Las 9 mejores actividades en Antibes

Conocido de manera informal como el casco antiguo de Antibes, este barrio centenario rebosa actividad, en particular por su mercado, en el que se venden obras de arte y también productos frescos. En la zona conocida como "Vieille Ville" es fácil pasar el día entero caminando entre vetustos arcos de piedra y callejuelas adoquinadas. Quizá te interese unirte a una de las visitas turísticas a pie que se organizan los lunes, miércoles y viernes, y los sábados por la mañana.

En esta zona tendrás la oportunidad de contemplar muchas de las atracciones más populares de la ciudad, como la catedral de Notre-Dame y el Museo Picasso. Además, si te gustan la literatura y la gastronomía, puedes desviarte un poco para conocer la Place du Safranier, una comuna libre que se constituyó tras la Segunda Guerra Mundial. Situada cerca de la Vieille Ville, aquí podrás contemplar los lugares que inspiraron a Nikos Kazantzakis a la hora de crear su obra Zorba, el Griego y disfrutar de una deliciosa comida en el famoso bistró Le Safranier.

Si viajas por Antibes, quizá quieras reservar algo de tiempo para visitar su mercado provenzal. Aquí podrás probar lo mejor de la gastronomía local, como las verduras y las yerbas de temporada, y sus exquisitos aceites. Ubicado en el corazón de Cours Masséna, se trata de un lugar que frecuentan los viajeros bien informados para comprar todo lo necesario para un pícnic antes de dirigirse a la playa de Salis.

Además, en el mercado provenzal también se venden otros artículos interesantes, además de alimentos. Por ejemplo, durante los fines de semana entre mediados de junio y finales de septiembre es posible comprar objetos de artesanía local. Por su parte, el mercado de ropa de Foire ofrece una oportunidad excelente de llevarte joyería elaborada a mano o elementos decorativos hechos con materiales de la región.

Entre las numerosas playas públicas de Antibes, la de Salis destaca por su belleza, y sus aguas azules y cristalinas de olas suaves. Al fin y al cabo, no sería la Costa Azul sin el espectacular mar Mediterráneo. Así que, adelante, olvida el reloj y disfruta de tu tiempo libre sumergiendo los dedos de los pies en la cálida arena de la playa de Salis.

De hecho, lo mejor que puedes hacer aquí es bañarte en el agua salada o broncearte bajo el sol. Aunque en algunas zonas de esta franja de litoral es necesario pagar una pequeña tarifa para acceder, te gustará saber que es un dinero bien invertido, ya que se destina a mantenerla limpia para todos sus visitantes.

El Museo Picasso sigue siendo uno de los lugares más visitados del casco antiguo de Antibes. Es fácil encontrarlo, ya que ocupa el castillo Grimaldi, una estructura que se eleva por encima de los pintorescos edificios de la zona. Una vez que te acerques y te detengas bajo su sombra, comprenderás inmediatamente por qué Pablo Picasso convirtió esta estructura en su hogar en 1946.

En la actualidad, el museo acoge una de las colecciones más amplias de los pintores y escultores locales, con piezas que el propio Picasso creó inspirándose en los pintorescos paisajes locales. Las colecciones aquí no dejan de crecer e incluyen trabajos del hijo predilecto de la ciudad, Nicholas de Stael.

La ruta de Picasso no solo es uno de esos lugares que no te puedes perder después de visitar el célebre museo homónimo, sino que constituye la continuación perfecta del viaje que habrás empezado por el pasado artístico de Antibes. Como reflejan las obras que pintó en su momento, la diversidad de los paisajes de Antibes fueron una gran fuente de inspiración para Picasso. Es más, en este recorrido tendrás la oportunidad de ver las mismas formaciones rocosas y el mismo mar de intenso azul que llenaron su imaginación.

Incluso podrás comparar las estampas reales con las representaciones del pintor malagueño gracias a las réplicas plastificadas que se distribuyen a lo largo de la ruta, la cual sigue una suave pendiente que la mayoría de visitantes podrán subir a su ritmo sin problemas.

La catedral de Notre-Dame llama de inmediato la atención por su fachada barroca provenzal de intensos colores. Una vez en su interior, podrás tomarte un respiro del bullicio de la ciudad mientras paseas la mirada por los intrincados ornamentos que adornan las paredes y el techo del templo.

Situada en el casco antiguo de Antibes, la catedral hace especial hincapié en sus históricos emblemas religiosos, incluido el crucifijo y una estatuilla conocida como la Virgen del Rosario de Louis Bréa. Ambas piezas datan de 1447 y 1513 respectivamente, y atraen a los visitantes religiosos de toda la región.

El Museo de Arqueología acoge algunos de los objetos más significativos de Antibes. Situado en un edificio de gran relevancia histórica, su colección incluye numerosas piezas de las épocas griega y romana, algunas recogidas directamente en la bahía.

Si no hablas francés, pero sí inglés, comprobarás que el amable personal del museo organiza visitas en ambos idiomas durante la temporada alta veraniega.

El cabo de Antibes es un saliente rocoso que presenta una ruta bien señalizada con escaleras y barandillas para que los visitantes puedan disfrutar de la belleza del mar Mediterráneo. Si buscas llevarte a casa fotografías panorámicas inolvidables, sin duda este lugar debe estar en tu agenda. Situado en el extremo más meridional de Antibes, el inicio del sendero se encuentra en la playa de la Garoupe. Podrás completarlo fácilmente en menos de 90 minutos; algo más, claro está, si quieres tomarte tu tiempo para fotografiar bien cada rincón, pues la verdad es que son todos espectaculares.

Después de una jornada perfecta bajo el sol brillante de la Costa Azul, nada mejor que descansar y disfrutar de una bebida con los tuyos en el Pam-Pam Bar. Este establecimiento, estrella de la noche local desde su inauguración en 1927, suele dejar gratos recuerdos tanto en los turistas como en los lugareños gracias a sus bailes brasileños y a su amplia carta de cócteles.

Entre muchas otras copas, el Pam-Pam Bar sirve las que probablemente sean las mejores caipiriñas que probarás fuera de Brasil. Además, el menú también incluye excelentes opciones locales y brasileñas, por lo que muy probablemente quieras volver antes de que finalice tu viaje a Antibes.