10 mejores restaurantes de comida local de Barcelona

Cerca de las Ramblas, entre la calle de Ferrán y la Boquería, se encuentra Can Culleretes, el restaurante más antiguo de Cataluña según el libro Guinness de los récords, y el segundo de España. Inaugurado en 1786, este establecimiento ha perdurado en el tiempo gracias a una fórmula muy sencilla: cocina tradicional, excelente trato al cliente y buena relación calidad-precio. La decoración interior nos retrotrae a la época modernista, con pinturas costumbristas en los salones y fotografías de los personajes famosos que han comido en el restaurante. Su cocina tradicional catalana, que incluye platos como canelones de carne o de espinacas con brandada de bacalao, escudella con carn d’olla y guisos caseros, es muy apropiada dada la historia y tradición del local.

El Casa Delfín, un restaurante centenario que aúna sencillez y tradición, posee una atmósfera cálida y ofrece en su carta platos de la gastronomía catalana fácilmente identificables, con algún toque de modernidad y el sello inconfundible de su chef. La cocina abre ininterrumpidamente, así que puedes acercarte a cualquier hora a probar sus papas bravas con dos salsas, el bacalao a la llauna con tomate natural, la paella de marisco o las manitas de cerdo con foie, espinacas, manzana y setas. Déjate sorprender también por su amplia selección de vinos y cócteles. El Casa Delfín se encuentra justo al lado del mercado del Born, a poca distancia de la iglesia de Santa María del Mar.

El Velódromo es un bar muy emblemático de Barcelona. Fue el local de moda durante la década de 1980 y hoy en día sigue siendo un establecimiento lleno de historia que mantiene el estilo elegante de entonces y continúa sirviendo lo mejor de la cocina tradicional catalana, capitaneado por el chef Carles Abellán, poseedor de una estrella Michelin. El restaurante ha conseguido preservar ese aire señorial de estilo art decó, pero con cierto aire moderno. El Velódromo ofrece un servicio ininterrumpido de cocina y sirve todas la comidas posibles que puede haber en un día. Todas. Si te animas a visitarlo, no puedes perderte algunos de sus platos más típicos, como la ternera con chimichurri y puré de patatas o los huevos estrellados con chistorra. Deliciosos.

En pleno centro de Barcelona, en el barrio del Raval, se encuentra este pequeño establecimiento centenario que ha sido testigo de momentos clave de la historia de la ciudad. Ca l’Estevet fue en su día punto de encuentro de intelectuales, artistas, periodistas y activistas sociales; presenció la movida barcelonesa en la década de 1980 y ha visto forjarse entre sus cuatro paredes algún que otro proyecto de Antonio Gades, Joan Manuel Serrat y Francisco Ibáñez. Visitar este restaurante es casi como entrar en un museo. La propuesta gastronómica del local está inspirada en la cocina tradicional catalana y entre sus platos estrella destacan los caracoles, la escalivada, las espinacas con pasas y piñones, la butifarra amb mongetes y los canelones. Ah, y durante los meses de invierno, todos los miércoles sirven también escudella i carn d’olla, que es el cocido típico catalán.

El Terra d'Escudella se encuentra ubicado en el barrio de Sants y su nombre es un homenaje al plato estrella de la gastronomía catalana: la escudella, su sopa tradicional. Este restaurante se ha propuesto recuperar el papel de las fondas de antaño, donde se comía bien y abundante, y al mismo tiempo poner al alcance de todos la gastronomía propia de la tierra. Aunque el local está especializado en la comida tradicional, también ofrece opciones vegetarianas y veganas. Puede ser una buena opción si estás visitando la Feria de Barcelona y quieres vivir una experiencia autóctona al completo.

Ubicado cerca de la avenida Diagonal, Can Boneta es un local donde se come de lujo. Regentado por Joan Boneta, un arquitecto convertido en cocinero, apuesta por tapas y platillos creativos con un marcado regusto tradicional. La carta está claramente inspirada en el recetario catalán, aunque cuenta con platos poco frecuentes, como el bikini como tentempié-tapa. Los guisos son una auténtica delicia: te recomendamos que pruebes el conejo deshuesado con setas y chipirones rellenos de setas y salsa de vino blanco del Penedés. La cocción de larga duración es la clave del éxito de este chef, quien también elabora tapas más típicas como papas bravas o croquetas. Al mediodía encontrarás un menú económico compuesto por tres tapas a elegir, un plato del día, postres y bebida.

A pesar de encontrarse en medio de la Ciudad Condal, el restaurante La Parra tiene aspecto de auténtica masía catalana. En realidad, se trata de una taberna donde podrás probar la cocina catalana más tradicional, la de toda la vida, elaborada con productos locales y de temporada. Las especialidades de la casa son las carnes, las verduras, los pescados y las setas a la brasa, todo ello acompañado de salsa romesco y all i oli hechos con el mortero, al más puro estilo tradicional. Podrás elegir cómo acompañar tus platos entre una amplia selección de los mejores vinos catalanes y del resto del país. Y no te pierdas los postres caseros: están absolutamente deliciosos. Eso sí, te recomendamos que reserves mesa para asegurarte de tener sitio.

Ca l’Isidre es un restaurante de cocina mediterránea de mercado en la que el producto de temporada es el auténtico protagonista. Su compromiso es tal que sus fundadores, durante más de 50 años, han ido cada día al mercado de la Boquería en busca de productos frescos de temporada para elaborar sus recetas típicas de la cocina catalana. Y esta tradición no se ha perdido con los años, ya que el restaurante sigue apostando por los productos frescos y de proximidad. Aunque el chef actual ha conferido un giro más moderno a algunas recetas, sigue bebiendo de las fuentes de la gastronomía tradicional. La carta de Ca l’Isidre se completa con una extensa bodega que incluye más de 400 referencias de vinos clásicos y artesanos de todo el mundo entre las que te costará elegir.

En pleno corazón del barrio de Gracia encontramos el excelente restaurante de cocina catalana tradicional Cal Boter. Su carta ofrece platos típicos elaborados con productos de temporada y de alta calidad. Aquí podrás degustar, entre otras cosas, carnes a la brasa, caracoles, manitas de cerdo y platos de pescado. Pero sobre todo te recomendamos que pruebes el bacalao y las setas, ¡son su especialidad! La carta también incluye un amplio surtido de postres caseros, así como una completa selección de vinos, cavas y licores, para que vivas una experiencia gastronómica cien por cien catalana a un precio muy atractivo. También ofrecen menús para grupos y opciones para celíacos.

Entre la catedral de Barcelona y la iglesia de Santa Maria del Mar, donde los establecimientos centenarios cada vez son más escasos, se pueden encontrar todavía restaurantes fieles a sus orígenes, como el Agut. Este restaurante abrió sus puertas en 1924 y tanto el ambiente como la decoración te transportan a esa época: una serie de cuadros antiguos le dan el toque retro que tanto gusta a los comensales. Pero la tradición va más allá de la apariencia, ya que la carta está confeccionada con recetas de fonda, como por ejemplo el pollo de corral con setas, las manitas de cerdo con salsa de chocolate, o el rape al all cremat, pero también incluye platos más difíciles de encontrar en la restauración catalana, como las ancas de rana o la anguila ahumada. Es uno de esos restaurantes de carta larga y precios ajustados. Sin duda, querrás repetir.