El trato del personal del hotel fue horrible. Nos trataron muy mal, todo eran malas caras, malas contestaciones. Cada uno de los empleados nos decían cosas diferentes, no había normas establecidas y por lo tanto ante la misma pregunta, había diferentes contestaciones, según quién contestase. Notamos mucha diferencia en el trato con la gente alojada en el hotel de origen extranjero (la mayoría alemanes e ingleses) y de edad más avanzada, lo que pensamos que el trato que nosotros recibimos se debía tanto a nuestra nacionalidad como a nuestra edad. Lo peor era el trato recibido por las camareras, especialmente en el desayuno y en el tema del horario de las cenas. La hora de éstas era de 19:00 - 21:30 h, pero si entrabas a las 21:15(cosa que ocurrió un día) ponían muy malas caras y retiraban la comida del buffet a las 21:30 h en punto, por lo que había que cenar con mucha tensión y deprisa. Una de las camareras, nos dijo que podíamos pedir cena fría por si llegamos más tarde. Lo hicimos un día en las dos siguientes veces que pedimos, cada día se nos dio una contestación diferente, una que había que avisar antes de las 21:00 y otra que eso de las cenas frías no existía y que el primer día fue detalle del hotel. A todo esto, hay que añadir que sus contestaciones iban acompañadas de malas caras y de malas formas. No recomendamos para nada este hotel, ya que el trato de sus empleados fue lamentable y de muy mala educación