10 actividades poco turísticas que hacer en París

El encantador vecindario de Belleville es conocido por sus espacios creativos, sus estudios artísticos reformados y su arte urbano. Este histórico barrio situado aproximadamente a un minuto del centro de la ciudad, en los distritos XIX y XX, fue antiguamente una comuna y mantiene su viejo encanto.

No te pierdas el arte urbano en constante cambio que puebla las calles de Belleville. Lo encontrarás por toda la zona, pero la Rue Dénoyez y la plaza Fréhel están entre los mejores lugares. Belleville es también conocido por sus antiguas fábricas transformadas en colectivos artísticos.

El jardín Ana Frank es un jardín urbano con vegetales, flores, zonas para sentarse y un parque infantil. El jardín, ubicado al este del centro de la ciudad, en el distrito III, está dedicado a la memoria de Ana Frank, víctima del Holocausto judío.

Este entorno apacible es ideal para hacer una pequeña pausa y descansar en un banco, en un ambiente de calma y tranquilidad. Y podrás contemplar un castaño nacido de un retoño procedente del árbol de 150 años que Frank divisaba desde su ventana. Es uno de los varios castaños procedentes de semillas del original que se han plantado en grandes ciudades para rendir homenaje a la joven.

El Museo del Alcantarillado (Musée des Égouts) es un fascinante museo y sitio histórico que muestra los entresijos del sistema de alcantarillado a lo largo de los siglos. Está situado a unos diez minutos del centro de la ciudad, en el distrito VII, y es una experiencia única.

Durante tu visita, participarás en un recorrido por el sistema de alcantarillado en botes y vagonetas. El recorrido histórico se inicia con la creación de la red de alcantarillado por parte de Hugues Aubriot, en el siglo XIV, y sigue su desarrollo hasta nuestros días. También conocerás el trabajo del personal de las alcantarillas y métodos de tratamiento de aguas.

En el histórico cementerio de Montparnasse reposan los restos de un gran número de escritores, actores, artistas y figuras políticas. Se encuentra en el distrito XIV, a unos cuatro minutos del centro de la ciudad, y es uno de los más grandes de París, con más de 35 000 tumbas.

El cementerio es lugar de descanso final de muchas figuras francesas importantes, entre ellas destacados escritores y artistas. Simone de Beauvoir, Paul Deschanel, Jacques Lisfranc y Charles Baudelaire son algunos de los personajes enterrados aquí. También encontrarás monumentos dedicados a policías y bomberos franceses fallecidos en acto de servicio.

Butte-aux-Cailles, un barrio tranquilo situado sobre una colina, es conocido por su ambiente moderno y festivo y sus numerosos bares y restaurantes. Esta zona con calles adoquinadas, restaurantes poco convencionales, pintorescas cafeterías y boutiques independientes se encuentra a unos 17 minutos del centro de la ciudad, en el distrito XIII.

Lo que fue antiguamente una zona industrial a orillas del río es ahora un punto de encuentro de artistas y creativos. Encontrarás tiendas gourmet, azoteas ajardinadas y arte urbano por todo el barrio. Destacan la plaza Paul Verlaine, con un manantial natural, y la Villa Alsacia, una tradicional villa de trabajadores con un íntimo patio interior.

El Petit Palais es un museo de arte fascinante con una maravillosa arquitectura de estilo Beaux Arts, un extenso jardín y una colección de arte que abarca desde la época medieval hasta nuestros días. El edificio se encuentra al oeste del centro de la ciudad, en el distrito VIII, y presenta una arquitectura espectacular, un tranquilo patio central y esculturas contemporáneas en el exterior.

Las colecciones del museo se dividen en secciones dedicadas a obras medievales y renacentistas, mobiliario del siglo XVIII y la colección de la ciudad. Aquí se encuentran obras maestras de artistas de todos los tiempos, entre ellas, piezas de Rubens, Rembrandt, Ingres, Monet, Pissarro, Carpeaux, Rodin y Fragonard.

La Gran Mezquita de París es una de las mayores mezquitas de Francia y cuenta con salas de oración, una biblioteca, un jardín al aire libre y un restaurante. La mezquita, situada a unos 14 minutos del centro de la ciudad, en el distrito V, tuvo un papel determinante en la integración de la población islámica en el país.

La gente visita la mezquita para rezar o para contemplar su espectacular arquitectura. Está abierta a visitantes, excepto las salas del imán, las salas de enseñanza y durante el horario de oración. Después de visitar la mezquita, puedes probar la cocina magrebí en el restaurante, relajarte en los baños turcos o comprar artesanía tradicional árabe en la tienda de regalos.

El mercadillo de París (Saint-Ouen) es un inmenso mercado de antigüedades donde se puede encontrar de todo: desde mobiliario vintage hasta espejos o elementos de decoración para el jardín. El mercado de pulgas se encuentra a unos 23 minutos del centro de la ciudad y es un destino popular para residentes y visitantes los fines de semana.

Puedes visitarlo por tu cuenta o reservar una visita guiada para no perderte los mejores vendedores. El mercado ocupa siete hectáreas, por lo que vale la pena que consultes el directorio de vendedores y planifiques la ruta de antemano. Aquí encontrarás un poco de todo: ropa vintage, arte africano auténtico, mobiliario art déco, espejos antiguos, pinturas decorativas, ropa de cama, plata e incluso piezas arqueológicas.

Las catacumbas de París están formadas por una colección de osarios subterráneos que atesoran bajo la ciudad los restos de más de seis millones de personas. Ahora convertidas en museo, se encuentran a solo nueve minutos del centro de la ciudad y se crearon para proporcionar tumbas adicionales con el fin de reducir el uso de los cementerios ubicados en la superficie.

Esta atracción capta la curiosidad de los visitantes y lleva abierta al público desde 1787. Uno de sus elementos más singulares es el mausoleo visible que recubre sus paredes: una serie de patrones realizados con cráneos y fémures humanos. También pueden verse exposiciones sobre minerales encontrados en París y deformidades óseas descubiertas durante la creación del museo.

El Museo de los Vampiros (Musée des Vampires) es un museo único dedicado a las leyendas y tradiciones vampíricas que reúne también kits antivampiros y otros extraños artefactos. El museo está situado en la periferia de la ciudad, a unos 16 minutos del centro, y exhibe la colección privada de Jacques Sirgent, profesor inglés, traductor de Bram Stoker y autoproclamado vampirólogo.

Los singulares tesoros se exponen en una única sala gótica que da a un jardín con una atmósfera en consonancia. Entre los elementos más destacados de la colección se encuentran un kit de protección antivampiros del siglo XIX, una ballesta, animales momificados, libros antiguos y obras de arte de temática vampírica.