinas", locales que, situados muy cerca unos de otros, se caracterizan por su extravagancia y por servir copas en mitad de los restos de antiguos edificios. Te recomendamos empezar en Szimpla Kert, el lugar donde, según parece, comenzó esta curiosa tendencia. Lo verás adornado con elementos antiguos que contrastan entre sí e incluso con un viejo coche de la era comunista.

La Ópera Estatal Húngara es, probablemente, uno de los puntos de referencia más majestuosos que visitarás en Budapest. Y, sin embargo, este edificio neoclásico pasa frecuentemente por obras de renovación. En esos casos, el Teatro Erkel es siempre la mejor alternativa. Erkel abrió sus puertas por primera vez a finales de 1911 y, desde entonces, funciona como el segundo recinto de la ópera, el más grande y moderno, con capacidad para más de 1800 personas (la Ópera Estatal Húngara solo tiene cabida para 1300). En la programación se incluyen las actuaciones de cantantes y actores de primera fila, y la gran orquesta interpreta partituras que abarcan desde las obras clásicas de Puccini y Tchaikovsky hasta espectáculos modernos de Broadway como Billy Elliot.