Recorre el Reino Unido como Harry Potter

Aquí se rodó la escena en la que Harry sube al Expreso de Hogwarts para llegar a la escuela de hechicería. Aunque no existe un andén 9¾ per se, verás el cartel en la pared junto a un carrito partido por la mitad en el exterior de la tienda de regalos de Harry Potter, en el vestíbulo de la estación de King's Cross. Debido a su popularidad, seguramente tengas que hacer cola si quieres posar delante del carrito a medio desaparecer.

Esta impresionante galería comercial de estilo victoriano cerca de la estación de metro Monument es el escenario del famoso Callejón Diagon. En las películas, es el lugar donde los jóvenes magos acuden a comprar el material escolar y a disfrutar de un vaso de cerveza de mantequilla en El Caldero Chorreante. En la realidad, el bar es una clínica de optometría. Aquí encontrarás una gran variedad de restaurantes y tiendas, y es preferible venir después del mediodía para evitar las aglomeraciones de trabajadores que salen a almorzar.

Los estudios de Harry Potter son probablemente el mejor destino si te entusiasma esta saga cinematográfica. Aquí podrás descubrir cómo se grabó, recorrer los decorados y admirar los trajes originales que llevaban los actores. También se realizan exhibiciones de efectos especiales y hay expuestos varios modelos a escala de los decorados.

En la Universidad de Oxford encontrarás multitud de impresionantes edificios de la época y en el Christ Church College podrás ver en primera persona el espacio de Hogwarts donde comen Harry y sus amigos. El edificio del siglo XVI rebosa encanto y podrás recorrerlo por tu cuenta. Quién sabe... Es posible que si tus hijos estudian duro acaben comiendo aquí también.

El castillo de Alnwick es una espectacular construcción que desempeña un papel destacado en las películas de Harry Potter. Es aquí donde el joven mago aprende a jugar al quidditch, y tendrás la oportunidad de participar en un entrenamiento con escobas y conseguir una gran foto para el recuerdo si consigues sincronizar el salto. Este icónico castillo se ha utilizado en muchas otras películas y producciones para la televisión, como Downton Abbey y Robin Hood.

La catedral de Durham es uno de los edificios medievales más hermosos de Inglaterra. Aparece en varias escenas de las películas y quizás la más memorable sea cuando Harry, Hermione y Ron convierten a sus animales en copas de agua con el hechizo Vera Verto. También aparece en la saga cinematográfica el cuadrilátero del centro de la catedral. Puedes unirte a las visitas guiadas que se realizan prácticamente a diario por algo menos de 6 EUR, durante las cuales el guía va indicando los lugares que han servido de escenarios para la película.

La estación de Hogsmeade, el pueblo ficticio de la saga de Harry Potter, es en realidad una pintoresca parada de los North York Moors, junto al pueblo costero de Whitby. La estación se construyó en 1865 y conserva el encanto de la época. Los trenes de vapor siguen recorriendo más de 38 kilómetros entre Pickering y Whitby, y no deberías dejar pasar la ocasión de disfrutar de este trayecto.

Glencoe, en Escocia, fue la localización elegida para recrear la cabaña de Hagrid en la tercera película, Harry Potter y el prisionero de Azkaban. Aunque el decorado se ha retirado, seguro que los seguidores de las aventuras del joven mago reconocerán las vistas de la posada Clachaig Inn sobre el valle. Disfruta de una comida en esta posada de montaña mientras contemplas el paisaje escarpado.

Este impresionante viaducto de granito se encuentra cerca del lago Shieln, en las Tierras Altas de Escocia. Es un destino muy popular para practicar senderismo bajo las escarpadas montañas y los aficionados a Harry Potter reconocerán en el paisaje la vía de tren que conecta Londres con Hogsmeade. El viaducto tiene unos 30 metros de altura y a día de hoy siguen circulando trenes por él. Se suele realizar una breve parada para verlo durante las visitas al lago Ness.

Aunque este espectacular colegio privado nunca aparece en pantalla, tiene gran relevancia para los aficionados a Harry Potter porque se cree que sirvió de inspiración a J. K. Rowling para crear Hogwarts. No en vano, Rowling escribió las primeras novelas en las cafeterías cercanas al colegio. Puedes apuntarte a varias visitas temáticas por la ciudad en las que se muestran los lugares que inspiraron a la escritora.