10 cosas gratis que hacer en Barcelona

Descubre los orígenes de Barcelona y recorre los lugares más recónditos de la ciudad. Una sencilla búsqueda en internet te devolverá un buen número de empresas y entidades que organizan visitas guiadas gratuitas por la ciudad. Apúntate a la que más te seduzca y déjate llevar por un recorrido histórico plagado de anécdotas, secretos y datos curiosos que te costaría descubrir por tu cuenta. Explora, por ejemplo, la Barcelona romana de la época de Octavio Augusto y visita vestigios arquitectónicos como la antigua muralla, la columna del templo de Augusto y los restos del acueducto romano. También podrás perderte por el barrio Gótico y visitar la catedral de Barcelona. El recorrido suele durar entre dos y tres horas, así que ponte un calzado cómodo y prepárate para sorprenderte con los secretos de esta ciudad.

El Gótico es el barrio más antiguo de la ciudad y pasear por sus callejuelas es como hacer un viaje en el tiempo: viejas iglesias medievales, tenderetes de colores vivos y terrazas de restaurantes y bares que en verano se llenan a reventar. Aquí se encuentran la catedral, la plaza Real, la plaza del Pi y el Museo de Historia de Barcelona. Cruzando la Vía Laietana comienza el barrio del Born. A pesar de tener un aire muy parecido al barrio Gótico, el ambiente del Born es más bohemio. Está lleno de restaurantes y tiendas con encanto. También cuenta con todo un laberinto de calles, pero algo más anchas y con algunos árboles. Sus dos principales atracciones son el Mercado del Born y la iglesia de Santa María del Mar, que se hizo famosa gracias a la novela La catedral del mar.

El Raval queda a mano derecha de la Rambla, conforme bajas hacia el mar. Es el barrio más multicultural de Barcelona. Su nombre proviene del árabe "a-rabal", que significa "a las afueras", y es que antiguamente el distrito quedaba fuera de la muralla que delimitaba la ciudad. El Raval es una zona histórica, auténtica y llena de vida. Un lugar que se hizo famoso por albergar estudios de arte, galerías, librerías modernas y los dos principales museos de arte contemporáneo de Barcelona: el MACBA y el CCCB. Perderse por las callejuelas del Raval tiene su encanto: descubrirás pequeñas boutiques de diseñadores y bares con mucha personalidad. Además, puedes visitarlo a cualquier hora del día, porque es un barrio que nunca duerme.

En lo más alto de Montjuïc se encuentra una fortaleza militar que ofrece una vista panorámica de Barcelona, a 175 metros sobre el puerto. Es una zona donde se suelen organizar conciertos gratuitos al aire libre, lo que permite disfrutar de una puesta de sol sobre la ciudad con música en directo. Además de las vistas de Barcelona, recomendamos también una visita al castillo, que alberga un museo militar y exposiciones temporales. Puedes acceder a Montjuïc en bus, a pie o en teleférico desde la avenida Miramar. Si eliges el teleférico, te alegrará saber que durante el trayecto aéreo disfrutarás de unas increíbles vistas de la ciudad. ¡No te las pierdas!

La Boquería es uno de los mercados de alimentos más populares de Europa y un lugar emblemático de Barcelona que no puedes perderte. Con 2500 m2 de superficie, la Boquería está situada en la famosa Rambla. Cuenta con más de 300 puestos, en los que se ofrecen desde productos típicos locales hasta productos exóticos difíciles de encontrar. Si te apasiona el mundo de la gastronomía disfrutarás mucho de esta visita ya que, además de carnes, pescados o fruta fresca, también encontrarás puestos de comida preparada con recetas procedentes de casi todos los rincones del mundo. En el mercado también hay bares donde tomarse una cerveza y restaurantes donde degustar los productos que hay a la venta en los puestos, pero simplemente recorriendo sus pasillos ya podrás disfrutar del ambiente familiar y cordial que se respira.

La catedral de Barcelona, que se encuentra en el barrio Gótico, empezó a construirse el 1 de mayo de 1298 sobre el anterior templo románico y tardó 150 años en terminarse. Actualmente, tres millones de personas se acercan todos los años a contemplar las joyas que guarda en su interior: los espléndidos retablos góticos y barrocos, la silla de plata dorada del rey Martí el Humano, que data del siglo XIV, las magníficas claves de bóveda del techo, los vitrales, la sillería del coro, el baptisterio y el sepulcro de Santa Eulalia. La catedral ofrece misas diarias y celebra misas conventuales los domingos, en las que interviene el famoso coro de cámara de Francesc Valls. Si quieres conocer en profundidad los recovecos de esta magnífica construcción, también tienes la opción de contratar una visita guiada.

Ninguna visita a Barcelona está completa si no te acercas a pasear por las Ramblas. Se trata de las principales arterias de la ciudad y uno de los lugares más conocidos a nivel internacional. Sus 1300 metros de recorrido conectan la plaza de Cataluña con el antiguo puerto de Barcelona y están siempre repletos de animación: la calle está llena a cualquier hora de artistas callejeros, puestos de flores y turistas, y muchos de ellos aprovechan los numerosos bares que se encuentran en su camino para sentarse a tomar algo. Sin embargo, el mero hecho de pasear ya supone una experiencia incomparable. Presta atención y no te pierdas el Teatro del Liceo, el palacio Güell y la plaza Real.

Situada a los pies de la avenida de la Reina Maria Cristina, esta fuente ofrece uno de los espectáculos más mágicos de Barcelona, ¡de ahí su nombre! Varias noches a la semana se ilumina con colores que crean una coreografía de luz, agua y música que enamora a cualquiera. La instalación cuenta con 7000 millones de combinaciones diferentes, a cual más sorprendente, por lo que el espectáculo es digno de ver. Esta fuente es una obra hidrológica construida por Carles Buïgas para la Exposición Universal de 1929 y, en la actualidad, recibe 2,5 millones de visitantes al año. No lo dudes y acércate a contemplar este espectáculo gratuito durante tu visita a Barcelona. ¡No te arrepentirás!

Ubicados en el Turó de la Rovira, los búnkeres del Carmel son un excelente mirador desde el que contemplar la Ciudad Condal en todo su esplendor. Además de ofrecer una vista panorámica y una puesta de sol incomparables, este espacio también permite descubrir en primera persona una parte importante de la historia del país, la Guerra Civil española. La construcción de esta batería antiaérea se remonta concretamente al año 1938 y se instaló para hacer frente a los bombarderos de la aviación italiana. Desde aquí podrás remontarte 80 años atrás en el tiempo, aunque el skyline de ciudad que encontrarás a tus pies ha cambiado mucho desde entonces. Contempla la Sagrada Familia, la torre Agbar y las torres Mapfre desde las alturas y disfruta de un atardecer o amanecer de postal, con el mar de fondo.

Uno de los mayores placeres de los que se puede disfrutar en Barcelona es recorrer la zona del paseo marítimo. Es un tramo de aproximadamente 4 kilómetros que va desde el Port Vell hasta el inicio de la rambla del Poblenou. El paseo puede empezar o acabar con una paella y, en verano, con un buen chapuzón. El recorrido se puede hacer también en bicicleta (hay empresas que las alquilan) y, si empiezas en el Port Vell, te recomendamos que visites el monumento a Cristóbal Colón y el museo marítimo, y que hagas una excursión en Golondrina. Una vez en la Barceloneta, no te pierdas el Hotel Vela y la torre de las Aguas. En la Villa Olímpica podrás ver el pez dorado de Frank Gehry y las torres Mapfre.